Un tratamiento con cloro tiñe de óxido varias fuentes monumentales

Urbanismo baraja contratar un estudio químico que aporte una solución a este problema estético.

La Fuente de Sevilla, en la Puerta de Jerez, con sus 'meones' teñidos con esta capa de óxido.
La Fuente de Sevilla, en la Puerta de Jerez, con sus 'meones' teñidos con esta capa de óxido.
Juan Parejo

19 de mayo 2015 - 05:03

Una capa de óxido tiñe desde hace algunos días varias fuentes del conjunto histórico monumental, como son la Fuente de Sevilla, en la Puerta de Jerez, o la Fuente de las Cuatro Estaciones, en la Plaza de Don Juan de Austria (Prado de San Sebastián). Ambos surtidores lucen un color anaranjado que llama poderosamente la atención, aunque no responde a ningún tipo de acto vandálico, según fuentes de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento. Este óxido que colorea la piedra se debe únicamente a un tratamiento con cloro que se aplica al agua.

Los técnicos están estudiando cuál es la mejor manera de acabar con esta capa de óxido que en ningún caso daña la piedra, sobre todo porque las fuentes han sido restauradas recientemente y cuentan con una película protectora para este tipo de situaciones, por lo que el daño es meramente estético. Precisamente, en las restauraciones llevadas a cabo en las fuentes, según explicaron desde el Ayuntamiento, se han instalado unos sistemas de clorado del agua, del que carecían, exigidos por cuestiones de salud, ya que el cloro limpia las tuberías y evita la aparición de bacterias como la legionela. El problema viene porque el cloro está afectando a las tuberías, de hierro y muy antiguas, que tienen una gran cantidad de óxido incrustado que ahora es limpiado por este agente y al salir macha la superficie de las fuentes. Este daño estético sería fácilmente eliminable, por lo que su limpeza, sencilla y rápida, se va a acometer en los próximos días.

La solución definitiva del problema sería más compleja, puesto que no se puede prescindir del tratamiento con el cloro. Una reparación definitiva consistiría en sustituir las viejas tuberías de hierro por otras modernas de otro material, aunque prácticamente se descarta por no haberse llevado a cabo durante las tareas de restauración. La Gerencia de Urbanismo sí contempla la idea de contratar un estudio químico que pueda aportar una solución. Mientras tanto, se acometerán tareas de limpieza de manera periódica y se comprobará el correcto funcionamiento de la capa de protección aplicada a la piedra.

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