El tráfico de marihuana se estanca en Sevilla tras varios años de auge
Las incautaciones de cannabis caen en la capital andaluza por primera vez en los últimos cinco años
La demanda ha bajado y las mafias quieren evitar los desplazamientos más largos por miedo a robos y aprehensiones
Golpe de la Policía Nacional al tráfico de marihuana a gran escala
Las estadísticas confirman la tendencia apuntada el pasado verano, cuando muchas de las personas que se dedican al cultivo de marihuana en SevillaSevilla se vieron obligados a rebajar los precios para poder dar salida a sus cosechas. Hubo quien decidió dejar el negocio y quien vendió sin apenas ganancias para al menos no perder la inversión. El mercado estaba cambiando y ya nadie pagaba las cantidades que se habían pagado en los años anteriores.
Esta percepción que ya indicaron a este periódico fuentes de la lucha contra el narcotráfico se ve ahora reflejada en los datos. La estadística anual sobre drogas refleja por primera vez un estancamiento en el tráfico de marihuana en la provincia de Sevilla, en la que caen las incautaciones tras varios años de crecimiento desbordado.
Este es un informe que elabora el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), organismo dependiente del Ministerio del Interior. Aunque se publica cada mes de diciembre, lo hace con datos del año anterior. Es decir, la estadística que acaba de ver la luz corresponde al año 2021. Se espera, por tanto, que para 2022 la caída de los cultivos de cannabis en Sevilla sea más pronunciada.
Así, durante 2021 se decomisaron en la provincia 4,8 toneladas de marihuana y 75.000 plantas de cannabis. El primer dato es inferior al del año anterior, 2020, que se cerró con 4,9 toneladas. Hay, por tanto, una caída del 2,8% entre un ejercicio y otro. Esta cantidad representa el 3,73% de toda la producción nacional, pues en España se intervinieron 130 toneladas de marihuana.
En el caso de las plantas intervenidas sí se observa un crecimiento moderado con respecto al año anterior, cuando se requisaron unas 66.000 unidades. Es una subida de en torno al 13%, mucho más leve que entre las temporadas precedentes.
Parón tras el boom
Entre los años 2017 y 2020, Sevilla se había convertido en una de las principales provincias productoras de cannabis, no sólo de España sino de toda Europa. De hecho, la marihuana que se cultivaba en pisos, locales, garajes, naves industriales y parcelas de la provincia solía exportarse a otros países de Europa, donde el precio se multiplicaba.
En la primavera de 2021, el precio del kilogramo de esta droga en España oscilaba entre los 1.600 y los 2.300 euros. En Alemania costaba entonces unos 6.500 euros y en Suecia se llegaban a pagar hasta 9.000 euros, es decir, cinco veces más del precio en origen.
Esta importante demanda procedente de Europa provocó un enorme auge de los cultivos ilegales, que colonizaron barrios del cinturón periférico de la ciudad como el Polígono Sur, Torreblanca, Palmete o Su Eminencia, entre otros. Muchos de ellos llevan años sufriendo cortes de luz como consecuencia de la actividad de estas mafias, que sustraen la luz de la red pública y provocan sobrecargas, apagones e incendios.
El boom de la marihuana hizo coincidir varios perfiles en este negocio ilícito. Por un lado, los narcotraficantes con experiencia en el tráfico de otras sustancias como la cocaína o el hachís vieron en el cannabis una forma más sencilla de ganar dinero. Y también asumían menos riesgos, pues en la mayoría de los casos los detenidos en las operaciones contra el cultivo de cannabis suelen quedar en libertad provisional y las penas son inferiores. En otras ocasiones, usaban el cannabis para financiar los envíos de otras drogas más duras.
Por otro, personas sin antecedentes y sin experiencia en el mundo de los estupefacientes vieron una oportunidad de ganar dinero rápido y se lanzaron a instalar plantaciones de marihuana, a veces financiadas por las grandes organizaciones dedicadas al narcotráfico. Esto provocó un incremento de la violencia, pues comenzaron a sucederse los robos de cosechas, que en ocasiones acabaron en homicidios.
Evolución histórica
Los datos de incautaciones reflejan una clara tendencia al alza en los últimos años, hasta el frenazo de 2021. En 2017, las Fuerzas de Seguridad se incautaron de una tonelada de marihuana en la provincia de Sevilla. Al año siguiente, 2018, las aprehensiones se duplicaron, con 2,1 toneladas. Fue una subida del 108%. La cantidad de cannabis intervenido en Sevilla suponía entonces un 7,11% del total nacional.
