De Toledo a Sevilla: conversación en las catedrales

Calle Rioja

Aniversario. El lunes se cumplen 40 años de la ordenación en Toledo del arzobispo de Sevilla, que celebró el jueves una misa para agradecer a quienes pusieron los cimientos de su vocación

Misa de celebración de los cuarenta años de la ordenación de Saiz Meneses.
Misa de celebración de los cuarenta años de la ordenación de Saiz Meneses. / M.G.

13 de julio 2024 - 05:59

LA del jueves 11 de julio en la Catedral fue una misa de muchos aniversarios en la trayectoria pastoral y personal de José Ángel Saiz Meneses (Sisante, Cuenca, 1956), desde el 17 de abril de 2021, en plena pandemia, arzobispo de Sevilla. El lunes 15, un día después de que rompamos el maleficio de la Armada Invencible, se cumplirán cuarenta años de su ordenación sacerdotal en la catedral de Toledo de manos del cardenal Marcelo González. Este mes también se cumplen 20 años de su nombramiento el 25 de julio de 2004 como obispo de la nueva diócesis de Tarrasa, constituida en decreto que firmó Juan Pablo II el 15 de junio de ese año, un nuevo territorio pastoral que agrupaba municipios tan populosos como Sabadell o la propia Tarrasa, ambos con más de 200.000 habitantes y poblaciones señeras del Vallès como Montcada i Rexach o Granollers.

Justo un año antes de la misa del jueves, la peregrinación que presidía Saiz Meneses a Tierra Santa hacía escala en Jerusalén después de tres pernoctas en Nazaret y una en Belén. Un viaje inolvidable desde el pueblo en el que nació Jesús hasta la ciudad en la que fue recibido con palmas y después moriría en la cruz expiando los pecados de la humanidad. En la misa del jueves participaron más de medio centenar de sacerdotes. Dos de ellos, Marcelino Manzano y Manuel Soria, que a la vuelta sería nombrado párroco de Santa Ana, le acompañaron en aquel viaje. También lo hizo Félix Quijada, diácono destinado en Pastoral Penitenciaria, que fue quien encabezaba el cortejo sacerdotal con el Evangelio entre las manos y leyó el texto del evangelista san Juan con la frase definitoria y definitiva: “No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos”. Esa declaración de intenciones en la que Jesucristo dice a quienes le siguen que “no os llamo siervos; ahora os llamo amigos”.

Hay un cuarto aniversario simbólico. El jueves 11 de julio se cumplían catorce años del Mundial que España ganó en Sudáfrica. El gol a Holanda lo marcó Andrés Iniesta. Su pueblo, Fuentealbilla, en la provincia de Albacete, pertenece a la misma comarca de la Manchuela en la que se encuentra Sisante, el pueblo de la provincia de Cuenca en el que nació Monseñor Saiz Meneses. Los dos, el futbolista y el obispo, se fueron muy pronto a Barcelona. Iniesta entró en la Masía siendo un niño y el actual arzobispo de Sevilla ingresó con 12 años en el Seminario Menor Diocesano Nuestra Señora de Montalegre de Barcelona. En esta ciudad se licenció en Psicología y completó su formación con los estudios de Filosofía en Toledo y Teología en Burgos.

Con ese bagaje llegó a la diócesis de Sevilla, “el lote que me tocó en la heredad”, como dijo citando una hermosa frase del Evangelio. Ya fuera párroco en pueblos de Toledo, capellán en un hospital de Valladolid, obispo auxiliar en Barcelona o titular en las diócesis de Tarrasa y Sevilla, lo que siempre ha mantenido es el lema episcopal que siempre le acompaña, Duc in Altum (Rema mar Adentro). Lo exhibió como obispo de Tarrasa. En la peregrinación a Tierra Santa celebró misa en una iglesia de Magdala que llevaba ese nombre. Con el título traducido, Remad mar adentro (Edibesa), Saiz Meneses publicó un libro en el que recopila las cartas dominicales de sus tres primeros cursos pastorales en la diócesis de Tarrasa (2004 a 2007) y las catequesis impartidas en la Jornada Mundial de la Juventud en Colonia. Y Duc in Altum ha titulado Fernando Aguilá el tema musical que se estrenó con toda solemnidad con voces y música del Coro de la Catedral en la ceremonia del cuadragésimo aniversario de su ordenación sacerdotal.

Además de los dos obispos auxiliares, Teodoro León y Ramón Valdivia, le acompañó el obispo de Santa Marta (Colombia), José Mario Bacci, ciudad que el próximo año conmemora el quinto centenario de su fundación por el trianero Rodrigo de Bastida. Luis Rueda coordinó toda la liturgia de la ceremonia, que tuvo tres momentos que se salieron de la estricta celebración: la emotiva intervención de Ramón Valdivia, que hizo un paralelismo entre la trayectoria de Saiz Meneses y los compases de la partitura, para llegar a un Allegro ma non troppo; la aproximación del arzobispo al coro para abrazar a Fernando Aguilá y felicitar a los músicos entre aplausos de la feligresía; y la salutación a aquel cura de Cuenca que empezó como pastor en pueblos de Toledo por parte de las autoridades municipales, militares, consulares y demás. Entre otros, estaba Emilio Boja, presidente del Ateneo, ya deshojada la incógnita de quienes encarnarán a sus Majestades de Oriente, Reyes Magos que ocupaban uno de los espacios en el Retablo Mayor junto al que se celebró la multitudinaria misa para el obispo que fue pastor en las dos Castillas, en Cataluña y en Sevilla relevando a Juan Asenjo Pelegrina (Sigüenza, 1945). El origen del titular de la archidiócesis pasó de Guadalajara a Cuenca. Cuando Saiz Meneses fue ordenado sacerdote, era obispo de Cuenca, su diócesis de ascendencia, onseñor Guerra Campos, obispo preconciliar que fue procurador en Cortes.

En el libro Remad Mar Adentro el prólogo es de Ricard Maria Carles, que fue arzobispo de Barcelona entre 1990 y 2004, y con quien Saiz Meneses fue secretario general, canciller y obispo auxiliar. Le marcaron aquellos años y después de cuatro décadas en la que la diócesis de Sevilla estuvo gobernada por pastores del Atlético de Madrid (los colchoneros Amigo Vallejo y Asenjo Pelegrina) llegó a la ciudad del Betis y el Sevilla un seguidor del Barcelona, el equipo de Iniesta, una afición que le debió quedar de sus tiempos de seminarista en Barcelona o párroco en Sant Andreu de Palomar y la iglesia de la Mare de Déu del Roser, en Cerdanyola del Vallès. En la peregrinación a Tierra Santa que se inició el 7 de julio del año pasado, tres meses antes de los ataques de Hamas, estuvimos desconectados de la actualidad. Saiz Meneses, muy activo en las redes, sólo habló de dos cuestiones: el debate Sánchez-Feijóo previo a las elecciones del 23 de julio de ese año, y en Jericó se enteró de la muerte de Luis Suárez, que fue futbolista del Barcelona antes de triunfar en el Inter de Milán, uno de los tres gallegos además de Marcelino y Amancio que participaron en la primera Eurocopa, la de 1964 a la Unión Soviética. Veinte años antes de la ordenación sacerdotal de Saiz Meneses. Esperemos que el mismo día de su aniversario vengan los periódicos con la conquista de la cuarta.

No os llamo siervos, ahora os llamo amigos. La vocación de servicio es inseparable del carisma pastoral de este obispo. Su primera misa como obispo de Tarrasa la inició con una cita de san Lucas: “Entre vosotros estoy como el que sirve”. Francisco Vélez, presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías, estaba en primera fila. El año del aniversario de la ordenación sacerdotal del arzobispo terminará por todo lo alto, con el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular. Una primavera en invierno.

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