Una tortuosa relación de pareja originó la reyerta que acabó con dos muertos en las Tres Mil

"Isra sacó una pistola y disparó al aire, pero lo atropellaron y luego lo apuñalaron. Salió volando varios metros hacia la rotonda y luego le dieron varias puñaladas. Iba ya muy mal, prácticamente muerto. Luego ya se liaron a tiros entre varios y hubo varios heridos más. Fue un horror lo que se vivió aquí anoche". Así habla una testigo de la reyerta ocurrida la madrugada de ayer en las Tres Mil Viviendas, que acabó con dos personas muertas y otras cinco heridas por armas blancas y de fuego, una de ellas en estado muy grave. Uno de los heridos es menor de edad, al igual que el único de los detenidos que hay por ahora.

Los hechos ocurrieron a las doce y diez minutos de la noche en la calle Victoria Domínguez Cerrato, antigua Manuel Fal Conde, una vía muy próxima a la vía del tren que separa el Polígono Sur del barrio de Bami, ese muro que ejerce de barrera entre una zona acomodada de Sevilla y el barrio que repite una y otra vez como el más pobre de España en los estudios de nivel de renta por hogar. Junto a la rotonda que lleva a la iglesia de Jesús Obrero coincidieron dos familias enfrentadas desde hace tiempo por la relación sentimental de dos de sus miembros. Lo que debería haber sido una discusión sin más pasó a mayores en el momento en que entraron las familias de ambos jóvenes y sacaron las armas de fuego.

Y pudo todavía ser peor, pues una bala perdida se coló por la ventana de un piso cercano y rozó a una niña, ajena a todo conflicto, que resultó herida leve, en un episodio que recuerda mucho al ocurrido en agosto de 2013, cuando una menor de siete años, Encarnación Silva Salguero, fue tiroteada por error mientras estaba en su casa. Aquella muerte provocó una auténtica conmoción en el barro, pero nada parece haberse aprendido desde entonces en una zona en la que los incidentes con armas de fuego no son infrecuentes y forman parte de las propias exhibiciones de músculo y de fuerza que hacen los narcotraficantes que operan en ella.

Sin embargo, el suceso de ayer nada tiene que ver con el narco. El Isra al que se refiere la testigo era una persona muy conocida en las Tres Mil Viviendas, Israel G. V., de 43 años, muy popular por sus vídeos en Tiktok. Muchos vecinos le habían visto alguna vez ostentando una pistola. De hecho, cuentan que se subió a la azotea de su bloque y amenazó con disparar alguna vez. A pesar de ello, no era una persona relacionada con el narcotráfico a gran escala, que suele ser el que trae la tenencia de armas. Trabajaba como personal de limpieza en el Hospital Virgen del Rocío, el mismo sitio al que fue trasladado agonizante y en el que murió poco después de su ingreso, ya bien entrada la madrugada del lunes.

Uno de sus hijos, Manuel, resultó herido muy grave con lesiones de arma blanca y de fuego, y murió en el hospital bien entrada la tarde del lunes. Otras dos jóvenes de su familia también sufrieron heridas. Una de ellas tenía una cuchillada en la pierna que le afectó la femoral, y salvó la vida gracias a la pericia de tres policías nacionales, que la montaron en la parte trasera del patrullero con uno de ellos taponándole la herida. Y así llegaron al hospital Virgen del Rocío, que está muy cerca del lugar en el que ocurrieron los hechos.

La familia rival reside en Palmete y cuenta con un herido muy grave, un hombre de 53 años que recibió un disparo en el cuello, y del que ayer fuentes oficiales llegaron a confirmar su defunción para luego desmentirla. Una prueba de la confusión que existe todavía sobre el suceso. Este hombre llegó al lugar en un coche con dos de sus hijos, un joven que continúa en búsqueda y captura y su hermano menor de edad, que es el primer detenido por su presunta participación en la reyerta. La Policía mantuvo ayer un despliegue importante tanto en el complejo sanitario como en el Polígono Sur, para evitar posibles represalias o venganzas.

