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Francisco Correal
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"Siete minutos y ya tienen el diagnóstico (meningitis), al paciente estabilizado (un niño de doce años), los antibióticos administrados, la intubación y el soporte hemodinámico. Han trabajado bien en equipo". Son las diez y media de la mañana en el Instituto Anatómico, el doctor Andrés Rodríguez-Sacristán califica a un equipo de estudiantes de quinto de Medicina que han vivido la tensión de una sala de UCI y han afrontado la asistencia a un niño con un cuadro infeccioso grave. La simulación de un caso clínico de meningitis ha sido un éxito. Los alumnos han recuperado al paciente.
Mediante un sofisticado software y un maniquí, que simula a un paciente, con constantes vitales que imitan un caso real, los alumnos de quinto de Medicina tienen la posibilidad de adiestrarse en casos clínicos (realizar técnicas invasivas y no invasivas, administrar medicamentos, estudiar las constantes, tomar decisiones sobre el tratamientos, etcétera) y aplicar sus conocimientos teóricos en un escenario controlado. "Durante la carrera de Medicina tenemos mucha teoría y esta asignatura nos da la posibilidad de aplicar esa teoría y entrenarnos, como hacen los pilotos antes de volar, para tratar a enfermos reales", explica el Alberto Cameán, estudiante en la Hispalense.
La asignatura de quinto de Medicina Simulación Médica en Pediatría, una optativa, resulta muy atractiva para los futuros médicos y muestra de ello es la elevada demanda: si en este curso esta materia la estudian 63 alumnos, para el próximo ya cuenta con 130 estudiantes. "Las competencias de la práctica clínica en Pediatría, una asignatura obligatoria de cuarto, podemos adquirirla en esta optativa", añade Manuel Jiménez, estudiante.
Las técnicas de simulación en Medicina permiten recrear situaciones reales: intoxicaciones, convulsiones, meningoencefalitis, hipoxias-paradas cardiorrespiratorias, casi ahogamiento, entre otras emergencias y/o casos complejos, para el entrenamiento de estudiantes y residentes. La simulación como metodología en docencia es una apuesta decidida de un equipo de profesores en la Facultad de Medicina integrado por Andrés Rodríguez-Sacristán, Manuel Sobrino Toro y Guillermo Álvarez de Toledo.
"La simulación permite entrenar a los estudiantes y a los médicos residentes en casos reales, lo que mejora la seguridad de los pacientes", asevera el doctor Rodríguez-Sacristán, neuropediatra. Esta metodología que está comenzando a implantarse en las facultades de Medicina españolas, cuenta con gran arraigo en centros de EEUU, Gran Bretaña y Suecia. "En EEUU funcionan centros completos de simulación de modo que los hospitales vinculados a estos centros cuentan con bonificaciones por parte de las aseguradoras, ya que el entrenamiento de los médicos mediante la simulación aporta seguridad", explica el catedrático de Fisiología Álvarez Toledo. La utilización de simuladores también está muy arraigada en otros sectores como, por ejemplo, en el entrenamiento de los pilotos. La obligatoriedad de un determinado número de horas en un simulador es un plus de seguridad y de experiencia para los profesionales noveles.
Durante la jornada de este miércoles el equipo de profesores del departamento de Farmacología y Pediatría ofrecieron una intensa jornada de simulación en la que, por primera vez, participaron estudiantes de quinto y de segundo de Medicina, residentes y profesores. Mediante la retransmisión en directo desde el Instituto Anatómico, estudiantes y profesores analizaron casos reales simulados y resueltos por los equipos de universitarios.
Aumentar la seguridad del paciente y disminuir los fallos en la práctica médica; capacitación para la actuación en situaciones de emergencias y catástrofes; ampliar el desarrollo de habilidades técnicas necesarias en Pediatría; y adiestrar en técnicas de cierta complejidad son algunos de los objetivos docentes de estas sesiones, que previsiblemente se extenderán a otros campos de la Medicina.
Human, una plataforma informática, y SimMan, un maniquí de simulación de alta gama que pertenece a la Universidad de Sevilla son capaces de recrear escenarios reales. Mediante un monitor que imita a los que funcionan en las Unidades de Cuidados Intensivos esta tecnología favorece el adiestramiento de los estudiantes de Medicina. A lo largo de los años el equipo de Pediatría de la Hispalense ha atesorado distintos maniquíes de niños y bebés destinados a la docencia. Con ellos los estudiantes afrontan casos reales con seguridad. "Este entrenamiento nos permitirá ser más resolutivos cuando, nuevamente, nos encontremos con un caso similar", explican Miram Jiménez, Eva Gutiérrez y Elena Herrera, al salir de la sala de simulación.
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