La Sevilla que pudo ser y no fue

El primer proyecto del Metro, con una ley de 1975, fue abandonado en 1984 tras construirse unos tres kilómetros de túnel y haber terminado tres estaciones profundas

La playa en el Guadalquivir es un proyecto recurrente que siempre se ha quedado en el papel

Las fabulosas iglesias que perdimos

El estadio de La Cartuja que nunca llegó a ser olímpico.
El estadio de La Cartuja que nunca llegó a ser olímpico. / D. S.

Del proyecto olímpico, al Metro de los años 80, pasando por el traslado de la Feria o la playa. En Sevilla se han sucedido los grandes proyectos que nunca se llegaron a materializar. Ha sido cosa de la mayoría de los alcaldes, aunque el popular Juan Ignacio Zoido se lleva la palma. La megalomanía de los regidores se topo a veces con la realidad económica, otras con la oposición vecinal, también ha habido mucha incapacidad y dejadez para llevar las actuaciones a buen puerto. Aquí repasamos diez ejemplos de actuaciones fallidas.

La Sevilla Olímpica

La Gorieta Olímpica de Sevilla.
La Gorieta Olímpica de Sevilla. / D. S.

Un sueño irrealizable pero que mantuvo a la ciudad entretenida e ilusionada durante algunos años. La idea de que la capital de Andalucía se convirtiera en sede de los Juegos Olímpicos nace prácticamente tras finalizar la Expo’92. Sevilla había demostrado su sobrada capacidad para organizar un evento de gran magnitud y el alcalde, Alejandro Rojas-Marcos, abanderó rápidamente la iniciativa. El objetivo era Sevilla 2004. La candidatura se empezó a organizar teniendo en cuenta todas las infraestructuras heredadas de la Exposición Universal y con la idea de involucrar al resto de provincias andaluzas. La candidatura se presentó en el año 1997, cuando se elegía la ciudad que albergaría los Juegos de 2004. Sevilla quedó apeada en el primer corte, pero no cejó en su idea y anunció la candidatura para 2008. Para entonces ya estaba construido el gran estadio de la Isla de la Cartuja que en 1999 albergó los mundiales de atletismo.

Los gobiernos municipales de la popular Soledad Becerril y del socialista Sánchez Monteseirín siguieron con la carrera, aunque la ciudad sufrió un duro varapalo en su pretensión de ser olímpica en 2008. Para los siguientes juegos, los de 2012, el COE eligió Madrid como ciudad candidata de España. Del sueño olímpico queda el estadio de la Cartuja, que ya ha perdido su gran pista y afronta ahora una gran remodelación para ser más atractivo para el fútbol.

La Feria del Charco de la Pava

La recreación de la Feria en el Charco de la Pava.
La recreación de la Feria en el Charco de la Pava. / D. S.

La ampliación del Real de la Feria de Abril siempre está sobre la mesa de los políticos sevillanos. Bajo el gobierno del socialista Sánchez Monteseirín se anunció un traslado al Charco de la Pava. En un principio iba a consumarse en el año 2008, aunque se retrasó a 2010 por la necesidad de hacer una serie de obras. Con esta mudanza se pretendían ganar 255 módulos, que permitirían crear algo más de un centenar de nuevas casetas. La crisis económica se llevó por delante una idea que no se ha vuelto a plantear. Recientemente se ha puesto sobre la mesa una ampliación del real pero desplazando y reordenando la Calle del Infierno.

El edificio de Moneo para el Prado

La maqueta del edificio de Rafael Moneo para el Prado.
La maqueta del edificio de Rafael Moneo para el Prado. / D. S.

En la parcela entre Carlos V y Diego de Riaño quiso Soledad Becerril construir un edificio municipal, para lo que se encargó un proyecto al arquitecto Rafael Moneo. El edificio del Prado, de seis plantas y 24.000 metros cuadrados, pretendía albergar servicios administrativos que se encontraban dispersos. Con las obras adjudicadas en marzo de 1999 por casi 5.000 millones de pesetas, tras llegar a la Alcaldía el equipo de gobierno formado por el PSOE y PA, se suspendieron las obras. Se esgrimieron motivos económicos para ello, aunque el entierro de este proyecto costaría una importante suma de dinero en indemnizaciones. Esta es sólo una de las cicatrices de esta zona vital de Sevilla.

La Ciudad de la Justicia en el Prado

Una de las parcelas que iban a ser utilizadas para la Ciudad de la Justicia.
Una de las parcelas que iban a ser utilizadas para la Ciudad de la Justicia. / José Ángel García

El proyecto de Ciudad de la Justiciaen la zona del Prado de San Sebastián que el alcalde, Juan Ignacio Zoido, plateó en 2014, incorporaba hasta siete edificios diferentes, de nueva planta, y torres de 12 plantas de altura, lo que iba a permitir alcanzar una edificabilidad máxima de 220.374 metros cuadrados, acordes con las necesidades expuestas entonces por la Junta. Todas las propuestas presentadas (hasta 3) incluían la utilización del solar propiedad de la empresa pública Tussam de la calle José María Osborne, y la parcela que hay entre la avenida de Málaga y Juan de Mata Carriazo, junto a la antigua estación de Cádiz, un terreno propiedad de la Junta de Andalucía en el que se anunció un edificio de servicios centrales.

La playa de San Jerónimo

Baños recreativos en el Guadalquivir.
Baños recreativos en el Guadalquivir. / D. S.

