Un traumatólogo de Sevilla pacta pagar a una paciente a la que dejó sin poder caminar por una prótesis de cadera mal colocada
El profesional, que actúo de manera privada, y la demandante, que tuvo que ser reintervenida cuatro años después con un rescate total de la cadera en la sanidad pública, llegan a un acuerdo y evitan el juicio
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Un especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica sevillano se ha avenido a pagar una indemnización a una paciente por una mala praxis médica en la colocación de una prótesis de cadera que la dejó sin poder caminar y a vivir "un auténtico calvario" durante cinco años hasta que fue reintervenida en la sanidad pública, dado fin a los problemas ocasionados.
De ello ha informado este miércoles la Asociación El Defensor del Paciente, precisando que la compensación se ha pactado en el Juzgado de Primera Instancia nº5 de Sevilla, que ha sido quien ha homologado el acuerdo extrajudicial tramitado por la abogada de la asociación María Jesús Villalpando, evitando así ir a juicio.
Ante tal resolución amistosa, la paciente, que, según remarca el organismo, "lo pasó realmente mal", y que contaba con 36 años en el momento de los hechos, no quiere que se publique la cuantía reparadora porque considera que "lo importante es que no vuelva a pasar" y "que no se tenga miedo en denunciar actuaciones médicas que van contra la buena práctica".
Por su parte, el traumatólogo asume que hubo una mala praxi en una intervención de sustitución total de cadera, y que, además, promovió una segunda reintervención de la paciente, igualmente sin éxito, dejando prácticamente a la demandante sin poder caminar durante cuatro años, en los que seguía teniendo dolor y en los que, asegura, "vivió un calvario".
Los hechos se remontan al 25 de septiembre de 2013 cuando la paciente acudió a una clínica de su seguro médico por una necrosis femoral en la cadera. Allí la atendió el demandado, que le propuso acudir a su clínica privada, "manifestándole su alta cualificación para realizar una ortoplastia total de cadera", según consta en la resolución extrajudicial a la que ha tenido acceso este periódico.
Tras la intervención de sustitución total de cadera se le pautó una radiografía que mostraba desde el día siguiente de la operación que la prótesis estaba mal colocada. "Era imposible que la paciente recuperase la biodinámica de la marcha dado que el vástago de la prótesis estaba hundido en el canal femoral", recoge el escrito. "Ignoramos por qué motivo no se le comunicó a la paciente que la operación había salido mal, lo que obligaba a reintervenir", añade la resolución judicial.
Es a partir de entonces cuando la joven asegura que "pasó un auténtico calvario" que se extendió durante cuatro años. Esto le llevó, incluso, a perder su puesto de trabajo por una incapacidad laboral del 33%. "La solución que le dio el mismo médico a su problema fue una intervención inútil de colocación de arpón en glúteo en el año 2015 para retensar. Lejos de solucionarse el mal persistía dado que el problema estaba en la cadera, no en el glúteo, y el médico lo debía de saber si miraba la radiografía postoperatoria. La paciente no podía caminar, seguía con una dismetría y tenía dolor, pero seguía confiando en el demandado", remarca el texto.
Desesperada, acudió a otro profesional ajeno al proceso y éste fue el que le dijo que le enseñase la radiografía postoperatoria, para mostrársela a un colega, quien, según alclaran desde El Defensor del Paciente, "nada más verla, le dijo que se veía claramente que la prótesis estaba mal colocada desde que se realizó la operación en el 2013, con una ejecución muy deficiente de la cirugía". "La paciente no lo podía creer", remarca.
Finalmente, en el año 2017, fue reintervenida con un rescate total de la cadera en la sanidad pública, esta vez sí por uno de los mejores especialistas en cadera. "Así terminó un calvario de nada menos que cinco años", remacha la Asociación.
Su presidenta, Carmen Flores, lamenta al respecto que "no es la primera vez" que advierten de que "antes de contratar los servicios de un médico en el ámbito privado que se dice que es especialista en una materia se informen bien de este extremo". "Máxime cuando el profesional ofrece al paciente salir de los servicios que ofrece su seguro médico, o sistema público de salud, ofreciéndole su empresa privada", sentencia.
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