"Estamos preparados para lo que pueda venir y muy preocupados por las reuniones en Navidad"

El impacto de la sexta ola de coronavirus en los hospitales

La jefa de la UCI del Virgen del Rocío hace un llamamiento a la responsabilidad y detalla las principales claves asistenciales del momento actual de la pandemia

Recomienda "que todo el mundo se vacune" y evite las "macrofiestas"

La jefa de la UCI y directora médica del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
La jefa de la UCI y directora médica del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. / H. U. V. R.

En noviembre de 2020 la UCI del Hospital Virgen del Rocío vivía su pico máximo asistencial de la pandemia de coronavirus. Se alcanzaron los 42 pacientes Covid el jueves 12. Entonces, la situación era muy distinta a la que se vive un año después, no había vacunas, una parte muy importante de los que se contagiaban acababan hospitalizados y se empezaba a abrir camino la peor ola pandémica que se ha vivido en la provincia, la del primer trimestre de 2021. Rosario Amaya, jefa de la UCI y directora médica del Virgen del Rocío, lo recuerda como "un tsunami".

"El volumen de ingresos de pacientes Covid fue elevadísimo. Intentamos dar la mayor respuesta a la patología no Covid que nos permitía dar esa ingente asistencia Covid, pero la presión llegó a ser tan alta que tuvimos que ir aplazando otras cuestiones y centrarnos en las infecciones", explica desde la UCI del hospital, que iniciaba la mañana de este jueves con un número de pacientes sensiblemente inferior al de hace un año, cuando nadie estaba vacunado ni con una primera dosis porque la campaña arrancó a finales de diciembre. Y este es un primer mensaje que, como sanitaria que ha estado en primerísima línea durante estos casi dos años de pandemia, quiere hacer llegar antes de detallar cuál es el perfil de los pacientes de la ya sexta ola.

"Vemos que la vacuna es muy eficaz porque los números lo demuestran. Son contundentes. Hace un año vivimos un tsunami en el hospital y ahora, aunque la incidencia de contagios está aumentando, la tasa de ingresos crece muy lenta y la situación es buena en cuanto a la presión asistencial Covid. Esto nos permite seguir la actividad día a día de las patologías no Covid, que está siendo mucha. Sin embargo, sí empezamos ya a estar muy preocupados por el periodo en el que entramos de fiestas navideñas y aumento de reuniones de personas por lo que es muy importante hacer un llamamiento a la responsabilidad para evitar un problema", afirma.

Por ello, en los hospitales está "todo preparado" para responder a un repunte de casos de Covid si la tendencia al alza de infectados continúa. Así lo asegura la doctora Amaya, que no oculta la "preocupación" e "incertidumbre" con la que están asistiendo los profesionales sanitarios a la evolución de la pandemia. Ahora, los ingresos con coronavirus en toda la provincia rondan los 60 y en el pico de la pandemia –entre finales de enero y principios de febrero pasado– llegó a haber más de 800.

"Somos conscientes d que este ritmo de contagios acabará repercutiendo en el hospital. Ahora estamos en un momento de incertidumbre porque no sabemos qué transcendencia va a tener. Sí es verdad que, con los datos que tenemos y la tasa de vacunación, vemos que la incidencia está subiendo, pero no se está reflejando en un aumento considerable de la hospitalización, que aumenta a un ritmo muy lento, afortunadamente, y esperemos que así siga. En el hospital estamos preparados, tenemos capacidad de adaptarnos y de flexibilizar para dar respuestas, pero estamos preocupados por lo que pueda pasar tras las fiestas", apostilla.

El número de pacientes cambia continuamente. "En todo el campus Virgen del Rocío, que incluye nuestro centro y el Hospital de Emergencia Covid, tenemos ahora 25 pacientes ingresados, de los que sólo tres están en la UCI", indica Amaya, que explica que el perfil de los pacientes sigue siendo prácticamente el mismo que en las olas que se han ido viviendo desde que comenzó la campaña de vacunación. Son personas, en su mayoría no vacunadas contra el coronavirus y vacunadas inmunodeprimidas o que no hacen una buena respuesta a las vacunas. "Tenemos a los pacientes no vacunados. De los tres en UCI, dos no lo están. Ese es el principal perfil. Llama la atención el volumen de ingresos de los no vacunados de entre 40 y 50 años, los negacionistas, pese a toda la información que se está difundiendo para demostrar su eficacia", sostiene.

Según datos nacionales del Ministerio de Sanidad hay un abismo entre vacunados y no vacunados tanto en hospitalizados, como en ingresados en UCI y fallecidos. Entre los hospitalizados de 12 a 30 años la tasa es de 0,1 entre los vacunados y de 1,4 entre los no vacunados; entre los 31 y los 59 años se sitúa en 0,4 frente a 3,9; entre 60 y 79, es de 2,0 y 35,7 respectivamente y de 80 años o más, de 6,3 frente a 38,8.

En los ingresos en UCI también se aprecia esa gran diferencia. De 12 a 30 años la tasa es de 0,0 entre vacunados frente a 0,1 de los no vacunados. De 31 a 59 años es de 0,0 y 0,6 respectivamente. De 60 a 79 años, mientras entre los vacunados es del 0,3, entre los no inmunizados asciende a 6,9. De 80 o más edad, ese indicador es de 0,1 y 2,4 respectivamente.

En todo caso, y a expensas de cómo evolucionen los contagios diarios en las próximas semanas para que las autoridades sanitarias decidan o no aplicar nuevas restricciones como ya se hizo en las anteriores olas para frenar la transmisión del virus y de cara a las fiestas navideñas, Amaya llama a la responsabilidad y recomienda tener unas navidades "tranquilas y familiares". "Estamos realmente preocupados por el tema de las comidas de Navidad y pedimos responsabilidad a la población porque eso sí puede complicar las cosas. Si seguimos con las medidas de protección, con mascarillas, evitando las macrofiestas y las macroreuniones, podremos dar respuestas de una forma aceptable a lo que vaya viniendo, pero si nos saltamos todas las normas y no cumplimos las medidas que ya conocemos, podemos tener un problema, no puedo concretar hasta qué punto, pero se volvería a complicar todo", subraya.

Por ello, su mensaje después de todo lo que ha visto en las diferentes olas de la pandemia con o sin vacuna de por medio, es contundente. "Las vacunas son el arma más eficaz que tenemos para luchar contra el virus. Necesitamos vacunación masiva y también es muy importante la vacunación de los menores de 12 años porque es verdad que, aunque ha habido casos realmente graves, en la mayoría no ha sido así, pero sí han sido vehículos del virus. Empezar a vacunarlos va a ayudar a frenar la circulación del virus", defiende.

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