La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
Meteorología
La tormenta Daniel ha provocado este lunes en Sevilla más de 600 incidencias y ha dejado a un niño herido. En la capital se registraron 430 y en la provincia, 263. Las fuertes rachas de viento (cercanas a los 80 kilómetros por hora), que vinieron acompañadas de lluvia, aparato eléctrico y hasta de granizo en algunos municipios, pusieron patas arriba muchas localidades, donde las caídas de ramas, árboles, toldos, carteles publicitarios y el destrozo del alumbrado navideño fueron los estragos más destacados que dejó a su paso esta borrasca, la primera de las que se prevén para esta semana, marcada por la inestabilidad meteorológica.
El momento más crítico se vivió entre las 15:45 y las 16:15, cuando se registraron las rachas más fuertes de viento y apareció la lluvia con aparato eléctrico. Una situación apocalíptica que provocó que en menos de media hora el Servicio de Emergencias 112 de Andalucía registrara 60 incidencias, la mayoría de ellas en la ciudad hispalense y en municipios cercanos del Aljarafe.
El Ayuntamiento de Sevilla, a través de Bomberos, Policía Local, Protección Civil, Cecop, Alumbrado Público, Lipasam, Movilidad y Parques y Jardines atendió 430 incidencias hasta las ocho de la tarde. En concreto, bomberos tuvo que intervenir en 70, la Policía Local en 210 y el Cecop en 150. Los parques permanecieron cerrados todo el día.
Daniel dejaba tras de si un reguero de árboles arrancados de cuajo, ramas de considerable volumen sobre la calzada y buena parte del mobiliario urbano destrozado. El caso más grave se vivió en la Plaza del Cristo de Burgos, en pleno centro de la capital andaluza, donde un árbol de importante altura se vino abajo por la fuerza del viento y, según fuentes municipales, provocó “rasguños” a un menor de seis años. Hasta dicho enclave se desplazó una ambulancia del 061, que trasladó al niño a un hospital, sin que las heridas requiriesen intervención alguna.
Las redes sociales se inundaron en un instante de vídeos en los que se veían imágenes dantescas. El viento se llevaba por delante árboles y todo lo que pillara a su paso. Emergencias Sevilla pedía a la ciudadanía que se extremara la precaución. Las fotos de los destrozos que había provocado Daniel no dejaban de circular.
En la calle San Juan Bosco el viento había arrancado de raíz un árbol de gran altura, que cayó sobre un paso de peatones. En San Francisco Javier había ocurrido algo similar, delante del Hotel NH Collection. La misma situación se producía en la la calle Bogotá, donde tuvieron que acudir los bomberos, y en el entorno de la estación de Santa Justa. Las caídas de árboles dificultaron el tráfico en distintos puntos de la ciudad. Así ocurrió en la calle Camilo José Cela, en Nervión, una vía de doble sentido donde los vehículos no podían circular, ya que una rama de gran tamaño ocupaba todo el ancho de la calzada.
En la provincia los efectos de Daniel también se dejaron sentir. La zona más afectada fue la del Aljarafe y el entorno metropolitano. En Alcalá de Guadaíra, por ejemplo, el viento derrumbó la valla que rodea unas instalaciones deportivas. En Alcalá del Río varios árboles, al caerse con el viento, destrozaron parte de la baranda del río.
Pero, sin duda, una de las imágenes más impactantes del día se producía en Espartinas, donde un árbol que se había partido en la Avenida de las Camelias impedía la entrada y salida de los residentes de una urbanización.
Desde la Red Sevilla por el Clima, su nueva presidenta María Perianes destacó ayer que “en el caso de los arboles, es muy difícil que se produzcan daños si no había previamente una debilidad”, aunque precisó que las fuertes rachas de viento de hasta 100 kilómetros por hora que se han dado pueden provocar su caída.
Respecto a la causa de las caídas de arboles completos, la Red Sevilla por el Clima apunta varias causas: las roturas por el cuello (punto de unión de las raíces con el tronco) pueden ser por un problema de hongos que lo haya debilitado o por daños físicos: una pavimentación hasta el mismo tronco, donde el crecimiento ha dejado un estrangulamiento en la base o una cadena o argolla atada y olvidada en años jóvenes.
En otros casos son las roturas de raíces las que hacen caer el árbol. Esto es debido a los daños por seccionado de parte de las raíces por la apertura de una zanja, por ejemplo, o un cambio de pavimento, por una inclinación excesiva del tronco o en árboles recién plantados cuando no se han realizado drenajes tras un periodo de encharcamiento excesivo que haya roto la estructura del suelo de soporte de las raíces. Si se trata de troncos rotos a la mitad, la causa puede encontrarse en las fibras retorcidas por un crecimiento anormal que ha inclinado la copa.
Normalmente se producen roturas de rama, por el punto mas débil, generalmente en ramas debilitadas por una herida o por ramas estructuralmente débiles, como es el caso de las horquillas que vemos en muchos árboles nuevos y que datan problemas en el futuro o rebrotes tras de yemas durmientes producidas por una poda excesiva y que generan madera no estructural que con el tiempo, si se dejan, pueden ser un problema.
Con todo, Perianes señala que cada caso hay que estudiarlo y que cuando hay temporales no existe riesgo cero ni con arboles, ni casas ni vehículos ni vallas, pero siempre hay una causa.
En la misma línea, el experto José Elías, que fue adjunto a la Jefatura de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla, señala que “una buena gestión de los árboles hace que caigan menos ejemplares”, aunque señala también que el riesgo cero no existe en caso de vendavales tan fuertes. Sobre la debilidad de las raíces, Elías advierte de la dificultad de conocer en qué condiciones se encuentran: si sufren daños, están podridas por falta de oxígeno o por exceso de humedad.
Temas relacionados
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios