La ciudad contra el virus

Sevilla es la primera capital española en suscribir la Declaración de París para erradicar el sida y el VIH

Fernando Martínez-Cañavate, jefe de Servicio de Salud del Ayuntamiento de Sevilla.
Fernando Martínez-Cañavate, jefe de Servicio de Salud del Ayuntamiento de Sevilla. / Juan Carlos Vázquez
Manuel Barea

08 de enero 2019 - 05:01

El Ayuntamiento de Sevilla fue el primero de España en suscribir la Declaración de París de 2014. El 1 de diciembre de ese año –coincidiendo con el Día Mundial del sida– alcaldes de 26 ciudades se sumaron a la iniciativa impulsada por la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. Su objetivo no es otro que poner fin a la epidemia del sida en sus municipios. Sevilla se sumó un año después. Todos los grupos municipales suscribieron esa declaración apoyando la iniciativa de la asociación Adhara, Centro Comunitario de VIH, sida y enfermedades de transmisión sexual (ITS). En abril de 2016 el Ayuntamiento aprobó un presupuesto específico para abordar la epidemia de VIH y sida en la ciudad.

El proyecto Fast-Track (nombre de esta hoja de ruta) persigue detener la transmisión del VIH y poner fin al sida en 2030. Para hacerlo propone el aumento de la frecuencia de las pruebas y del diagnóstico de las infecciones por el VIH en su fase aguda (inicial), y la detección y el tratamiento de las infecciones de transmisión sexual (ITS) que aumentan el riesgo de contagio, poniendo a trabajar a destajo, desde la sinergia de todas las instituciones y organizaciones implicadas, "todas las herramientas de prevención disponibles y de forma combinada".

Se trata de una estrategia mundial aplicada a las peculiaridades de cada ciudad. "Estamos en un momento determinante, clave, para detener la transmisión y detener el sida. Hay que reflexionar sobre lo que ocurrió y lo que está ocurriendo y poner en marcha estrategias como esta hoja de ruta para alcanzar los objetivos. Para eso lo más indicado es un abordaje multidisciplinar del problema. El sector de la salud, la Administración sanitaria, ya no es el único actor, el único protagonista. Tiene que haber cada vez más instituciones organizaciones, entidades y colectivos sociales implicados", reclama Nicola Lorusso. Autor del Plan por una Sevilla libre de VIH y sida 2018/2020, es epidemiólogo y especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Miembro del Comité Fast-Track Sevilla, desempeña la mayor parte de su trabajo en el Distrito de Atención Primaria de la Costa del Sol. Lorusso, como la mayoría de sus compañeros en este proyecto, reivindica "una mayor libertad a la hora de hablar" de este asunto. "Hay todavía demasiados profesionales sanitarios que muestran reticencias". Hay todavía barreras que levantar. "Hay que normalizar el VIH", insiste. Y apela a mucha más información y más conocimiento.

Nicola Lorusso, epidemiólogo. Especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública
Nicola Lorusso, epidemiólogo. Especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública / M.G.

Es muy pero que muy difícil borrar el estigma. El estigma que la sociedad imprime y airea contra quien tiene el VIH –no se diga ya el sida–. Son términos que en el imaginario colectivo más conservador (y no tanto) van asociados al consumo de droga y a la depravación sexual. "Sigue existiendo", admite Fernando Martínez-Cañavate, jefe de Servicio de Salud del Ayuntamiento. "Una persona con VIH sigue siendo alguien diferente, y no para bien". ¿Y los que se han contagiado ahora? "El boom del sida fue hace treinta años. Y parece que la percepción de riesgo ha desaparecido, se ha esfumado, sobre todo entre la población más joven, que lo ve como algo que le sucedió a una generación anterior, en los años 80. Muchos de ellos aún no habían nacido. Y sin embargo han contraído el VIH. Hay un repunte en personas de entre 20 y 35 años", advierte Martínez-Cañavate.

Esta población es prioritaria para el plan, cuyo estudio hace hincapié en que en la provincia de Sevilla, en 2016, uno de cada tres nuevos casos de infectados por el VIH eran jóvenes menores de 30 años. Ante este escenario, "es fundamental que los diagnósticos no sean tardíos, y lo son en un 35%. Si la infección es detectada con rapidez puede evitarse que pase al nivel de enfermedad, pero si no se hace se está transmitiendo el virus", alerta Martínez-Cañavate. Y entre 2011 y 2016 han subido las infecciones.

Jesús García, presidente de Adhara.
Jesús García, presidente de Adhara. / M.G.

Y esto ocurre y ha encendido las alarmas de los especialistas al comprobar las cifras del VIH entre los HSH. Hombres que tienen sexo con Hombres. No necesaria y exclusivamente homosexuales. Se trata de un grupo clave en la epidemia, con alto riesgo de contraer el VIH y otras ITS. El 58,6% de los nuevos diagnósticos de VIH en Sevilla pertenecen a HSH. Su territorio está fuertemente señalizado por las aplicaciones de citas por móvil y páginas web a las que se ha sumado en los últimos tiempos el auge del chemsex, sexdopaje o sexo químico: un fiestón orgiástico que se prolonga durante días gracias al consumo de drogas que estimulan la capacidad sexual de los participantes y que implica relaciones entre múltiples parejas y hasta grupos sin ninguna protección.

Surge aquí, aunque no sólo aquí, la importancia de la profilaxis pre-exposición (PreP), cuya aplicación y viabilidad están aún en fase de estudio por el Plan Nacional sobre el sida. Jesús García, presidente de Adhara, lo reivindica frente al recelo de la administración. "Es mucho más eficaz que el condón, que se ha demostrado que no llega a lo que queríamos que llegara contras las enfermedades de transmisión sexual. Muchos se hacen con el Prep en Londres o vía internet, y sería mucho más barato si la Junta lo comprara al por mayor". García, que defiende la libertad sexual del individuo frente a los ataque que ésta sigue sufriendo de los sectores más conservadores, insiste en que "ya no tiene que existir ese terror al VIH si se detecta a tiempo. No es mortal, aunque la mayoría de la gente se haya quedado en aquella idea de extrema gravedad transmitida en los 80".

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