¿Por qué sólo el parque de Tablada?

Hace unos 20 años que se aprobó el trazado de la SE-40, y después el Plan de Transporte Metropolitano y más tarde el Potaus. Una parte del trazado aprobado de la SE-40 ya se está ejecutando, y por su concepción concéntrica va a terminar conectando aún más a la Sevilla central con municipios de la periferia que hoy ya están más cercanos, y va a llevar a cada vez mayor conexión con otros exteriores a su trazado. Y todas esas infraestructuras y planeamiento territorial aprobados definen unas directrices y generan expectativas para el Área Metropolitana de Sevilla en los próximos años, a la vez que limitan a algunos municipios para seguir actuando aisladamente e incrementando el caos urbanístico metropolitano acumulado en décadas anteriores, el cual sigue creando hoy grandes problemas de accesibilidad hacia la Sevilla central.

Esas directrices y expectativas debieran llevarnos a plantear una relación integrada de Sevilla con su área metropolitana, y las posibilidades de ese planteamiento global conciernen a varias zonas. Con la planificación y diseño de algunas, tanto en el sector Oeste como en sector Este, se generan expectativas múltiples para mayor fomento del turismo cultural, ecoturismo, senderismo, en torno a la ciudad romana de Itálica, al conjunto dolménico de Valencina-Castilleja de Guzmán, al Corredor Verde del Arroyo Riopudio, a las márgenes del río Guadaíra,.. así como generan expectativas empresariales para otras zonas.

Pero, asimismo, en esa concepción integrada del área metropolitana el río y sus márgenes deben tener gran protagonismo como espacio central y eje de norte a sur del área metropolitana, y la ordenación y diseño de algunas zonas de las márgenes del río adquirirían un valor estratégico con la combinación de espacios libres y actividades terciarias.

En la margen derecha del río un posible parque de Tablada generaría importantes actividades terciarias para el mantenimiento de su gran extensión, el cual llevaría la conexión con los espacios ya ordenados y reservados a la Feria, y desde ahí ya existe la conexión con los espacios de la Cartuja. Pero en la otra margen, entre la SE-30 a su paso por Tomares y el río, existe en éste una lúdica franja verde que pasa desapercibida pues pierde atractivo al colindar con algunos espacios degradados y marginales y no poseer un acceso perceptible, junto a actividades ecuestres. Y conectan después con el deplorable espacio entre el río y Camas donde miles de toneladas de basura han ido siendo vertidas durante décadas, las cuales se perciben cotidianamente. Y todas esas zonas, más otras de la vega de Camas colindantes al río, tienen hoy una localización muy estratégica, de ahí que con las instalaciones de Carrefour y Decathlon se anticiparan eligiendo y ocupando una parte importante de ese espacio degradado. Por ello es hora de emprender por primera vez una solución ordenadora de esos espacios, siendo necesario ir concibiendo un proyecto de ordenación para las márgenes del río que estudie los obstáculos legales y administrativos para su realización.

De ahí que ese proyecto de ordenación para el río no debe quedar sólo en el bien intencionado énfasis de priorizar la ordenación como parque del espacio de Tablada antes que a otras zonas. Hay que sobrepasar esa visión parcial y concebir el protagonismo del río en su totalidad sin omitirse ni postergarse la ordenación de sus otras zonas degradadas y marginales, así como de otras potenciales, pues sobre ellas debe hacerse igual énfasis y tener ya una atención prioritaria por su ubicación incluso más estratégica que el espacio de Tablada.