Los peligros para la salud de las máquinas sopladoras de limpieza urbana

Las sopladoras que se usan en Sevilla y en otras muchas ciudades para barrer las hojas de los árboles y demás residuos no sólo generan ruidos infernales. Esta es la queja ciudadana más repetida, pero pocos ciudadanos saben que los peores efectos de estas sopladoras son las enfermedades pulmonares que provocan las nubes de partículas que levantan.

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica viene avisando en los últimos años de los peligros de las sopladoras para la salud y recomienda a los ayuntamientos que cambien estas sopladoras por máquinas barredoras-aspiradoras cuyos efectos son “más saludables”.

La doctora Sandra Dorado Arenas, neumóloga y coordinadora del área de Enfermedades Respiratorias Ocupacionales y Medioambientales de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, explica por qué las sopladoras suponen un riesgo para la salud y aún más cuando se mueven excrementos o plumas de las aves. Dorado es especialista de Neumología en el Hospital Universitario de Galdakao (Vizcaya) y docente del grado de Medicina en la Universidad de Deusto.

Los efectos de la utilización de las sopladoras de limpieza también figuran en un artículo científico publicado en junio de 2020 en la revista Air quality, atmosphere and health, (calidad del aire, atmósfera y salud), gracias a un Trabajo de Fin de Máster presentado en la Universidad Politécnica de Cartagena. Los autores del estudio son Isabel Costa-Gómez, Daniel Bañón, Stella Moreno-Grau, Raquel Revuelta, Belén Elvira-Rendueles y José Moreno.

-¿Puede explicar por qué las sopladoras suponen un riesgo para la salud?

-En el suelo urbano hay hongos, bacterias, excrementos de animales (aves, mascotas…), alérgenos (polen, polvo que actúa como irritante), partículas contaminantes de los vehículos, partículas derivadas de actividades humanas de tipo urbano o residencial (calefacciones, industrias, demolición de edificios, polvo sahariano…). Este material particulado aumenta un 60% para las PM10 (partículas de diámetro menor que 10 micras) y un 70% para las PM 2,5 (partículas de diámetro menor que 2,5 micras), además de que permanecen en suspensión más tiempo y recorren gran distancia, dada la velocidad elevada de flujo de aire de las sopladoras (aproximadamente 200 km/hora).

–Al echar aire a tal velocidad, esparce las partículas a muchos metros de distancia...

–En efecto, esto conlleva que la inhalación de estas partículas afecte a transeúntes que se encuentran a distancia significativa de la sopladora. Asimismo, esa onda de polvo puede permanecer en suspensión aproximadamente 4 minutos. Aparte de los transeúntes con exposición transitoria, debemos tener en cuenta la exposición constante durante horas para el operario que la utiliza.

–¿Qué dolencias respiratorias causan estas partículas que mueven las sopladoras?

–Este material particulado puede alcanzar los bronquios, bronquiolos, alvéolos e incluso transportarse a la circulación sistémica (en el caso de las partículas de diámetro menor de 2,5 micras), por lo que acarrean enfermedades de vía aérea, del tejido pulmonar y enfermedades derivadas de procesos inflamatorios en la circulación sistémica.

Algunas de las patologías que pueden empeorar o favorecerse son las siguientes:

• Agudizaciones de asma o de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica).
• Infecciones: histoplasmosis, criptococosis, psitacosis.
• Enfermedad pulmonar intersticial como es la neumonitis por hipersensibilidad, que puede cronificarse si la exposición se repite en el tiempo.
• Rinitis derivada de afectación de vía aérea superior.
• Clínica alérgica.
• Patologías neoplásicas por inhalación de partículas carcinógenas, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos derivados de la combustión de vehículos.

–¿Pueden afectar también a la circulación sanguínea?

–A nivel sistémico por las partículas que alcanzan la circulación sanguínea pueden favorecerse enfermedades cardiovasculares (infarto agudo de miocardio), cerebrovasculares (ictus isquémico), bajo peso al nacer o prematuridad, entre otros.

–El ruido es otra condena de las sopladoras que genera muchas quejas

–La propia sopladora de limpieza produce contaminantes ambientales por los motores de gasolina y propicia un impacto adverso acústico.

–Los residuos que dejan los pájaros son otro problema con esta forma de limpieza ¿por qué los riesgos aumentan?

–Por efecto de las sopladoras, algunas de las partículas que se encuentran en el suelo quedan suspendidas en el aire favoreciendo su inhalación. Son las derivadas de los excrementos o plumas de las aves (palomas, gaviotas, pájaros…). En estos materiales hay proteínas u hongos, lo que favorece tanto las infecciones respiratorias como la neumonitis por hipersensibilidad. Esta última es una enfermedad que se fundamenta en un tipo de “alergia” especial, en la que la persona que se sensibiliza produce anticuerpos y finalmente presenta fibrosis en el pulmón.

–¿La Sociedad Española de Neumología ha pedido a las administraciones que abandonen el barrido y limpieza por chorro de aire con sopladoras?

–Que yo recuerde, desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) no se ha llevado a cabo una acción nacional, pero no puedo asegurar si en años previos ha podido ejecutarse. En ciudades o comunidades autónomas en las que objetivan más este problema sí ha habido grupos de profesionales sanitarios que han dado a conocer estos efectos adversos a los medios de comunicación.

Es cierto que puede ser un problema candente que hay que controlar y valoraremos realizar alguna acción conjunta nacional tras evaluarlo con el resto del comité en la Sociedad (SEPAR).

–¿Hay modos de minimizar los efectos nocivos de estas maquinarias?

–Sí podríamos recomendar ciertas medidas para minimizar los efectos nocivos de estas maquinarias. En primer lugar, la utilización de mascarillas con filtro adecuado por parte del operario, incluyendo medidores individuales de exposición. En segundo lugar, intentar mantener una distancia adecuada entre el paso de la sopladora de limpieza y los transeúntes o locales de comercio o de hostelería a pie de calle (inclusive terrazas de hostelería). Para ello, se podrían modificar los horarios de limpieza a franjas de menor afluencia de peatones o fuera de horarios comerciales. Y en tercer lugar, prohibición de estos aparatos en zonas urbanas de bajas emisiones.

–Los neumólogos recomiendan las barredoras-aspiradoras antes que las máquinas sopladoras, ¿puede explicar por qué?

–Las barredoras-aspiradoras funcionan por autopropulsión y disponen de un movimiento giratorio de cepillos ubicados en la parte delantera que trasladan la suciedad hacia la parte baja de la máquina, donde una aspiradora lo reconduce al depósito donde se almacena. Además, se produce la humectación con pulverización de agua previamente a la recogida para evitar la onda de polvo. Este tipo de dispositivos parecen más saludables para la calidad de aire ambiental que inhalamos.