Un toxicómano mata a su padre en la Macarena
La Policía Nacional ha detenido al presunto parricida poco después del crimen tras una persecución
Los hechos han ocurrido en un piso de la calle Niña de la Alfalfa, en la barriada de la Carrasca
Antonio Perejil, escritor y minero, es la víctima del crimen de la Macarena
Un toxicómano ha matado presuntamente este miércoles a su padre en la Macarena. El presunto autor del homicidio ha asestado al menos una cuchillada en el pecho a su progenitor en el domicilio familiar, ubicado en la calle Niña de la Alfalfa, en la barriada de la Carrasca. La Policía Nacional ha detenido al parricida unas horas después del asesinato en la avenida de San Lázaro, a unos doscientos metros del escenario del crimen.
La víctima es Antonio Perejil Delay, que iba a cumplir este jueves 66 años. Es un escritor natural de Nerva (Huelva) que pasó mucho tiempo afincado en Gerena, donde había publicado varios libros. Estaba prejubilado de la mina de Aznalcóllar.
La sala del 091 recibió una llamada alertando del suceso sobre las seis de la tarde. Una persona comunicaba que un hombre había sido asesinado presuntamente por su hijo, que tiene desde hace años problemas con las drogas. La Policía envió varios patrulleros, los Zetas, al lugar indicado y confirmó la veracidad del aviso. Una ambulancia del 061 había sido movilizada pero se retiró después de que los médicos sólo pudieran certificar la defunción.
El cuerpo sin vida de Antonio Perejil con al menos una herida mortal en el pecho. El hijo, Jesús, de 28 años, se había marchado del piso y se encontraba en paradero desconocido. Algunas fuentes apuntan a que pudo ser la mujer de la víctima y madre del asesino la que descubrió el cadáver.
Varios vecinos explicaron a este periódico que el presunto parricida llevaba años consumiendo drogas y que había tenido muchas peleas y discusiones con sus padres. Tiene once detenciones anteriores, la primera de ella del año 2016. Jesús Perejil fumaba pasta base, que compraba habitualmente en el cercano barrio del Polígono Norte. Sus padres habían intentando ingresarlo en varios centros fuera de Sevilla, sin éxito.
"Aquí han venido a buscarlo gente del Polígono Norte porque les debía dinero. Ha tenido muchos problemas y las discusiones con su padre eran muy frecuentes. Últimamente se ganaba algunos euros aparcando coches cerca del Hospital Macarena", apunta un vecino, que explica que el joven era licenciado en Informática y llevaba una vida normal hasta que cayó en la droga.
Sobre las nueve de la noche, cuando todavía la comisión judicial y los patrulleros, el Grupo de Homicidios y la Policía Científica estaban en la vivienda, se oyó un grito: "¡Policía, aquí está!". Varios agentes uniformados y de paisano salieron a la carrera del bloque y persiguieron a pie al sospechoso, hasta que le dieron caza en la avenida de San Lázaro.
Celedonio Martínez, vecino de la zona, colaboró en el arresto reteniendo al prófugo. "Me había contado un vecino que es policía jubilado lo que había ocurrido, y que estuviera atento por si lo veía por aquí. Y he escuchado unas voces y me lo he encontrado de frente. Lo he agarrado por el abrigo y rápidamente ha venido la Policía, lo ha tirado al suelo y lo han detenido".
Mientras tanto, dos operarios del Tanatorio Nervión sacaban los restos mortales de Antonio Perejil de la vivienda. El Grupo de Homicidios continúa ahora con la investigación y le tomará declaración al presunto parricida y a los posibles testigos en las próximas horas.
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