"La dispersión geográfica y el estado de las carreteras dificulta las labores de rescate"

"Estamos muy satisfechos por lo que hemos sido capaces de hacer en menos de 48 horas y esperamos ser de gran ayuda aunque la dispersión geográfica y el estado de las carreteras y caminos no nos lo va a poner fácil en las labores de rescate". Es la primera valoración que hace el presidente y director general de Samu, Carlos González de Escalada, apenas unas horas después de desplegar el primer equipo internacional de sanitarios que llega al epicentro del terremoto en Marruecos.

Han necesitado sólo 36 horas, como remarca al teléfono González de Escalada, para empezar a prestar asistencia sanitaria a las víctimas y dar apoyo a las labores de rescate de supervivientes. “Justo esta mañana (por ayer), poco después de instalarnos en la zona de operaciones tuvo que salir una ambulancia y nuestra actuación sirvió para salvar una vida”, señala.

La misión de rescatistas y sanitarios que partió desde Sevilla el sábado se desplegó un día después en la aldea de Adassil, situada al suroeste de Marrakech, epicentro del catastrófico terremoto. Llegar hasta allí no ha sido fácil, como detalla González de Escalada. “Se organizó todo en muy poco tiempo y el viaje ha sido agotador desde que salimos del puesto de Gelves a las cinco de la tarde del sábado y nos instalamos en la zona indicada por las autoridades marroquí a la una del mediodía del domingo”, detalla el sanitario, que indica que el dispositivo se irá moviendo estos días por las zonas más afectadas.

La misión de la Fundación Samu en Marruecos está formada por 19 personas. Entre ellos, cinco médicos, dos enfermeros, ocho Técnicos de Emergencias Sanitarias y cuatro especialistas en rescate acompañados de dos perros. Este equipo se divide en tres unidades: un equipo principal de búsqueda procedente de Andalucía que partió el sábado de Sevilla, formado por 10 personas, además de los dos canes; complementado por dos unidades de Soporte Vital Avanzado (SVA) procedentes de Samu Tánger, la sede de la organización en Marruecos. Además, a este dispositivo se une el presidente de honor y fundador de Samu, el doctor Carlos Álvarez Leiva, que se encontraba en Marrakech en el momento del terremoto.

A la cabeza del operativo viajan, además de Carlos González de Escalada, como responsable de relaciones institucionales, Borja González de Escalada, vicepresidente de Fundación Samu, que ejerce como mando operativo. El contingente está equipado con un vehículo de primera intervención, una ambulancia de Soporte Vital Avanzado, una unidad de rescate quirúrgico y tres todoterrenos.

La expedición de Sevilla llegó a Tánger por ferry en la noche del sábado y se trasladó por carretera hasta Marrakech. Allí, la misión ha recibido la autorización del gobernador de Marrakech para trasladarse a Adassil y comenzar allí las tareas sanitarias y de rescate. La Clínica Internacional de Marrakech también está ofreciendo un apoyo decisivo en las gestiones locales.

La organización sanitaria recalca que, desde el primer instante, ha ofrecido su estatus de disponibilidad a los equipos Emergency Medical Teams (EMT) de la Organización Mundial de la Salud. La iniciativa EMT tiene como objetivo priorizar y mejorar la capacidad de los equipos locales para responder a las emergencias y fortalecer la red para brindar apoyo en emergencias cuando sea preciso en contextos como el actual. La misión de Samu a Marruecos cuenta con el patrocinio de la ONG estadounidense Project Hope, colaboradora habitual de la Fundación y que ya ha respaldado iniciativas como la misión de rescate tras el terremoto de Turquía a principios de este año.