SUCESOS
Reacciones al tiroteo con armas de guerra en las Tres Mil

Tres tipos de armas se utilizaron en los tiroteos de las Tres Mil Viviendas

La Policía recogió cartuchos de escopeta y munición de los calibres 7,62 y 9 milímetros, correspondientes a armas largas y cortas

El comisionado pide un plan especial de seguridad para el Polígono Sur

Armas intervenidas en una operación anterior en las Tres Mil Viviendas. / José Ángel García

Tres tipos de armas se utilizaron en los tiroteos del pasado sábado en las Tres Mil Viviendas, a juzgar por los restos recogidos por la Policía en el lugar de los hechos. Los agentes intervinieron munición detonada de seis cartuchos de escopeta, vainas del calibre 9 milímetros parabellum de arma corta y casquillos de balas del calibre 7,62 de arma larga, según precisaron fuentes policiales. Es decir, las personas que participaron en el tiroteo abrieron fuego con pistolas, escopetas y armas de guerra tipo fusil o subfusil. Toda esta munición está siendo analizada para concretar cuáles fueron con exactitud las armas empleadas en el mismo.

Los incidentes con armas de fuego se sucedieron durante la tarde del sábado en las Tres Mil Viviendas. Hubo un primer episodio sobre las siete en la calle Marinero en Tierra, pero el tiroteo más intenso se produjo sobre las once de la noche en Lazarillo de Tormes. Ambas calles están en la zona de los Verdes, conocidos así en el barrio por el color predominante en sus fachadas. La Policía Nacional recibió unas cincuenta llamadas de vecinos, a los que pedía que se apartaran de las ventanas para evitar ser alcanzados por alguna bala perdida.

Varios patrulleros llegaron con luces y sirenas, lo que disolvió el tiroteo y provocó la huida de quienes participaban en él. Los agentes localizaron varios coches con agujeros de bala y también había impactos en una de las viviendas de la calle Lazarillo de Tormes. La Policía mantiene abierta una investigación sobre los hechos y por el momento no hay ninguna persona detenida. Tampoco hay constancia de que haya heridos.

El suceso ha provocado una catarata de reacciones, tanto políticas como vecinales. El comisionado ha pedido un plan especial de seguridad para la zona, el alcalde insiste en la falta de policías y el subdelegado del Gobierno considera el hecho como de "enorme gravedad".

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