Sevilla deja en suspenso la retirada de los cubos de basura individuales

El descenso de las quejas de vecinos del Casco Antiguo cambia la intención del gobierno local  

El equipo de Sanz anunció en enero que iba a eliminar este sistema de recogida de residuos

Sevilla eliminará la recogida de basura mediante cubos individuales

Cubo individual repleto de basura en una calle del centro de Sevilla.
Cubo individual repleto de basura en una calle del centro de Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

La retirada de los cubos de basura individuales en el Casco Antiguo de Sevilla se queda en stand by. El descenso de las quejas vecinales por las molestias que ocasiona este sistema de recogida de residuos ha llevado al gobierno de José Luis Sanz a replantear su estrategia de limpieza en este distrito, donde tiene fuerte presencia el sector hostelero. Buena parte de las molestias estaban provocadas por el uso que dan a estos recipientes los pisos turísticos, cuya regulación en este aspecto la recoge la nueva ordenanza de limpieza que, previsiblemente, se aprobará en el Pleno de hoy. 

La concejal de Limpieza, Arbolado, Parques y Jardines, Evelia Rincón, ha explicado este miércoles que, por ahora, se mantendrán los cubos individuales como uno de los sistemas de recogida de basura en el centro de Sevilla. Dicho modelo se implantó en el último mandato de Alfredo Sánchez Monteseirín, hace 15 años. Desde entonces ha sido motivo de quejas, principalmente por las comunidades de vecinos, a las que se les obliga a meter el recipiente dentro de sus zonas comunes, condición que no siempre se cumple por falta de espacio y condiciones higiénicas. 

Estas quejas fueron tenidas en cuenta por el gobierno de Sanz, que el pasado enero anunció que eliminaría los cubos individuales. Con tal fin, como adelantó este periódico, se iba a encargar un informe a los técnicos municipales para conocer los sistemas que emplean otras ciudades europeas en sus centros históricos. El objetivo era importarlos al hispalense. Quedaba descartado el soterramiento de los cubos individuales. Primero por el alto coste que esta operación supone y luego por los problemas que vienen generando con los contenedores convencionales. 

Problemas con los contenedores soterrados

Ese malestar vecinal con los cubos individuales de basura parece que se ha calmado. Al menos, así lo ha referido Evelia Rincón en la rueda de prensa en la que ha presentado la nueva ordenanza de impieza. Según la concejal popular, los últimos meses se ha reducido el número de quejas por este sistema :“No nos llegan ya por este asunto”. Declaraciones que hacen prever que la eliminación de estos recipientes se suspenda. 

Lo que sí se han recibido son numerosas quejas por el mal funcionamiento de los contenedores soterrados. Según Rincón, esta situación se debe al uso que hacen los hosteleros de ellos, ya que en numerosas ocasiones, debido a la gran cantidad de residuos que generan, no se respetan los límites de basura establecidos. “La saturación provoca sobrecarga y que no funcionen correctamente”, ha abundado. 

Evelia Rincón ha realizado estas declaraciones en vísperas de la aprobación en Pleno de la nueva ordenanza de limpieza, cuya redacción comenzó en el mandato de Antonio Muñoz. Sustituye a la vigente desde 2014, que ha quedado desfasada al no adaptarse a los cambios de la ciudad y a los principios de economía circular y la normativa estatal y autónomica sobre este ámbito. 

Los pisos turísticos

Una de las principales novedades que aporta la normativa concierne a los pisos turísticos. Se persigue acabar con la imagen –bastante habitual- de bolsas de basura en las inmediaciones de estas viviendas. A partir de ahora, sus dueños están obligados a informar a los inquilinos de la obligación de depositarlas en los contenedores o cubos individuales, de la hora en la que deben hacerlo y de la localización de los recipientes. Datos que también habrán de comunicar a las empresas o empleados encargados de la limpieza de estas residencias. 

De igual modo, se endurecen las sanciones económicas por infracciones. Las pintadas pasarán de leves a graves y muy graves. Cuando se cometan sobre el patrimonio urbano podrán penarse hasta con 3.000 euros. Los autores, en caso de que la Inspección los identifique, habrán de restituir el daño causado. También se perseguirá a quienes “rebusquen” en la basura, conducta calificada hasta ahora de leve y que se convierte en grave, con multas de hasta mil euros. 

Para que esta ordenanza sea efectiva, resulta fundamental el papel de la Inspección, cuyos efectivos y el servicio que prestan aumentará. Prueba de este refuerzo es que en un año, según Rincón, las denuncias han pasado de 1.741 a 3.084.

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