La transformación digital, motor del cambio en Sevilla

Si en los últimos 25 años ha habido un cambio notorio en nuestra sociedad ese ha sido el de la transformación digital.

Desde finales de los noventa, Andalucía, y en particular Sevilla, ha experimentado una transformación digital sin precedentes, que ha redefinido no solo la forma en que los ciudadanos se conectan, sino cómo interactúan, trabajan, consumen y viven.

Siendo testigo de esta evolución, desde aquellos primeros pasos con el sonido del módem, hasta la actualidad con redes 5G y ciudades inteligentes, Sevilla ha vivido su propia revolución digital, en la que Diario de Sevilla ha estado siempre presente.

1999-2005: los primeros pasos

A finales del siglo XX, Sevilla, al igual que el resto de España, apenas comenzaba a asomarse al mundo digital. En 1999, la conexión a Internet era algo que solo unos pocos privilegiados tenían en sus hogares, y los que podían disfrutarla lo hacían a través de modems de 56Kbps, con conexiones lentas y caras que limitaban el acceso a unos minutos diarios.

Era una época en la que se pagaba por minuto de conexión, y el acceso a la red se veía más como un lujo que como una herramienta cotidiana.

El ADSL, introducido en 1999 por Telefónica, supuso un hito en la expansión de Internet, ofreciendo una alternativa más rápida y estable que el antiguo módem de marcación telefónica. Sin embargo, las velocidades seguían siendo modestas comparadas con los estándares actuales, y la penetración de Internet en los hogares sevillanos todavía era baja.

En este período, solo un pequeño porcentaje de la población estaba conectada, y muchos recurrían a cibercafés para acceder a la red.

A nivel andaluz, los portales como Hispavista y los primeros foros sevillanos comenzaron a ser utilizados por un grupo reducido de entusiastas que ya vislumbraban el futuro de la comunicación digital.

2005-2010: la expansión de la web 2.0

A medida que avanzaba la década de 2000, Sevilla experimentó un cambio significativo en la adopción de Internet. La banda ancha se popularizó, y el acceso a Internet dejó de estar limitado a unos pocos.

Andalucía se colocaba en una posición intermedia en cuanto a la penetración de Internet, pero Sevilla fue una de las ciudades andaluzas donde la digitalización avanzó con mayor rapidez, con eventos de calado nacional e internacional como Evento Blog España que nacía allá por 2006.

La llegada de la Web 2.0 transformó por completo la forma en que los sevillanos interactuaban en Internet. Con la aparición de Facebook y Tuenti, las redes sociales comenzaron a desplazar a los foros como el principal espacio de interacción online.

Los blogs tuvieron su auge en este periodo. Plataformas como Blogger o WordPress, se popularizaron y cada aspecto, afición o inquietdu encontraba su lugar en la blogosfera.

2010-2020: el boom del smartphone y el consumo de contenidos

Si algo marcó el cambio de la década de 2010 fue la popularización de los smartphones. La irrupción de dispositivos como el iPhone y la expansión de Android significó que el acceso a Internet dejó de estar ligado exclusivamente al ordenador.

De repente, el sevillano medio tenía acceso a la red en la palma de su mano. Esto fue especialmente notable entre los jóvenes, que adoptaron rápidamente WhatsApp como su principal medio de comunicación.

El crecimiento de las redes móviles, con la expansión de la 3G y posteriormente la 4G, permitió que aplicaciones como Instagram o YouTube comenzaran a ganar protagonismo en la vida digital.

El consumo de contenidos también se transformó radicalmente en esta década. Llegó el auge de plataformas como Netflix y Spotify, que reemplazaron a los medios convencionales como la televisión y la radio entre las generaciones más jóvenes.

El turismo, uno de los pilares económicos de la ciudad, también se vio afectado por este cambio. Plataformas como Airbnb comenzaron a ofrecer a los turistas una forma alternativa de descubrir Sevilla.

De igual forma, TripAdvisor y otras plataformas digitales se consolidaron como referencias para los visitantes que querían conocer la oferta gastronómica y cultural de la ciudad.

2020-presente: Sevilla en la era del 5G y la ciudad inteligente

La pandemia del Covid-19, que comenzó en 2020, aceleró la transformación digital de Sevilla. En pocos meses, la ciudad tuvo que adaptarse al teletrabajo y la educación online, lo que supuso un gran desafío.

Sin embargo, esta crisis también impulsó la adopción de nuevas tecnologías. Herramientas como Zoom y Microsoft Teams pasaron de ser herramientas esporádicas a formar parte del día a día de miles de sevillanos.

Al mismo tiempo, el despliegue de la fibra óptica en la ciudad alcanzó su máxima extensión, garantizando que la mayoría de los hogares y empresas tuvieran acceso a Internet de alta velocidad. Pero más allá de la fibra, lo que realmente ha comenzado a marcar la diferencia en los últimos años es la llegada del 5G.

Sevilla ha sido una de las primeras ciudades andaluzas en experimentar los beneficios de esta nueva red, que promete transformar no solo la forma en que nos conectamos, sino también cómo interactuamos con nuestro entorno.

La implementación de tecnologías IoT (Internet de las cosas) y proyectos de ciudad inteligente están comenzando a materializarse en Sevilla.

Desde la gestión del tráfico en tiempo real hasta la optimización del consumo energético en edificios, el 5G está permitiendo que la ciudad avance hacia un futuro más eficiente y sostenible

El futuro de Sevilla en la era digital

Hoy, Sevilla es una ciudad completamente conectada. Desde las primeras conexiones lentas en cibercafés hasta la actual infraestructura 5G y la creciente digitalización de sus sectores clave, la capital andaluza ha recorrido un largo camino.

La transformación digital ha tocado todos los aspectos de la vida de los sevillanos: desde la forma en que nos comunicamos y trabajamos hasta cómo consumimos cultura y nos relacionamos con nuestro entorno.

Con la llegada del 5G y el desarrollo de nuevas tecnologías emergentes como la inteligencia artificial o la realidad aumentada, Sevilla se prepara para una nueva etapa de crecimiento en la que la digitalización seguirá siendo uno de los motores del cambio.