La obra del tranvía ofrece la oportunidad de hacer un pulmón verde en Nervión

movilidad| los expertos apelan a la "política con mayúsculas" para ganar en sostenibilidad

La Red Sevilla por el Clima pide al Ayuntamiento que aproveche la ampliación del Metrocentro para convertir San Francisco Javier en una avenida con aceras anchas y árboles que den sombra

La avenida de San Francisco Javier, vista desde Luis de Morales, con árboles en la mediana pero no en las aceras.
La avenida de San Francisco Javier, vista desde Luis de Morales, con árboles en la mediana pero no en las aceras. / Reportaje Gráfico: Juan Carlos Vázquez
Fernando Pérez Ávila

19 de agosto 2017 - 11:25

La ampliación del tranvía supone una oportunidad única para hacer de San Francisco Javier una avenida mucho más sostenible y agradable para el peatón. Así lo afirman un grupo de expertos reunidos en torno a la Red Sevilla por el Clima, que ha pedido al Ayuntamiento de Sevilla que no deje pasar esta ocasión única para convertir esta avenida en un "pulmón verde" para Nervión. El ingeniero de caminos Indalecio de la Lastra, el biólogo Francisco Oñate y los arquitectos Gonzalo y Carlos Díaz-Recasens han elaborado un estudio de la avenida de San Francisco Javier, que definen como uno de los ejes urbanos más importantes del distrito Nervión. Esta demarcación está compuesta por unos barrios que "tienen muy pocas zonas verdes y parques, muy necesitados de espacios públicos de paseo y esparcimiento para las personas y familias".

San Francisco Javier es una vía "que sólo dispone de sombra entre los cruces con las calles Ramón y Cajal y Camilo José Cela, mientras que en el resto de la avenida no tiene árboles en los paseos (solamente en la mediana central, sin uso peatonal)". Los expertos exponen que la avenida presenta un "gran déficit de sombra en los laterales y unos espacios peatonales insuficientes para crear paseos sombreados". Lo argumentan con datos. Los acerados son de 2,9 metros en el lado sur y de 2,5 metros en el norte, siendo aún menor la anchura útil de paso, por los postes de alumbrado, armarios, señales e incluso la ocupación del aparcamiento en batería. "Aun cuando la avenida es muy ancha, las aceras son muy estrechas, y sólo permiten pasar dos personas juntas a la vez".

Los árboles de gran tamaño podrían reducir la temperatura de las aceras en diez gradosLos especialistas no ven necesaria la construcción de un paso subterráneo

Esto ha provocado que sea una zona en la que "prevalece el tráfico motorizado en detrimento de todo lo demás". A juicio de Sevilla por el Clima, "los criterios que mantiene hoy la avenida son desaconsejables desde el punto de vista climático, ya que resultan incompatibles con la sostenibilidad que permite la vía". Esto se traduce en un aumento de la temperatura en el entorno, que convierte a la calle "en un espacio incompatible con un elemento de paseo para los densos barrios de Nervión".

Este grupo de expertos entiende que la integración urbana del tranvía en la avenida se convierte en una "oportunidad única para cambiar las condiciones actuales y convertir un espacio muy expuesto a altas temperaturas en un auténtico pulmón verde de la ciudad". Su propuesta consiste en que San Francisco Javier se rehabilite y transforme, con el tranvía integrado en la mediana y grandes árboles en las aceras laterales, "donde el peatón se convierta en protagonista".

Para ello sería necesario que se convirtieran las vías de servicio actuales en paseos peatonales sombreados en ambos lados de la avenida. También habría que diseñar dos bulevares laterales "con dos alineaciones de árboles de sombra con especies de alta evapotranspiración y elevado porte en altura para aumentar la sombra proyectada". De esta manera se podría reducir la temperatura en al menos diez grados respecto a las zonas expuestas al sol.

Según la propuesta, el tranvía se mantendría en un andén central por la mediana. Ésa es la intención que tiene el Ayuntamiento de Sevilla, que pretende seguir el modelo ya implantado en la avenida de Carlos V y la Enramadilla, con una plataforma central mientras el tráfico discurre a ambos lados. Los expertos de Sevilla por el Clima no ven necesaria la construcción de un paso subterráneo, como se está planteando el gobierno local para el giro a la izquierda desde Ramón y Cajal a San Francisco Javier. Mientras que en el documento remitido a la Junta ya consta esta posibilidad, Sevilla por el Clima no lo considera necesario porque así se podrían reducir costes.

"La incorporación del tranvía debe acompañarse con una reducción del tráfico de paso, que bien puede ser absorbido por otras rondas transversales, como la del Tamarguillo o la SE-30". A su juicio, el giro puede solucionarse con un cruce a nivel, "de forma similar a la solución instalada en el cruce con la avenida de la Borbolla, que permitiría la prioridad del tranvía sin afectar a la capacidad de tráfico".

Otra modificación que plantean es la supresión de los aparcamientos, "que no aportan absolutamente nada a la vida de los barrios". Lo argumentan asegurando que es una zona basada en los viajes al trabajo, y "por tanto especializada en la atracción de viajes desde el exterior". A cambio de quitar las plazas de aparcamiento, "tendríamos la oportunidad de optimizar el reparto de espacio entre transporte público, motorizado y los espacios de movilidad sostenible".

El estudio analiza el estado actual de la avenida, que presenta un "valioso elemento vegetal" en la mediana que separa los dos sentidos de la circulación. "Esta hilera de árboles queda muy lejos de aportar sombra en las aceras, de intenso tránsito peatonal" junto a los edificios. La consecuencia de este diseño urbano actual es un recalentamiento tanto del pavimento como de las fachadas de los inmuebles, algunos de los cuales tienen más de veinte metros de altura.

Las superficies pavimentadas y asfaltadas ocupan alrededor del 90% de la anchura total de la avenida, que es de unos 50 metros. Todos los materiales tienen un índice de porosidad muy bajo y son impermeables a la filtración. "Es decir, que no amortiguan el impacto de la radiación solar con la evaporación de la humedad natural del subsuelo. Tampoco existen elementos destacables que eviten su sobrecalentamiento". El albedo -proporción entre la luz que incide en la superficie y la que se refleja- es inferior al 25%. Son "valores muy elevados de absorción de la energía lumínica, que recalientan en exceso y no permiten recuperar por la noche debido a las altas temperaturas alcanzadas en las horas centrales de los calurosos días estivales".

Los especialistas de la Red Sevilla por el Clima apelan a la "política con mayúsculas" para aprovechar esta oportunidad de que Nervión tenga una avenida mucho más sostenible. "Para que este sueño de hoy se convierta en realidad hay que superar las incertidumbres que puede generar la redacción del proyecto a espaldas del interés real del ciudadano, y queremos evitar que los criterios sólo técnicos que den prioridad al tráfico sean los que prevalezcan", añaden los expertos, que recuerdan que las altas temperaturas son precisamente una de las principales preocupaciones de los sevillanos. Así consta en la encuesta de percepción de la población de Sevilla, del pasado mes de julio.

"La política con mayúsculas que necesita la ciudad de Sevilla en la actualidad tiene en esta actuación la oportunidad de refrendar aquello que el propio gobierno municipal viene insistiendo en asumir: un criterio básico en los proyectos de la ciudad que incluya la aprobación del sello climático, atendiendo a las distintas variables que intervienen en la calidad ambiental y climática del espacio público", concluyen los impulsores de esta iniciativa.

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