Venas 'a medida' desde Sevilla para tratar la insuficiencia venosa profunda
Novedad terapéutica
El equipo de Angiología y Cirugía Vascular del Valme coordina un estudio andaluz pionero en el mundo para trasplantar venas realizadas a medida para el paciente a partir de segmentos venosos procedentes de un donante fallecido
Un médico del Valme, investigador principal y coordinador del proyecto pionero sobre venas personalizadas
Venas personalizadas. Parece ciencia ficción pero es un nuevo hito de la sanidad pública andaluza en el ámbito de las terapias avanzadas. Detrás de él, un equipo de profesionales especialistas en Angiología y Cirugía Vascular, con el jefe de la especialidad en el Hospital de Valme, el doctor Andrés García León, como investigador principal y coordinador del estudio que ha culminado con la primera implantación en el mundo de segmentos venosos realizados a medida para el paciente a partir de segmentos de vena procedentes de donante fallecido, y modificados mediante ingeniería tisular.
La enfermedad venosa crónica (EVC) es la enfermedad vascular más frecuente en el conjunto de la población española. Esta patología consiste en que el retorno venoso no funciona correctamente, lo que provoca que las venas no envíen de forma eficiente la sangre desde las extremidades inferiores al corazón. Este mal funcionamiento puede deberse a la obstrucción parcial de las venas o a las filtraciones de sangre alrededor de las válvulas venosas. Se trata de una patología crónica y progresiva, que produce una importante merma de la calidad de vida del paciente.
Una de las manifestaciones más conocidas de esta enfermedad son las varices. Pero en algunos casos dicha enfermedad afecta al sistema venoso profundo de la extremidad, causando un fallo en las válvulas de las grandes venas de las piernas que ayudan a la correcta circulación sanguínea. Esta insuficiencia valvular provoca una enfermedad crónica cuyos síntomas van desde la pesadez e hinchazón de los miembros inferiores hasta la aparición en los mismos de úlceras abiertas.
Hasta la fecha, la única vía terapéutica que se le podía ofrecer a esos pacientes era llevar de por vida una media elástica de compresión fuerte, pero las latitudes y las altas temperaturas hace muy complicado seguir esta terapia. Esa necesidad terapéutica para este tipo de pacientes, tras otros intentos fallidos de reconstrucción quirúrgica de las válvulas de una vena enferma, es el punto de partida de este estudio pionero en el mundo, y con sello totalmente andaluz, que empezó a fraguarse en 2017 desde el Hospital de Valme con el objetivo de evaluar y ver la durabilidad del implante venoso en pacientes con enfermedad venosa crónica.
La selección de Andalucía para desarrollar esta investigación, y, en concreto, del servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital de Valme para la coordinación de la misma, partió de la propia empresa sueca Verigraft AB, que ya contaba con los resultados de los estudios en animales y que contactó con el equipo del doctor Andrés García León a raíz de su experiencia en terapias avanzadas, así como su acreditación pionera en Andalucía para la docencia en esta especialidad. El trabajo en red junto a los equipos de especialistas en Angiología y Cirugía Vascular de los hospitales Virgen de las Nieves y Clínico San Cecilio de Granada; Torrecárdenas en Almería; Virgen del Rocío, también en Sevilla; Puerta Real, en Cádiz; y, próximamente, también del Hospital Clínico Virgen de la Victoria, de Málaga y el Hospital de Jaén, ha sido clave para la validación de la técnica y en los buenos resultados.
En la fabricación del implante venoso participan unos diez profesionales tanto para investigación como para traslación de resultados, mientras que en el desarrollo del implante venoso hasta su administración en el ensayo clínico en pacientes ha participado un equipo multidisciplinar de profesionales clínicos, básicos, tecnólogos y expertos en regulación.
La técnica, paso a paso
Lo primero es identificar al paciente candidato. Suelen ser enfermos que acuden a la consulta de Angiología y Cirugía Vascular en los que se detecta mediante una ecografía doppler una disfunción de la vena femoral. "Es decir, no les funciona bien porque presentan válvulas defectuosas y son diagnosticados de una insuficiencia venosa profunda. En ese momento es cuando se valora si cumple los requisitos para ser candidato a operarse, descartando una serie de factores de riesgo", puntualiza el doctor Andrés García León.
