El taxista que llevó a Javier vio un coche en doble fila en León XIII

El testigo identifica plenamente al hermano de Miguel en las fotografías que le ha mostrado la Policía y dice que aquella noche vestía ropa negra y llevaba una mochila

Javier Delgado, hermano del asesino confeso, seguido de su novia, María García, ayer en la Audiencia.
Jorge Muñoz

16 de noviembre 2011 - 05:03

El taxista que trasladó la noche del crimen a Javier Delgado desde la calle Luis Montoto al piso de León XIII ha asegurado a la Policía que vio un coche aparcado en doble fila en esta calle, aunque en su declaración no aporta ningún detalle sobre la marca o modelo del vehículo.

Ésta es una de las revelaciones que el taxista incluye en la declaración que realizó el pasado jueves ante la Policía y que puede desmontar la coartada del hermano de Javier Delgado, por cuanto este testigo asegura que trasladó al acusado a las 00:30 del 25 de enero de 2009. Cuando llegó a León XIII, el testigo dice que había un coche aparcado en doble fila, pero no aporta ninguna referencia sobre marca, modelo o color. Los investigadores y las acusaciones sospechan que el cuerpo de Marta pudo ser sacado de ese piso a primera hora de la madrugada y que fue trasladado en un coche, el Volkswagen Polo blanco de los padres del Cuco, aunque Miguel Carcaño asegura que el coche empleado fue un Opel Astra granate propiedad de un tío de Samuel Benítez.

La Policía otorga en principio credibilidad al testimonio del taxista por la gran cantidad de detalles que aporta sobre el servicio que realizó aquella noche. El taxista relata que le pararon cuando circulaba por Luis Montoto, cerca de la calle Juan Antonio Cavestany, donde estaba el bar Dseda que regentaba entonces Javier Delgado. El pasajero que se subió al coche vestía con ropa negra, en concreto una cazadora con doble bolsillo, y llevaba una mochila.

El taxista se fijó en su descripción por la hora que era, ya que por motivos de seguridad siempre suele observar con precisión a las personas que se suben a una determinada hora para no llevarse una sorpresa. Por eso lo observó detenidamente a través del espejo retrovisor y pudo detectar incluso que tenía una marca o una verruga en la cara, lo que también le ha ayudado a identificarle. El pasajero le pidió que le llevara a León XIII y se mantuvo en silencio durante todo el trayecto. Llevaba los brazos cruzados. Al llegar a la calle, sacó un billete de diez euros de uno de los bolsillos para pagar la carrera, cuyo importe era de ocho euros, y le dijo al taxista que se quedara con el resto como propina. El testigo recuerda con exactitud el día y la hora de ese servicio porque se trataba de la última carrera de su jornada y cuando dejó al pasajero, telefoneó a su mujer para decirle que iba a casa y ésta le pidió que comprara unos kebacs. Recuerda con precisión el punto de León XIII donde se apeó, ya que esa calle la conoce bien porque allí vive una tía suya.

En cuanto a la identificación del pasajero como Javier Delgado, el hermano del asesino confeso, el testigo afirmó que lo reconoció desde que su imagen apareció por primera vez en televisión, cuando fue detenido y salió de prisión, y añadió que cuando escuchó su voz en el juicio corroboró que se trataba de él sin ninguna duda.

Tras su declaración, la Policía le mostró varias fotos de Javier Delgado tomadas desde distintos ángulos y el testigo lo ha identificado plenamente, a pesar de que en esas imágenes el procesado no luce ninguna barba, como en la actualidad.

Sobre por qué no había contado nada hasta ahora, el taxista explicó que hasta ahora había pensado que la Policía tenía datos suficientes y que su testimonio no iba a aportar nada nuevo, algo que también le habría comentado su esposa en aquel momento, por lo que no había considerado necesario declarar hasta ahora, dos años y diez meses después de la desaparición de Marta del Castillo. El taxista insistió en que entendía que su testimonio no era trascendente para la investigación en aquel momento.

El testigo aporta otros datos para corroborar que ese servicio se realizó en la madrugada del 25 de enero de 2009 y así, por ejemplo, sostiene que dos días después fue a la asociación del gremio, donde estaban ya repartiendo los carteles de búsqueda de Marta del Castillo y comentó con varios compañeros que el pasado sábado -en relación al día del crimen- había estado en el piso de León XIII. La Fiscalía solicitará hoy probablemente al tribunal que cite a declarar al testigo para la próxima semana.

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