La sobrecarga de las Urgencias en Sevilla desbarata el plan de verano del SAS

El servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Valme atendió el pasado viernes 552 pacientes en 24 horas. Este martes fueron 381 y el miércoles, 375. Una sobrecarga de trabajo que ha hecho imposible llevar a la práctica el cierre de camas previsto en el plan de verano del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en el centro a fin de poder afrontar la alta frecuentación en los últimos días.

Las atenciones en las Urgencias están registrando un incremento generalizado en todos los hospitales de la provincia este verano. Los efectos de la ola de calor unido a la patología Covid, que no ha desaparecido, y las descompensaciones de enfermedades crónicas más habituales en la época estival, unido al cierre de la mayor parte de los centros de salud por la tarde repercute en la atención hospitalaria que está viviendo situaciones de verdadero colapso.

Este incremento de consultas se suma a la falta de personal a causa de las vacaciones. Según ha denunciado a este periódico el Sindicato de Enfermería, Satse, en Sevilla, las siete consultas de Urgencias activas en el Valme están siendo soportadas por sólo tres enfermeras, lo que complica aún más las gestiones derivadas de la atención de los pacientes, alargando los tiempos de espera y las demoras para ser atendidos.

"Eso es inviable. Lo normal en las Urgencias es uno-uno, es decir, un enfermero por un médico. No podemos consentir que sólo tres enfermeras estén cubriendo siete consultas. Están forzando a los enfermeros con mayor e insoportable carga de trabajo y ante esto hay que actuar de manera inmediata por seguridad del paciente y del profesional. Las condiciones de trabajo de Enfermería en Urgencias del Valme son nefastas y se incumplen medidas de prevención de riesgos laborales que pueden tener repercusiones negativas en la salud del profesional", apostilla la secretaria provincial de Satse, Reyes Zabala. "El resultado de esa mala organización son Urgencias colapsadas, salas de Observación con pacientes pendientes de ingreso superando la dotación asignada y la necesidad de más camas", añade.

Fruto de esa mayor demanda asistencial, los hospitales han tenido que parar el plan del SAS de cerrar camas en verano para adaptar los recursos al personal disponible por las vacaciones de la plantilla. En el Hospital de Valme, dependiente del Área de Gestión Sanitaria Sur, es uno de los que atiende mayor volumen de población y que dispone del menor número de camas de la provincia, ha sido imposible llevar a la práctica el plan inicial que contemplaba la inhabilitación de 44 camas entre la séptima y octava planta, más otras 48 en el Hospital Tomillar en la planta baja y segunda, también asociado al área sanitaria. En su lugar, sólo se han cerrado cinco unidades en este último centro. "No es posible prescindir de las camas porque son necesarias. Se ha demostrado que las previsiones del SAS no son reales. El uso de la asistencia hospitalaria sigue siendo muy alto. Hay Covid, golpes de calor o patologías crónicas que se descompensan y ya se ha cerrado la atención primaria por las tardes. Todo eso repercute directamente en las urgencias hospitalarias y es lo que se está viviendo estos días", argumenta Zabala, que asegura que la misma situación se está viviendo el Hospital Virgen del Rocío donde también se han tenido que habilitar alas cerradas para asumir la demanda estos días.

Por su parte, fuentes de la dirección del Hospital de Valme confirman la alta frecuentación de pacientes estos días, así como el cambio de planes este verano. De este modo, informan de que, a fin de poder dar cobertura a la demanda asistencial, se mantendrán abiertas "de momento" las alas que en un principio se iban a cerrar para, aprovechando la dinámica de la época estival y la habitual bajada de frecuentación de pacientes, ejecutar mejoras en sus infraestructuras. "El cambio de tendencia que estamos viviendo estos días nos obliga a aplazar la materialización del proyecto de reforma que se iba a realizar este verano en Valme, consistente en la reorganización de espacios en varias plantas para ganar espacio de hospitalización, y que se retomará en el momento de que la situación lo permita", argumentan fuentes hospitalarias.

El director gerente, Luís Martínez Hervás, defiende en esta línea la "monitorización constante" en los centros dependientes del área sanitaria "para el logro del equilibrio adecuado entre demanda de necesidades, activación de recursos y actividad asistencial".