Ambas familias estaban enfrentadas por la relación sentimental de dos jóvenes, cada uno miembro de una de ellas. La tensión entre ambos grupos se había incrementado en las últimas semanas, y terminó de estallar hace unos días tras el ingreso hospitalario del novio tras una ingesta masiva de fármacos, posiblemente como consecuencia de una ruptura o desengaño amoroso. La pareja se marchó con su familia, lo que motivó que el joven despertara en el hospital y llamara a sus primos, trabajadores del mismo. Isra no estaba en ese momento trabajando, pero sí su hijo, al que el joven pidió que le trajera algo de comer.

Extrañados por la ausencia de la pareja, pidieron explicaciones a la misma, sin más novedad hasta que coincidieron la noche del domingo con ella en la calle Victoria Domínguez Cerrato. La joven, asustada, llamó a sus familiares, algunos de los cuales viven fuera del barrio y llegaron en su ayuda. Esto hizo que se juntaran en la zona varias personas y se entablara una discusión que fue subiendo de tono, pero que no terminó con unos insultos sino que pasó a mayores en el momento en que Isra sacó la pistola que tantas veces había mostrado y empezó a pegar tiros al aire.

Los miembros de la familia rival, en respuesta, atropellaron a este hombre, al que desplazaron varios metros. Y luego lo apuñalaron en la cabeza, causándole lesiones muy graves que le provocaron la muerte instantes después. Los familiares de Isra respondieron abriendo fuego y la reyerta terminó con seis personas heridas, cuatro de ellas por impactos de bala y dos por armas blancas.

El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional en Sevilla se ha hecho cargo de la investigación del asunto y ha detenido ya a una primera persona, un menor de edad, por su presunta participación en los hechos. No se descartan más detenciones en las próximas horas. Los agentes tomaron ayer declaración a varios testigos, mientras que los agentes de la Policía Científica realizaron una primera inspección ocular del lugar de los hechos, en el que a primera hora de la mañana de ayer podían verse aún restos de sangre, cristales y neumáticos. También están a la espera de que se le practique la autopsia al cadáver de la víctima, que fue trasladado ayer al Instituto de Medicina Legal de Sevilla.

Un día después del altercado, la tensión en la zona es más que evidente y ya empiezan también a cobrar fuerza los rumores por las calles del barrio. Tanto la Unidad de Intervención Policial (UIP) como la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) mantienen un dispositivo activo en las Tres Mil para calmar los ánimos con la presencia policial.

El comisionado para el Polígono Sur, Jaime Bretón, mostró su "preocupación por el hecho de que una reyerta vecinal o familiar acabe no en insultos o en un enfrentamiento verbal sino en una agresión física con dos muertos y varios heridos graves". Bretón pidió "prudencia y calma" a los vecinos del barrio durante los próximos días, al tiempo que insistió en una petición que ya ha formulado en varias ocasiones, cada vez que se produce un incidente con armas de fuego en el barrio.

"Hemos solicitado a la Subdelegación del Gobierno en Sevilla que se incremente el control de armas en el Polígono Sur. No es normal que en el barrio se porten armas y haya ostentación de las mismas, como por ejemplo hacía el fallecido. Pedimos que, además de las investigaciones propias de la Policía o de la Guardia Civil, se establezcan controles aleatorios para retirar armas de fuego de las calles", apuntó el comisionado.

Bretón ha recordado en varias ocasiones que todas las incautaciones de armas de fuego en el Polígono Sur, como en el resto de la ciudad, van relacionadas directamente con las operaciones contra el narcotráfico. De hecho, la tenencia de armas de fuego es un fenómeno muy vinculado al tráfico de drogas. El comisionado solicita que se hagan controles aleatorios, como se hacen para encontrar a personas reclamadas o vehículos robados o incautar pequeñas cantidades de estupefacientes.