El tranvía vuelve a 4 millones de viajeros y pone freno a los usuarios que se cuelan
transporte público | balance anual de 2016
El aumento de revisores que controlan el picado de billetes, la mejora de la frecuencia de paso y la campaña de sensibilización al ciudadano han funcionado.
Los tornos ya no se plantean.
El tranvía del centro, que se afianza como la tercera línea más usada de Tussam, ha logrado poner freno a la sangría de usuarios que se hizo preocupante en 2015, cuando su balance, que venía descendiendo año tras año, cayó por debajo del número mágico de los cuatro millones de usuarios. La buena noticia es que al cierre del año que acaba de dejarnos el llamado Metrocentro (Plaza Nueva-Prado-San Bernardo) arroja un importante crecimiento de viajeros que lo coloca de nuevo por encima de la barrera de los cuatro millones de usuarios.
Esta línea tranviaria de Tussam ha ganado 100.000 viajeros en este último año gracias al plan de trabajo que se puso en marcha en marzo pasado con un refuerzo de revisores de billetes que ejercen un control constante, con un vehículo más que mejora la frecuencia de paso de este servicio y gracias a la campaña de sensibilización que apunta directamente a la corresponsabilidad de los ciudadanos para sostener este transporte no contaminante. La evolución ha sido tal que ha permitido pasar de los 3,93 millones de pasajeros a los 4,04 millones, según los datos hechos públicos por la empresa municipal de transportes urbanos (Tussam) correspondientes al año 2016.
En la peor estapa del tranvía, en lo que a viajeros se refiere, a diario se colaban más de 1.500 pasajeros, según indicaron en octubre de 2015 fuentes de la empresa, que cifraban el fraude en el 14% teniendo en cuenta que la media de pasajeros diarios del Metrocentro rozaba los 11.000.
El comité de los trabajadores de Tussam confirmó este miércoles que se ha notado muchísimo el cambio de cultura del usuario de este transporte "gracias a una inspección casi permanente con personal externo e interno", y que el que antes no picaba su billete ahora lo hace de forma generalizada. "Los que no picaban antes y ahora sí lo hacen es porque no había ese control que hay ahora. Vemos cómo la gente va cancelando su billete con toda normalidad. Y es un mínimo el porcentaje de usuarios que no piensan pagar y nunca lo harán, algo que sucede sobre todo en las últimas horas nocturnas", aseguraron ayer fuentes del comité de empresa.
Los trabajadores están muy satisfechos con una recuperación general de viajeros que se ha dado en las líneas de Tussam. "El incremento ha sido general en toda la red; aunque aún no se nota de una forma muy importante sí se ve una tendencia buena", añaden desde el comité.
En efecto, Tussam ha ganado viajeros, aunque de una forma aún leve, en el balance general de sus líneas al pasar de los 79,54 millones a los 79,56 millones.
Desde el Ayuntamiento de Sevilla, el gobierno local precisó este miércoles que este buen comportamiento que han tenido las medidas acordadas en el plan de trabajo de marzo llevan a descartar la idea de implantar tornos en las estaciones del tranvía. "De momento la idea de los tornos no está encima de la mesa y parece ya que no hacen falta", precisaron desde el equipo de Juan Espadas.
El proyecto de los tornos, adelantado en diciembre de 2015 por este periódico, se planteó como última opción si no prosperaban las otras medidas pensadas para incrementar los pasajeros. La obra de los tornos se diseñó para adaptar las paradas de Plaza Nueva, Prado y San Bernardo con un coste superior a los 525.500 euros. La idea era instalar tornos, vallas y un software para su control con el que Tussam quería reducir un 75% la cifra de los usuarios que no pagaban.
La intención era cerrar estas paradas, las más transitadas de la línea, a partir de 2016 con vistas a ganar 160.000 usuarios en el primer semestre y otros 115.000 en el último semestre del año, lo que supone recuperar un 8% de la demanda de enero a junio y otro 6% de julio a diciembre.
En relación al resto de líneas de Tussam, de quien dependen también los autobuses urbanos de la ciudad, el tranvía se afianza definitivamente como tercera línea, por detrás de la línea 2 (Barqueta-Polígono San Pablo-Ciudad Sanitaria-Heliópolis), líder absoluto de pasajeros con sus 6,53 millones de viajeros transportados en 2016. El segundo lugar lo ocupa la línea 27 (Sevilla Este-Plaza del Duque), con 4,57 millones, y el tercer lugar es para la línea tranviaria, que cerró el año pasado con 4,04 millones de viajeros. El cuarto lugar lo ocupa la línea 13 (Pino Montano-Plaza del Duque), con 3,96 millones de pasajeros.
Desde el comité de empresa de la sociedad de transportes urbanos aclararon este miércoles a este periódico que ven muy difícil que el tranvía pueda desbancar a la línea 27 de Sevilla Este, que se ha hecho muy potente desde que comunica directamente este barrio periférico y muy poblado con la plaza del Duque, una decisión que se tomó en el mandato de Juan Ignacio Zoido.
El comité de los trabajadores de Tussam asegura que el futuro más esperanzador del tranvía está en la ampliación a la estación de Santa Justa, cuando se espera que la línea supere con creces los cinco millones de viajeros. La representación sindical de los trabajadores de Tussam está en manos de los sindicatos SITT (independiente de trabajadores) y CCOO tras las elecciones celebradas el pasado mes de noviembre.
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