Una terapia grupal pionera en el Macarena ayuda a reducir el consumo de fármacos contra el insomnio
Los pacientes trabajan en sesiones grupales que abordan técnicas conductuales, cognitivas, de higiene del sueño y de deshabituación de medicación hipnotizante
Es el primer hospital en Andalucía, y de los pocos de España, que desarrollan esta terapéutica
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Sobreponerse al insomnio con terapia cognitiva conductual. Esta es la nueva estrategia que el Hospital Virgen Macarena ha puesto en práctica para ayudar a superar esta enfermedad de carácter crónico reduciendo el consumo de fármacos y con efectos más duraderos.
La técnica, considerada primera opción de tratamiento a nivel mundial y pionera desde este centro en la sanidad pública y privada andaluza, según la responsable de la Unidad de Sueño de Neurofisiología Clínica del centro, María Aguilar, se basa en una terapia grupal, organizada en unas seis u ocho sesiones, con una periodicidad semanal y una duración de aproximadamente una hora y media, dividida en cuatro bloques: trabajo conductual, trabajo cognitivo, técnicas para la higiene del sueño y retirada o modificación de la medicación de los pacientes. En la unidad advierten de que esta terapia, estructurada y abordada desde estos cuatro bloques, "es muy difícil encontrarla, básicamente, en ningún centro sanitario de España".
"Lo importante de este tipo de terapias es que es una opción para evitar el consumo de fármacos hipnóticos. Sabemos que hay un abuso de benzodiazepina, así como de otros medicamentos para el insomnio, y esto sería la alternativa ideal para intentar evitar ese consumo masivo", explica la doctora Aguilar. "El objetivo principal de la terapia es proporcionar al paciente herramientas para que ellos mismos sean capaces de manejar su insomnio de forma mantenida en el tiempo", añade.
El proceso a seguir una vez se identifica al paciente y se incluye en esta terapia pasa por la participación en un primer bloque de ayuda a nivel conductual, en el que se trabaja la restricción del tiempo en cama y el control de estímulos. La doctora Aguilar explica que para lo primero se le pide al paciente que calcule su "ventana de sueño", esto es, las horas reales de sueño total.
"Una vez llegamos a ese tiempo de sueño real, establecemos el tiempo que le vamos a permitir que esté en la cama. El objetivo es que todo el tiempo que el paciente esté en la cama, esté dormido", explica María Aguilar, que indica que es la herramienta "más poderosa" de la terapia y que mejores resultados da a la hora de mejorar el insomnio. Respecto al control de estímulos, las sesiones tratan de enseñar a los pacientes a "aprender a focalizar los despertares nocturnos, saliendo de la cama, porque en ella sólo se puede estar para dormir".
El bloque cognitivo, por su parte, se basa en intentar corregir o cambiar algunos de los pensamientos erróneos sobre el insomnio. "Hay creencias con las que llega el paciente, muchas erróneas, y aquí tratamos de hacer que sepan mucho más sobre el insomnio, qué es real y qué no, y eso hace que mejoren mucho las cosas", añade la doctora.
La higiene del sueño es la parte de la terapia más conocida. María Aguilar indica que esto sí se puede trabajar de forma individual en consultas en Atención Primaria, y básicamente consiste en enseñar pautas extendidas como no usar móviles o pantallas antes de irse a dormir, no tener cenas copiosas o no hacer ejercicio a última, entre otras.
El último bloque, el de la deshabituación de los fármacos, que, según indica la especialista, "se puede modificar en el tiempo". El paciente que inicia la terapia con algún fármaco hipnótico, una vez que hemos finalizado el taller, intentamos retirar esa medicación, aunque se puede hacer durante el desarrollo del mismo y no llegar al final", detalla la facultativa.
"He vuelto a ser persona"
El hospital ha completado ya varias terapias grupales de este tipo en su Unidad del Sueño. La primera sesión se desarrolló el pasado junio con un grupo de cinco pacientes entre los que se encontraba María Dolores Muñoz. En declaraciones a este periódico, la sevillana, de 67 años, asegura que esta terapia le ha "cambiado la vida". "Llevaba casi un año sin dormir", afirma rotunda la mujer. "Tengo este problema, básicamente desde que se me retiró el periodo con 55 años, y cada vez he ido a peor. Eso, unido a varios problemas personales, me tenía desesperada. En el hospital me ofrecieron la posibilidad de hacer esta terapia grupal y tras haberla terminado tengo que decir que me ha servido muchísimo. Yo siempre digo que me ha abierto una puerta. Hacía tiempo que había dejado de ser persona. No tenía ganas de nada, tomaba mucha medicación y me quedé en los huesos. Le tenía pánico a la cama. Ahora he cogido peso, tengo ganas de trabajar en mi casa y he recuperado la identidad de quien yo era antes. Estoy encantada".
La terapia cognitiva conductual empieza ya a dar resultados. "Estamos muy contentos con este proyecto en el que hemos hecho una gran inversión de esfuerzo y trabajo, pero que ahora vemos muy recompensado, con unos resultados muy satisfactorios en los pacientes que nos manifiestan el cambio tan espectacular que experimentan tras pasar por estos talleres", concluye la jefa de la Unidad de Neurofisiología Clínica, Carmen Menéndez de León.
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