Desde que en los años 60 dejó de funcionar la conocida como playa de María Trifulca, no ha habido político sevillano que haya planteado de una manera u otra una zona de ocio en el río. En el año 1999 Alejandro Rojas-Marcos prometió crear una playa en el meandro de San Jerónimo. La del PA era una playa con todos sus servicios, como la de cualquier ciudad costera: su ubicación era la margen izquierda del río en San Jerónimo y El Alamillo por la margen derecha, tendría 60.000 metros cúbicos de arena, procedentes del propio río, una profundidad de hasta ocho metros y una pendiente muy acusada para producir incluso oleaje artificial con chorros de aire y una zona verde para chiringuitos y juegos infantiles. Las alianzas electorales, entre otras cuestiones, dieron al traste con la idea. Zoido también planteó la creación de “piscinas públicas” en el río siendo candidato a la Alcaldía. El PP ganó las elecciones en 2011 pero el proyecto, para el que se anunció plazos y coste, unos 3,5 millones de euros cada piscina, no se hizo.

La basílica de la Milagrosa

Los cimientos de la basílica de la Milagrosa en la Buhaira.
Los cimientos de la basílica de la Milagrosa en la Buhaira. / D. S.

El sueño de Aníbal González que nunca llegó a despegar. El gran arquitecto de la Sevilla regionalista y padre de la Plaza de España diseñó un gran templo que iba a rivalizar con la Catedral y la Giralda. El templo para la Milagrosa encargado por la Compañía de Jesús comenzó a construir en la llamada Huerta del rey (la Buhaira).

En mayo de 1928, en presencia del rey Alfonso XIII y bendecida por el cardenal Ilundain se colocaba la primera piedra de la gran obra. La prematura muerte de Aníbal González en 1929 dejó el proyecto en apenas los cimientos.

El “Central Park” sevillano

Zoido presentando el proyecto de Parque Central.
Zoido presentando el proyecto de Parque Central. / D. S.

El portavoz del PP en el Ayuntamiento, Juan Ignacio Zoido, presentaba en noviembre de 2010 el proyecto Corazón de Sevilla, con el que pretendía unir todos los hitos de la Exposición Iberoamericana de 1929 con el centro histórico a través de lo que denominó “Parque Central” antes de 2014. El entonces candidato a la Alcaldía presentaba a bombo y platillo uno de sus proyectos de “transformación y recuperación de un espacio vital, estratégico e infrautilizado en la ciudad”. Zoido ganó de manera aplastante las elecciones en el año 2011 pero esta idea nunca pasó de aquella presentación y de las imágenes virtuales. Años después, el gobierno socialista de Antonio Muñoz también anunció la recuperación de esta zona que sigue varada.

El Museo de la Semana Santa

Obras de San Hermenegildo
Obras de San Hermenegildo / José Ángel García

Otro proyecto mil veces anunciado y nunca realizado es el del museo de la Semana Santa o de las cofradías. El Ayuntamiento ha mostrado interés en varias ocasiones pero siempre se ha encontrado con el desdén de las hermandades encabezado por el propio Consejo. Con Zoido se planteó la cesión de San Hermenegildo, pero se descartó por el elevado coste de la restauración y musealización. Posteriormente se han lanzado otras propuestas de ubicaciones, como el solar del Corral de las Herrerías o el edificio de Peyré en la calle Francos, , que tampoco llegaron a ningún sitio. 

La primitiva red de Metro

El agujero del Metro en la Alameda de Hércules.
El agujero del Metro en la Alameda de Hércules. / D. S.

El Ayuntamiento redacta en 1968 el Plan Decenal, que incluye un breve estudio sobre la necesidad de construir un metro en la ciudad y posibilidades. En 1975, las Cortes Españolas aprueban la Ley del Metro (aún no derogada), y entre 1976 y 1979 se adjudican los tramos entre La Plata y Plaza Nueva de la línea 1, lo que en aquel momento suponía que Sevilla fuese la tercera ciudad española con metro. A partir de 1981 se producen incidencias durante la construcción de las estaciones de la Puerta de Jerez y San Bernardo, que ocasionan el agrietamiento de tres edificios: la Equitativa, la casa de los Guardiola y la estación de Cádiz. José Luis de Justo Alpañés, catedrático de ingeniería del terreno explicaba lo sucedido: “En realidad no se había estudiado con suficiente intensidad el efecto de la excavación de los túneles sobre un caserío bien conservado en su aspecto exterior, pero que había sufrido, con anterioridad, asientos importantes. Se debió introducir un escudo para la excavación de los túneles”.

En 1983 se desencadena una campaña de prensa durante la cual se llega a cuestionar la integridad de la Catedral o la Giralda, entre otros, lo cual no tenía ningún viso de verosimilitud. El Ayuntamiento ordena la paralización total de las obras en 1984 tras haberse gastado unos 5.000 millones de pesetas, construido unos tres kilómetros de túnel y terminado tres estaciones profundas. Esa primera línea iba a llevar el Metro al corazón de la ciudad, algo que ahora no sucede.

La biblioteca de la US en el Prado

El derribo de la biblioteca del Prado.
El derribo de la biblioteca del Prado. / D. S.

El espacio central del Prado de San Sebastián, llamado así por la ermita y el cementerio del mismo nombre, se llevó muchos años sin uso y sin ocupación alguna, pese a la gran presión ejercida por las grandes empresas promotoras. Los jardines como los conocemos hoy en día se inauguran en 1997 después de una dura pugna entre las autoridades urbanas y los intereses inmobiliarios que habían pujado durante décadas por la construcción del lugar. Unos años más tarde, con este espacio urbano consolidado, la Universidad de Sevilla convocó un concurso de ideas para construir una biblioteca que ocuparía parte del espacio verde.

Tras las denuncias de vecinos y asociaciones, el TSJA para las obras. En 2011, el Tribunal Supremo obligó a demoler lo realizado y devolver al parque su aspecto original. La factura de la biblioteca que había diseñado la prestigiosa arquitecto Zaha Hadid fue de más de nueve millones de euros.

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