Los aranceles de EEUU lastran el negocio de las torres eólicas en Sevilla

GRI Towers Sevilla, que opera en el Polígono Astilleros del Puerto, es una de las más afectadas y sufre una "reducción radical de la actividad"

El Puerto ha autorizado a GRI a ceder parte de su concesión a un tercero por tiempo limitado para actividades industriales, logísticas, de almacenaje, educación y formación

Embarque de piezas de una turbina eólica de GRI en el Puerto en el verano de 2019.
Embarque de piezas de una turbina eólica de GRI en el Puerto en el verano de 2019. / Juan Carlos Muñoz

La decisión de EEUU de imponer aranceles superiores al 70% a la importación de torres eólicas por parte de España (por considerar que entran en el mercado por debajo de su coste real, lo que se conoce como prácticas de dumping) está afectando a fabricantes de estas gigantescas estructuras que operan en el polígono Astilleros del Puerto de Sevilla.

Los aranceles durarán al menos 5 años, según la Asociación Empresarial Eólica (AEE)

Uno de los grandes afectados es GRI Towers Sevilla, del grupo industrial vasco GonvarriGonvarri, ligado a la multinacional española Gestamp. GRI Towers Sevilla es actualmente la concesión que más suelo ocupa en Astilleros y una de las que más ingresos reporta al Puerto de Sevilla después de las terminales portuarias, las terminales de contenedores y las empresas de graneles sólidos y líquidos.

La empresa asegura haber sufrido una "reducción radical de la actividad" por estos aranceles. "Una caída radical de los pedidos y de actividad en la concesión de GRI en Sevilla, desde octubre de 2020 que ha encaminado ésta a una reducción radical de la actividad", según el informe que abordó el consejo de administración del Puerto de Sevilla el pasado mes de octubre.

GRI Sevilla sigue exportando torres al Norte de Europa

La empresa GRI Towers Sevilla, que opera en el Polígono Astilleros del Puerto, se ha quedado por ahora sin el mercado de EEUU pero sigue manteniendo actividad de exportación de secciones de torres eólicas hacia el Norte de Europa. En octubre de este año embarcaron secciones de torres eólicas con destino al Norte de Europa y a finales de este mes de noviembre está que hay previsto otro nuevo embarque.

La empresa guarda silencio y no ha querido ofrecer ninguna información al respecto a pesar de los intentos reiterados de esta redacción por contactar con la dirección y con su portavoz.

En ese informe GRI Sevilla admite que está perdiendo negocio por la imposición de estos aranceles, y le ha pedido al Puerto de Sevilla que le reduzca el ámbito de la concesión (que excluya una parcela de 22.750 metros cuadrados donde se ubica una nave de 11.187 metros cuadrados, un edificio de oficinas y una explanada), que modifique a la baja la cláusula de actividad mínima prevista en su concesión para que se reduzca la tasa anual que paga al Puerto y poder beneficiarse de bonificaciones a la tasa de ocupación.

El Puerto le ha denegado estas tres peticiones porque aceptarlas supondría dejar de percibir al año 1,28 millones de euros en tasas portuarias y porque considera que la empresa tiene otros mercados europeos en los que exportar sus torres eólicas.

La única medida que el consejo de administración del Puerto ha concedido a GRI Towers Sevilla es modificar su concesión administrativa en el Polígono Astilleros de Sevilla para ampliar el objeto de la concesión a la "cesión total o parcial de espacios a terceros para el desarrollo de actividades industriales, logísticas, de almacenaje, educación y formación". Este permiso puede ser "a cambio de precio y por tiempo determinado".

Componentes de torres eólicas dispuestos para embarcar en el polígono Astilleros de Sevilla en 2017.
Componentes de torres eólicas dispuestos para embarcar en el polígono Astilleros de Sevilla en 2017. / Puerto de Sevilla

GRI Sevilla argumenta que la actividad que es objeto principal de la concesión (la fabricación y expedición de estructuras metálicas y torres eólicas 'off shore') "se ha visto notablemente afectada por las políticas comerciales adoptadas por el Gobierno de Estados Unidos".

Esto ha derivado, explica GRI, en que los clientes que exportaban torres eólicas de metal desde España "han cancelado sus planes dada la gran incertidumbre por los enormes sobrecostes que podría acarrear".

La empresa ha tomado medidas laborales. Ha aplicado un ERTE por el que la plantilla pasó de las 342 personas en noviembre a 132 trabajadores activos en marzo de 2021. Y desde mayo de 2021 solo quedan 30 personas en activo y 115 en ERTE. Se plantea ante la falta de pedidos prolongar el ERTE o incluso hacer un ERE.

