Los taxis llevarán un sistema para impedir el trucaje del taxímetro

Una normativa estatal obliga a colocar un cable desde el motor hasta el taxímetro

Dos taxistas sevillanos fueron denunciados por instalar sistemas para alterar el contador

La Policía Local denunció a dos taxistas por alterar el contador. / Emergencias Sevilla

Los taxis tendrán que instalar un sistema que impide la manipulación de los taxímetros. Se trata de un cable que irá del taxímetro al motor, evitando así el posible trucaje del primero. Esta medida responde a una normativa estatal que los taxis han de aplicar para poder pasar la ITV y tendrán que llevarlos todos los taxis de España sin excepción antes de pasar la revisión anual de 2019. Este cable blindado ha de ser instalado por una empresa autorizada de taxímetros, y la instalación tiene un coste de 170 euros más IVA.

De esta forma se evitarán fraudes como el detectado por la Policía Local de Sevilla el pasado mes de febrero. La fuerza municipal denunció a dos a dos taxistas que habían trucado presuntamente los taxímetros para cobrar de más a los clientes. El sistema consistía, según informó el Ayuntamiento tras la operación policial, "en un sofisticado y sutil aparato electrónico que aumentaba la velocidad del taxímetro al accionarse un dispositivo mecánico que, a su vez, enviaba distintos impulsos electrónicos con capacidad para modificar y alterar el display del taxímetro del frontal del vehículo". El taxímetro se alteraba de manera exponencial en función del número de veces que el taxista le daba al botón con el dedo.

Los policías descubrieron un botón o interruptor al lado de la palanca de cambios de los taxis denunciados, debajo del guardapolvos para que el cliente no pudiera verlo. Así, los conductores, cada vez que situaban la mano sobre la palanca de cambios, podían apretar el botón que alteraba el taxímetro. El interruptor mandaba un impulso a una tarjeta electrónica que actuaba a modo de tapa de potencia y lanzaba los impulsos electrónicos a través de un complejo sistema de cableado escondido entre la palanca de cambios y el salpicadero del taxi.

La investigación comenzó a finales del año pasado. En un primer momento, la Policía Local localizó un taxi con el contador trucado e hizo una comprobación de cómo funcionaba el sistema. Luego se llevó el vehículo a una estación de ITV para verificar el resultado. Allí, con el taxi en un banco de pruebas, se hizo una especial para certificar la manipulación. Se corroboró que el artilugio podía manipular los valores de kilómetros en un 1.400% y de horarios en un 3.200%. Las pesquisas permitieron también descubrir que el sistema se basaba en un circuito electrónico de pequeñas dimensiones para facilitar su ocultación. El precio de la tarjeta electrónica oscilaba entre los 20 y los 30 euros. Se han localizado algunos establecimientos y páginas webs en las que se vendían.

Fuentes del sector del taxi consultadas por este periódico han lamentado que la gran mayoría de profesionales honestos y honrados que hay en el gremio tengan que pagar 170 euros más IVA por la instalación de un sistema para evitar el fraude, ideado por un reducido grupo de "piratas que son los que manchan la imagen del sector" en la capital andaluza.

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