Un alumno tetrapléjico de Sevilla es el primero de Andalucía en graduarse en Primaria sin adaptación curricular
Educación
Su historia supone el triunfo de la educación inclusiva en un colegio público
La implicación del CEIP Sor Ángela de la Cruz ha permitido este logro
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El colegio público Sor Ángela de la Cruz, en el Casco Antiguo de Sevilla, ha conseguido un éxito sin precedentes en Andalucía en el ámbito de la educación inclusiva. Un triunfo que tiene nombre y apellidos: Daniel Borchardt, alumno con tetraplejia espástico-distónica que ha acabado sus estudios de Primaria sin necesidad de adaptación curricular, sólo con los medios con los que cuenta este centro de enseñanza, convertido ya en un referente en la atención a menores que presentan este tipo de limitaciones. Un logro por el que este martes ha recibido la visita y el reconocimiento de la consejera de Desarrollo Educativo y FP, Patricia del Pozo.
El caso de Dani ha supuesto el mayor reto para el CEIP Sor Ángela de la Cruz. Con tal contundencia lo afirma su director, Miguel Ángel Toro, que lleva más de 20 años ejerciendo dicha responsabilidad en este colegio público del centro de Sevilla. No ha sido tarea fácil, pero el compromiso, esfuerzo y la implicación de la comunidad educativa han hecho posible que este alumno pueda pasar a la ESO dentro de la enseñanza ordinaria y, lo que es más importante, integrado desde el primer día en el aula, con estudiantes de su edad, que lo han acogido como un compañero más.
Ana Medina es la madre de Daniel. La familia reside en la calle Gonzalo Bilbao. Cerca de su vivienda existen otros colegios, pero se decantaron por el Sor Ángela de la Cruz al comprobar el compromiso mostrado por su director y el claustro de profesores por ofrecerle una educación lo más inclusiva posible a su hijo. "Nosotros éramos conscientes de que Daniel tiene la inteligencia preservada y que su tetraplejia afecta al ámbito motor y comunicativo", explica Medina. Una circunstancia que hace factible acudir a un aula ordinaria, integrarse en ella y completar la formación obligatoria. Incluso asistir a la universidad, como así se plantea el propio Daniel.
Un aprendizaje "mutuo"
Hacía falta, eso sí, mucho compromiso para un camino no exento de dificulades. Por aquel entonces, hace ahora casi diez años, la tecnología de la que disponía esta familia era prácticamente inexistente en Sevilla. La adquirieron en Alemania. Su hijo se comunica a través de una pantalla de ordenador, movida por un ratón óptico. En la computadora, en un software, guarda el material didáctico y los deberes. Tal dispositivo resultaba ajeno a los docentes, que tuvieron que formarse en su manejo y también en la atención a un alumno con estas circunstancias. "Cuando empezamos con él, eran muy pocos los niños que se comunicaban con un ratón visual. El aprendizaje ha sido mutuo. Daniel ha aprendido de nosotros y todos los docentes con él", afirma Esther Abad, maestra de Audición y Lenguaje que ha acompañado a este menor desde que entró con tres años en el Sor Ángela de la Cruz.
Este preadolescente cuenta ahora con otro modelo mejorado de comunicación. Le fue "recetado" por el área de Neuropediatría del Hospital Virgen del Rocío hace año y medio, en plena pandemia. Así lo recuerda la madre de Daniel, que tiene palabras de agradecimiento para el que fuera entonces consejero de Salud, Jesús Aguirre, actual presidente del Parlamento andaluz. "La tecnología no es el fin, sino el medio", asevera Ana Medina cuando se dirige a las familias que viven una situación simular a la suya. "Hay que aprender a usarla, no debe provocar miedo", insiste.
El triunfo de Daniel entraña innumerables nombres de profesionales de la enseñanza que han puesto no granos, sino kilos y kilos de arena para que este alumno aprendiera en el aula sin adaptación curricular, con la tecnología y los medios de los que dispone el colegio. "El primer factor ha sido el equipo humano que conforma el claustro de este centro, que apuesta a diario por los alumnos con necesidades educativas especiales (NEE) y que se forma continuamente para prestarles la debida atención", defiende el director del CEIP Sor Ángela de la Cruz.
En este colegio, para el próximo curso, hay ya matriculados 62 menores NEE, entre ellos, una niña con tetraplejia de Stephen Hawking, la misma de Dani. "Ya hemos abierto el camino y nos hemos convertido en referente", admite Miguel Ángel Toro, quien aprovecha la visita de la consejera para pedir más medios ante "el efecto llamada" que ha provocado el caso de Daniel.
Ahora, en el IES Isbilya
En dicho logro ha resultado fundamental la implicación de la maestra de Audición y Lenguaje, de la profesional técnico de integración social (PTIS), de la docente de Educación Física y de los tutores que ha tenido Daniel desde que se matriculó en el colegio para cursar el segundo ciclo de Infantil. Pero también del éxito han sido responsables sus compañeros de aula, como María, Laura, Fidel o Lola, que lo han acompañado en los recreos, ya sea con su andador o con su vehículo habitual. También lo han integrado en los distintos equipos de trabajo.
A partir de septiembre comenzará una nueva etapa para este alumno, que ya se ha matriculado en el IES Isbilya, a pocos metros de su domicilio. Lo hará en las mismas condiciones que en el Sor Ángela de la Cruz. En un aula ordinaria y recibiendo el apoyo de los profesionales que trabajan en este centro público de enseñanzas medias. Dani -que a través del ordenador admite sentirse muy tímido ante los medios de comunicación- es más de letras que de ciencias. En eso sale a la madre. Entre las profesiones que ha barajado para cuando sea mayor se encuentra la de Magisterio. Una opción incentivada por el ejemplo de los maestros que lo han acompañado estos años y que han logrado que su nombre pase a la historia de la educación inclusiva.
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