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Terapias de vida en las residencias de mayores

El modelo de atención sanitaria más personalizada implementado por la Junta en las residencias de mayores cumple dos años con grandes avances

Del curar al cuidar: los retos del nuevo modelo sanitario en las residencias de mayores de Sevilla

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Residencia de mayores Ballesol Azalea en Sevilla Este

Diego Fernández tiene 85 años. Llegó a la residencia de mayores Ballesol Azalea, en Sevilla Este, hace dos, junto a su mujer, aunque ella falleció apenas dos meses después. Aunque natural de un pequeño pueblo de Almería, cuenta que siempre vivieron a escasos metros del centro. Hoy por hoy, su hogar está aquí. “Mi vida aquí es inmejorable. Hay amigos y familiares que me preguntan por qué no me voy a mi casa, que la tengo aquí al lado, pero yo les digo que estoy en mi casa”, afirma risueño. “Los cuidados y la compañía que tengo aquí, no los voy a tener en ningún otro sitio”, añade.

Sin saberlo, Diego da las tres claves en los que se basa el nuevo modelo de atención sanitaria en las residencias de personas mayores que la Junta de Andalucía empezó a implementar en el verano del 2022. 

Hogar, atención sanitaria directa y personalizada y compañía, son las tres patas fundamentales de un plan que se puso en marcha en todas las residencias de Sevilla en julio del año pasado con los geriátricos localizados en la zona sanitaria del Distrito Sevilla como prueba piloto, adoptando una nueva perspectiva sanitaria encabezada por una mayor presencia de profesionales médicos y enfermeros.

Y es que, al tiempo que los centros en sí mismos empujan nuevos modelos de vida, con instalaciones amplias, modernas, luminosas y confortables, que desmontan estereotipos, también incluyen equipos multidisciplinares, con personal médico y enfermero, de atención social, fisioterapeutas y psicólogos, y desarrollan innovadoras terapias para ganar años y, sobre todo, calidad porque la esperanza de vida aumenta, pero es importante que también lo haga la calidad con la que se vive.

Por esta razón era necesario un cambio dentro del sector de la geriatría y de las residencias de mayores y como prueba los resultados de un nuevo modelo de atención que ha hecho posible que el funcionamiento de estos centros, que fueron fuertemente castigados por la crisis sanitaria sin precedentes en 2020, hayan evolucionado mucho en los últimos años en términos sanitarios a través de un Plan de Acción Personalizado.

Según detallan fuentes del Servicio Andaluz de Salud (SAS), su objetivo principal es mejorar la salud de las personas que viven en dichos centros residenciales mediante un trabajo en equipo con el que se ha conseguido realizar una nueva planificación de los servicios sanitarios, aumentando la presencia de los dispositivos sanitarios y adaptándolo a las necesidades de las personas que residen en los centros de mayores.

María Ángeles Luna es enfermera del centro de salud María Fuensanta Pérez Quirós del que depende, en términos sanitarios dentro de este nuevo modelo de atención, la residencia Ballesol Azalea donde vive Diego. Además de esta residencia, María Ángeles lleva otras tres más. Forma parte del equipo de Atención Primaria que está trabajando para mejorar la asistencia sanitaria en las residencias de personas mayores de Sevilla, tanto públicas como privadas, así como para dar fluidez la interactuación de los profesionales sanitarios de estas instituciones con sus compañeros de los centros de salud a los que están adscritas.

El nuevo modelo de atención sanitaria del SAS en las residencias de mayores consiste en hacer visitas semanales para hacer una evaluación y seguimiento exhaustivo de las actuaciones del personal que presta su atención a las personas usuarias de los centros residenciales, con los que se promueve el trabajo conjunto.

"Llegamos a la residencia cuando hay un ingreso nuevo o cuando hay que hacer una valoración de alguno que ya está y lo necesita. En cualquier caso hacemos una visita más o menos a la semana. En caso de que se nos comunique un nuevo ingreso, las enfermeras acudimos a ese centro con el informe clínico en el que se recogen todas sus patologías, necesidades y antecedentes de ese usuario y, sobre eso, hacemos una valoración sobre su estado de salud en el que queda registrado su grado de dependencia, su nivel cognitivo y afectivo, también de movilidad, nutrición o disfagia", explica la enfermera que hace realmente de enlace entre el geriátrico y el sistema sanitario público andaluz.

Además, con este nuevo modelo, los profesionales que integran los equipos que asisten a las residencias hacen de puente de unión entre Hospital, Atención Primaria y las propias residencias para asegurar la continuidad asistencial. Otros retos conseguidos son la creación de un censo actualizado de cada residencia, que facilita la identificación de las necesidades de las personas residentes, y la consecución de un incremento importante de la vacunación, reduciendo la aparición de enfermedades infecciosas. Asimismo, se ha logrado garantizar un abordaje precoz y seguimiento en caso de alertas sanitarias por infecciones y otras enfermedades transmisibles, evitando su propagación, y la implementación de talleres centrados en la promoción de la salud y prevención de la enfermedad, caídas o lesiones.

"En definitiva, hemos conseguido un seguimiento de aquellos residentes que se encuentran en una situación crónica de mayor complejidad y/o en situaciones de vulnerabilidad y dependencia previniendo el agravamiento de problemas de salud previos y la aparición de problemas colaterales", apostilla la enfermera.

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