El nuevo centro de transformación de Endesa en el Polígono Sur no dura intacto ni tres semanas

El nuevo centro de transformación de Endesa en el Polígono Sur no ha durado intacto ni tres semanas. Alguien ha causado ya un grave daño en la instalación, cuya pared ha sido taladrada para introducir un cable grueso con el que realizar un enganche ilegal y sustraer así la luz directamente desde el centro. La compañía colocó el transformador el pasado 20 de junio. Dos semanas y media después, ya ha sido vandalizado, según informaron fuentes de la compañía.

Este destrozo no es más que un reflejo del grave problema que existe en esta zona de la ciudad con la luz, donde apenas hay clientes registrados de la compañía pero se consume mucha energía por la gran cantidad de plantaciones de marihuana que hay en los pisos. De hecho, este centro de transformación sustituye a otro anterior que salió ardiendo en febrero después de una sobrecarga de la red, causada precisamente por los cultivos ilegales.

Fuentes vecinales aseguran que el transformador vandalizado no es el que se repuso hace tres semanas, sino que se trata de otro ubicado en otra parte del barrio. Aseguran que el que se colocó en Las Vegas el 20 de junio no ha sufrido ningún daño. Además, añaden que están teniendo muchos retrasos a la hora de contratar la luz, y que algunos de los vecinos han hecho sus contratos nuevos hace una semana siguen sin luz. Lamentan también que sólo haya dos bloques en los que se vaya a regularizar el suministro y se deje sin legalizar el resto. "Estamos totalmente en desacuerdo con las formas de la compañía", aseguran los vecinos.

Tres transformadores de Endesa en el Polígono Sur han sufrido incendios en el último año. La empresa repuso el centro de transformación, que sólo daba servicio oficialmente a un cliente con contrato doméstico registrado, después de que un juez le obligara a devolver el suministro de luz al barrio. El centro de transformación se encuentra ubicado en la calle Utopía, en la barriada Martínez Montañés, conocida popularmente como Las Vegas.

En esta zona, la más degradada de la ciudad, los operarios de Endesa sólo pueden entrar con protección policial y con el rostro oculto. Se han encontrado sorpresas como que no podían entrar en los centros de transformación porque alguien había roto la cerradura, hecho un agujero y colocado una cadena y un candado particular. En ocasiones han tenido que esperar a que apareciera el dueño del candado para proceder a hacer cualquier trabajo en la instalación.

El centro de transformación que acaba de ser vandalizado ha supuesto una inversión que ronda los 85.000 euros. Cuenta con una capacidad de 2.000 kilovoltioamperios (KVA), es decir, la energía necesaria para unas 800 familias. Manipulaciones como las practicadas en esta instalación suponen un peligro grave de incendio y de electrocución para las personas que llevan a cabo estos enganches.

En Las Vegas prácticamente todos los vecinos cuentan con enganches ilegales a la red, como puede verse por los numerosos cables que cruzan algunas calles de edificio a edificio. A pesar de que Endesa ha multiplicado la potencia en el barrio en los últimos años, las plantaciones no han dejado de proliferar y siempre terminan consumiendo todos los recursos.