Los taxistas rechazan que se ponga fin al Plan Centro porque sería un "caos"

La patronal dice que sólo abriendo más entradas al casco histórico aceptarían recuperar el libre paso de coches · El taxi pide al PP llegar a la Catedral y a la Avenida, y una parada en la Plaza de San Francisco

Los taxistas rechazan que se ponga fin al Plan Centro porque sería un "caos"
Los taxistas rechazan que se ponga fin al Plan Centro porque sería un "caos"
A. S. A.

13 de junio 2011 - 05:03

Un día después de la toma de posesión del nuevo alcalde del PP, los taxistas ya empiezan a reclamar al gobierno del PP de Juan Ignacio Zoido que cumpla las promesas que le hizo al sector de abrir accesos para este servicio público en las zonas peatonalizadas en el mandato anterior.

Y aprovechan para lanzar su primera queja: que el PP no derogue de inmediato el plan de tráfico del centro, a menos que abra nuevas entradas para el gremio en el casco histórico, además de las que ya funcionan por la Alameda, Baños, Puerta Osario y Reyes Católicos por Zaragoza hasta la Plaza Nueva y hasta Plaza de la Magdalena. En una palabra, que reabra el paso por el centro a todos los coches sólo si los taxis recuperan las entradas que tenían hace años.

Así lo anunció ayer el presidente de la patronal mayoritaria (Unión Sevillana del Taxi) Fernando Morales en declaraciones a Europa Press. Morales sostuvo que, a su juicio, permitir de nuevo la entrada libre al casco histórico de los vehículos provocará el "caos" salvo que se proporcionen más entradas, ya que "son los mismos carriles para más coches, y así se garantiza el atasco".

Tales entradas son, según Fernando Morales, desde la Puerta de Jerez a la Catedral atravesando la calle San Gregorio y en zonas peatonales en el entorno de la Avenida de la Constitución. La tercera petición es que se habilite una parada de taxis en la Plaza de San Francisco.

"Son 50 metros que suponen rodear el Alcázar y poder conectar la orilla del río Guadalquivir con el centro más turístico", explicó Morales, quien señala que muchas veces los turistas "ven cómo la Giralda les queda a 300 metros y deben, sin embargo, someterse a rodeos y atascos". El taxi insiste en que con esta medida "quedaría conectada toda la ciudad" con el centro.

Recuerdan que la medida puede aplicarse al igual que el Ayuntamiento consintió en llevar a cabo cambios en el entorno de Antillano Campos, en Triana, y en la entrada por el Arenal. El presidente de Unión Sevillana del Taxi pide que se "continúe" con estas medidas, porque "nos dan vida y no se desvirtúa el plan".

En lo que respecta a las paradas, la instalación de una en la Plaza de San Francisco permitiría "dar servicio a todos los que entran desde calles como Chapineros o Sierpes, porque la del Hotel Inglaterra queda muy lejos". Asimismo, solicitarán que las que actualmente se tienen se mantengan con vigilancia y se luche contra el intrusismo.

Morales agregó que el gremio va a pedir una reunión con el futuro delegado municipal de Seguridad y Movilidad, el policía nacional Demetrio Cabello, de cara a plantearle las reivindicaciones del sector al gobierno del PP. Estas reivindicaciones son de sobra conocidas por el equipo de Zoido, quien antes de las elecciones prometió a los taxistas todo lo que el sector quería oír. A saber, que aplicará medidas para que el taxi tenga accesos más rápidos al centro (una queja reiterada desde el estreno del tranvía en 2007), que tendrán más seguridad y que les reducirá las licencias que sobran.

La idea de los taxistas apunta además a poner sobre la mesa del nuevo gobierno del PP el debate de otros temas, tales como el organigrama del Instituto del Taxi (el organismo del Ayuntamiento que controla la gestión del taxi), la ejecución del plan de viabilidad del sector (reducción de licencias), el respeto a los carriles de servicio público y una mayor seguridad.

El gobierno de Zoido ha dejado claro que derogará el plan de tráfico del centro en la primera sesión plenaria que celebre. La declaración de los taxistas, casualmente, se produce justo al día siguiente de la toma de posesión del nuevo alcalde y supone condicionar la derogación del plan a una serie de concesiones al sector. El paso de taxis por la Avenida complicaría aún más el estrecho espacio que ya dejan el tranvía, el carril-bici y los veladores a los peatones.

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