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"Yo no toqué la policromía del Cristo de las Tres Caídas"

Luis Álvarez Duarte fue el último restaurador que intervino al titular de la Esperanza de Triana

Luis Álvarez Duarte en su taller de Gines. / Juan Carlos Muñoz
Juan Parejo

17 de febrero 2017 - 08:51

Fue el último restaurador que intervino al Cristo de las Tres Caídas, titular de la Hermandad de la Esperanza de Triana, que, tras la Semana Santa, será retirado del culto para ser sometido a una "intervención conservativa" por parte de Pedro Manzano. Luis Álvarez Duarte asegura que el hermano mayor le pidió que formara parte de la comisión de expertos que ha realizado uno de los dictámenes para intervenir la imagen, aunque no lo consideró. Afirma categóricamente que estructuralmente el Cristo "está magnífico" y desea que la restauración salga bien.

El principal problema de la imagen es el oscurecimiento de la policromía. Los estudios encargados por la hermandad han constatado que la pintura original existe debajo de varias capas superficiales. Luis Álvarez Duarte incide en que la actual no es suya: "La policromía que hay es la de Castillo Lastrucci. Yo no la toqué, salvo las manos y el cuerpo. Está todo muy documentado y con fotos". El escultor afincado en Gines sí le realizó un nuevo cuerpo anatomizado a la imagen debido al mal estado de conservación en que se encontraba el anterior, que era de candelero, y explica que está en buenas condiciones: "Yo le hice el cuerpo bajo la dirección de don José Hernández Díaz. Lo tiene perfecto. También le pusimos el mechoncito más acorde con la barba y el cabello".

El escultor defiende que el cuerpo que le hizo al Cristo se encuentra en perfectas condiciones

El reconocido imaginero, que también restauró a la Esperanza, una intervención que generó mucha polémicaen su día, reconoce que el hermano mayor le ofreció participar en la comisión de expertos, en la que se han integrado doctores en Historia del Arte y química de la Universidad de Sevilla, aunque no lo vio oportuno: "Yo soy imaginero y restaurador. Respeto lo que haga la hermandad, pero prefiero estar callado".

No esconde cierta decepción, sobre todo porque asegura que son muchos los fieles y devotos que querían que fuera él quien interviniera a la imagen, como ha sucedido las últimas veces: "Me han llamado muchísimos hermanos para preguntarme al respecto, pero yo tengo que respetar lo que la hermandad decida. Yo encantado. Tengo afortunadamente mucho trabajo tanto de obras nuevas como de restauración". Eso sí, espera que el resultado de los trabajos sea positivo: "Estoy contento y feliz. Que lo hagan bien y que den con la tecla, que es lo necesario".

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