Desde la Federación de Empresarios del Metal (FEDEME) se rechaza valorar los efectos de esta crisis provocada por los aranceles de EEUU porque GRI no forma parte de sus asociados. Tampoco quiere hacer ninguna valoración la Cámara de Comercio de Sevilla.

Solicitud de renunciar a parte de la concesión

El Puerto de Sevilla ha denegado la petición de GRI de reducir la concesión por entender que quedan más de 44 años de concesión administrativa de los 50 que se fijaron, que el concesionario debe asumir los riesgos del desarrollo de su actividad derivados de la incertidumbre del mercado. Y recalca que no son imputables a la Autoridad Portuaria de Sevilla las circunstancias que alega la empresa GRI y que los cambios que puedan darse en la actividad comercial son consustanciales a esta.

33 millones de euros. La empresa pidió que la cláusula de actividad mínima sea así hasta el año 11º

El Puerto alega incluso que la empresa no ha probado que haya sufrido una afección a su actividad por las nuevas políticas comerciales de EEUU porque hasta la fecha el Puerto no tiene constancia de que el embarque de las torres eólicas que fabrica en el ámbito de su concesión haya tenido como destino EEUU.

El Puerto asegura que no puede aceptar la renuncia a parte de su concesión que plantea GRI porque supondría reducir las tasas de ocupación en 368.392 euros al año (IVA no incluido) cuando la empresa solo lleva operando en estos suelos 5 años y 5 meses, porque no hay otra empresa interesada y agrega que esto le produciría perjuicios al interés público del Puerto de Sevilla.

Sin reducción de la cláusula de actividad mínima

El Puerto de Sevilla también ha denegado la petición de GRI Towers Sevilla de que se le reduzca la cláusula de actividad mínima prevista en su concesión. Solicita fijar el volumen mínimo en 33 millones de euros al año (IVA no incluido) hasta el año 11º de explotación, en 78,1 millones del año 12º al 16º, en 78,7 millones en el año 17º y durante el resto de la concesión.

Según el Puerto, el impacto que tendría esta reducción de la actividad mínima que pide GRI Sevilla sería de casi un millón de euros: 916.360 euros al año (IVA no incluido), un cálculo solo realizado hasta la anualidad número 16.

El Puerto argumenta que no puede aceptar esta petición, entiende que carece de justificación modificar el régimen económico de concesión administrativa otorgada a GRI Towers Sevilla "en exclusivo favor de la mercantil concesionaria" por considerar que su fin es "que este organismo público financie o subvencione la actividad de la mercantil concesionaria fuera de todo procedimiento legal establecido".

Sin bonificación de la tasa de ocupación

La tercera petición de GRI Towers Sevilla al Puerto es que le aplique bonificaciones de la tasa de ocupación, algo que la Autoridad Portuaria deniega alegando que las obras que ha realizado la empresa no figuran entre las que pueden ser bonificadas.

Más elementos de torres eólicas en el Puerto de Sevilla en 2017.
Más elementos de torres eólicas en el Puerto de Sevilla en 2017. / Puerto de Sevilla

"Los aranceles se pueden reducir pero no eliminar"

La Asociación Empresarial Eólica (AEE), que representa a más del 90% del sector en España con más de 250 empresas asociadas, explica que las empresas afectadas por los aranceles de EEUU, como GRI Towers Sevilla, están redirigiendo a otros mercados de Europa y de otros continentes la producción que antes enfocaban a Norteamérica.

El sector eólico asegura haber encajado los aranceles sin un gran impacto

Su director general Juan Virgilio Márquez López asegura, en una entrevista telefónica con este periódico, que en el sector eólico español en general “se ha encajado la medida sin que haya un impacto esencial” y “no hay alarma” por estos aranceles, pese a que esté afectando a algunas empresas en particular.

La asociación ofrece también datos sobre las ventas de componentes eólicos de las empresas españolas a EEUU: a este país se exporta un 25% del total del negocio, pero las torres eólicas solo representan un tercio de este porcentaje. Y añade que cada vez se exportan menos componentes porque se montan más en España.

Respecto a una posible solución, la asociación aclara que los aranceles se pueden reducir pero no eliminar. En principio estos aranceles se van a mantener durante 5 años si bien EEUU puede revisar cada año a la baja el porcentaje de los aranceles, en función de la justificación que ofrezcan las empresas afectadas para demostrar que no están realizando prácticas de dumping, aclara el director general de AEE.

La entidad señala que la solución depende de las empresas afectadas con la administración de EEUU, pero elogia la “labor encomiable” que ha realizado el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo de interlocución, acompañamiento y defensa de los intereses de las empresas del sector ante la administración norteamericana.

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