En 2019, el mercado siguió en aumento. Se superaron las 2,8 toneladas de marihuana intervenidas, lo que supuso un crecimiento del 32% y un 8,57% del total de la producción española. El gran crecimiento se produjo en 2020, el año de la pandemia, cuando se intervinieron 4,9 toneladas de marihuana, la cifra récord hasta el momento en la provincia de Sevilla. Fue un repunte del 79% y Sevilla se situó como el cuarto territorio con más incautaciones de España, sólo superada por Madrid, Alicante y Málaga.
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En 2021, sin embargo, se ha producido un estancamiento, que no se ha percibido aún en otras provincias ni tampoco en el global nacional. Sí se ha dado en Madrid, donde las incautaciones de cannabis han caído a la mitad (de 15 a 7 toneladas), pero en otras provincias han crecido de forma exponencial. En cambio, en España se ha pasado de 60 a 130 toneladas incautadas.
La mayoría de ellas fueron en Andalucía. Málaga es ahora la provincia con más marihuana intervenida, 23 toneladas; y le siguen Almería, con 17; y Cádiz, con 16. El cuarto puesto es para Alicante, con 8,1; el quinto para Valencia, con 7,6; y el sexto y el séptimo son para Madrid y Barcelona, cada una con 7,6. En octavo lugar está Gerona, con 7,4; y el noveno lo ocupa Granada, con 7. Sevilla es ahora la décima provincia y el volumen de sus incautaciones no llega al 4% del total nacional.
Un nuevo escenario
El nuevo escenario al que se enfrentan ahora los productores locales de marihuana apunta a una caída de la demanda, que ya se dio el año pasado en Madrid y Sevilla. Son varios los factores que explican esta involución. El primero de ellos es que ya no hay tanta demanda del extranjero. Antes, la totalidad de la marihuana que se consumía en Europa se producía en España, y buena parte de ella en Sevilla. Había clanes encargados de comprar la droga a los cultivadores y llevarla a otros países europeos, con sus propias redes de distribución o incluso a través de empresas de paquetería.
La demanda del extranjero ha caído porque se ha comenzado a sembrar en los países que antes eran receptores de la droga. También lo han hecho en ciudades españolas más cercanas a sus fronteras, como Barcelona o Gerona, en las que sí se observa un crecimiento importante en 2021. Para las mafias ya no es tan rentable venir hasta Sevilla, pues cuanto más kilómetros se recorra con la droga, más riesgo existe de que el envío sea interceptado por la Policía, o robado por otros clanes que tengan conocimiento del cargamento. Han sido muchos los vuelcoso robos de droga en los últimos años.
El pasado verano, los pocos compradores a gran escala que quedaban en la capital andaluza estaban pagando un euro por gramo, cuando antes abonaban dos y hasta dos y medio. Tampoco quieren semillas, sino esquejes, que necesitan más cuidados y más gastos. Un esqueje suele costar unos cuatro euros. Toda esta caída ha provocado que muchos de los que se pasaron a la marihuana hace años hayan dejado ya este negocio y hayan buscado otras formas de ganarse la vida. La venta de otras sustancias, los robos y la venta de coches son algunas de las opciones más recurrentes.
Otras drogas
Además de la marihuana, el hachís sigue siendo la sustancia más común en Sevilla, donde se intervinieron el año pasado más de 15 toneladas de esta droga. Supone una subida del 48% en relación con el ejercicio anterior. Y es posible que vaya a más, puesto que la presión policial sobre el Campo de Gibraltar ha llevado a las organizaciones que trafican con el hachís del norte de África a buscar vías alternativas y una de las más explotadas es el río Guadalquivir.
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Las incautaciones de cocaína también han crecido bastante, hasta alcanzar los 77 kilos aprehendidos. Es un 55% más que en 2020. Los derivados cannábicos copan la lista de sustancias más extendidas en la capital andaluza, donde sí se aprecia una fuerte subida de la metanfetamina. Casi 8 kilos de esta sustancia se intervinieron en Sevilla en 2021, lo que supone el 13% del total nacional.
Llama la atención el desplome de la heroína, que ahora es la duodécima droga más incautada, con poco más de un kilo en todo el año. Ha caído un 88% entre 2020 y 2021, lo que confirma su condición de droga residual tras un pequeño repunte hace unos años.
En cuanto al número de detenidos, la Policía Nacional y la Guardia Civil arrestaron a 1.062 personas por tráfico de drogas a lo largo del año pasado, lo que supuso un aumento del 7,7% en relación con el ejercicio anterior. Más crecieron las denuncias, en torno a un 54,15%. Fueron en total 15.433 en 2021.
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