Una vez identificado el paciente receptor, el punto de partida del procedimiento es un segmento valvulado de vena femoral, procedente de un donante cadáver, que se obtiene gracias a la colaboración de la Coordinación Autonómica de Trasplantes y el Banco de Tejidos de Córdoba. El siguiente paso es ver la disponibilidad de las salas blancas o salas GMP (del inglés Good Manufacturing Practices o Buenas prácticas de fabricación), que son instalaciones que cumplen unos parámetros específicos para el aislamiento, producción, manipulación y utilización del material biológico, ubicadas en el Centro de Transfusión, Tejidos y Células de Sevilla, en la que se desarrolla la investigación, bajo la coordinación de la Red Andaluza de Diseño y Traslación de Terapias Avanzadas (RAdytTA) de la Fundación Progreso y Salud.
A partir de aquí, al paciente receptor se le hace una extracción de sangre periférica básica y con esa sangre, mediante las técnicas de ingeniería tisular, se procede a receluralizar el segmento de vena femoral sana que va a recibir. Previamente, del segmento a trasplantar se extraen todas las células del donante y se sustituyen por componentes de la propia sangre del paciente. "Se trata de un proceso único, denominado personalización y dirigido a evitar los problemas de rechazo que puede suponer un trasplante", explica el doctor García León.
Al cabo de unos días, cuando este proceso se ha completado, el paciente ingresa y se somete a la intervención a través de la realización de un bypass de la vena femoral, mediante una pequeña incisión a nivel del muslo, y se le implanta el fragmento de vena femoral sana con válvulas sanas. Posteriormente al alta, prevista a los dos o tres días, el paciente tiene que seguir un tratamiento anticoagulante durante un año, que es el periodo durante el que se comprueba la funcionalidad del trasplante y se le va haciendo un seguimiento para comprobar la viabilidad de este segmento vascular que se le ha implantado.
Alternativa a pacientes crónicos
El ensayo se encuentra en fase I en España, tras recibir la autorización de la Agencia de Medicamentos y Productos Sanitarios en diciembre de 2020, y el pasado mes de enero incluyó a su primer paciente, que fue intervenido en el Hospital Virgen de las Nieves por el doctor José Patricio Linares Palomino, bajo la coordinación del doctor Vicente García Róspide, jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del centro. Otros dos candidatos, uno de ellos en el Valme y otro en el Clínico San Cecilio, fueron finalmente descartados por una serie de factores de riesgo.
"Estamos muy contentos de cómo está yendo porque el paciente ha mejorado en todas las escalas de su nivel de vida. Era una persona con una niveles de dolor crónico muy elevados y que ha quedado prácticamente sin síntomas. Es una mejoría muy notable, lo cual nos empuja a seguir con el ensayo adelante por parte de todos los hospitales implicados", valora el coordinador del estudio. "La positiva respuesta conseguida hasta el momento invita al optimismo y a compartir la técnica para que pueda ser reproducida en otras unidades de Angiología y Cirugía Vascular de la red de hospitales del Servicio Andaluz de Salud”, añade el doctor García León.
El estudio completo incluirá a 15 pacientes, con edades comprendidas entre los 18 y los 75 años, con insuficiencia venosa crónica del sistema venoso profundo. La captación de los participantes se hace desde las consultas de Angiología y Cirugía Vascular, bien ya diagnosticados o que presenten un daño en la vena femoral tras una trombosis venosa profunda. Estas personas se someterán a seguimiento durante 12 meses para evaluar la seguridad y eficacia de los implantes venosos personalizados.
"Este estudio nos abre al mundo. Hay veces que no nos valoramos lo suficiente y la sanidad pública andaluza tiene grandísimos profesionales. Estamos ante el primer implante de este tipo a nivel mundial. No hay otra terapéutica de estas características que se pueda ofrecer en ningún otro lugar del mundo a fecha de hoy y eso nos da mucho valor. Pensamos que puede llegar a tener éxito porque la ingeniería tisular permite poder ofrecer una vena sana a un paciente que carece de ella. Esto es lo que nos impulsa a seguir investigando y ofrecer esta terapia para que en un futuro esté disponible con garantía de éxito", manifiesta el investigador principal del estudio.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por Osborne
Contenido Patrocinado
Contenido ofrecido por el Ayuntamiento de Chiclana
CONTENIDO OFRECIDO POR HABITAT
CONTENIDO PATROCINADO POR A MERCADORIA
Contenido ofrecido por Universidad Loyola