Sevilla, una ciudad patrimonial con tareas pendientes
25 aniversario de 'Diario de Sevilla'
El Alcázar tiene ante sí la tarea de recuperar las casas del Patio de Banderas. La Catedral se erige como ejemplo de modelo de gestión y conservación
Con más fuerza y un compromiso más intenso con la ciudad
Sevilla tiene mucho más que ofrecer a sus visitantes que la Catedral y el Real Alcázar. La capital de Andalucía es uno de los destinos preferidos para los turistas extranjeros que visitan España, y también para los nacionales que buscan una ciudad con encanto para disfrutar del fin de semana. Por norma general, las personas que eligen la ciudad de la Giralda para disfrutar de unos días de asueto se limitan a acudir a la Catedral y el Real Alcázar, además de a pasear por el barrio de Santa Cruz o la Plaza de España. Son estos, sin duda los principales reclamos turísticos y patrimoniales, pero Sevilla ofrece muchos otros atractivos que en cualquier otra ciudad serían los más visitados. Sevilla es, tras Barcelona, la segunda urbe de España con mayor patrimonio de titularidad municipal, a lo que hay que sumar una gran cantidad de edificios religiosos y los inmuebles propiedad de la Junta de Andalucía. El profesor de la UPO Ignacio Montojo identificó 145 espacios de interés turístico y cultural en Sevilla. De ellos, 103 están declarados BIC, una cifra que señala el enorme potencial de la ciudad.
Sin dudarlo, las grandes joyas de la corona son el Real Alcázar y la Catedral de Sevilla. Son los dos monumentos más visitados de la ciudad. En los últimos años, el palacio, cuya titularidad es municipal, salvo el llamado Cuarto Real Alto, residencia oficial de los Reyes de España, que gestiona Patrimonio Nacional, ha desbancado a la Catedral como el espacio más visitado. Se trata de una muestra sobre el interés que el conjunto palaciego despierta en propios y extraño, sobre todo a raiz de aparecer en Juego de Tronos. Pero a su vez, la gran cantidad de visitantes ha empezado a generar importantes tensiones en la delicada conservación del recinto, que además es usado casi a diario para la celebración de numerosos eventos. Son muchas las voces autorizadas que ya reclaman incluso que el Alcázar cierre sus puertas durante un día a la semana para que pueda respirar y se puedan acometer con la necesaria tranquilidad las tareas de mantenimiento periódicas que necesita un conjunto de palacios con más de mil años de historia.
En cuanto al futuro, el Alcázar debe seguir mirando necesariamente hacia el Patio de Banderas. Este recinto esconde en el interior de sus casas los restos del palacio fundacional, del siglo XI; y en su subsuelo, en la cripta arqueológica, se encuentran los restos romanos de un almacén portuario. Una reciente investigación sobre este espacio ha revelado que la ciudad fue asolada por un gran maremoto que causó estragos. El Patio de Banderas está plagado de tesoros, como la puerta de acceso al primitivo Alcázar que también se encuentra enmascarada por una de las viviendas.
Es urgente que se terminen las actuaciones pendientes de adecuación y seguridad y se abra a la visita las casas 7-8. Esta vivienda, comprada al Estado por unos cuatro millones de euros, conserva los restos del palacio fundacional del Alcázar, cuyas estructuras fueron rescatadas y estudiadas entre los años 2012 y 2018 por el equipo de arqueólogos que encabeza Miguel Ángel Tabales. Diario de Sevilla fue pionero en informar sobre el hallazgo de los vestigios de esta residencia que parece razonable adscribirla al periodo abbadí, concretamente al final del reinado de Al Mutadid y al gobierno de su hijo Al Mutamid (finales del siglo XI).
La compra de la casa 7-8 se debe llevar aparejada en los próximos años la reforma de la Puerta del León. Esta operación es clave para contar con una amplia zona de acogida de los visitantes en el interior de las murallas. Para ello, se contempla derribar algunas construcciones modernas. Gracias a estas actuaciones se podría acceder a un importante lienzo de muralla que recorre el recinto, también a la casa 7-88, que tiene adosada una de las torres de la Puerta del León.
La compra de las casas del Patio de Banderas
Tras la operación de la casa 7-8 Tras esta compra, el Ayuntamiento debe abordar la adquisición de otras dos viviendas: la 2 y la 10. La primera se sitúa en el sector más noroccidental del Patio de Banderas y es una prolongación de la casa 7-8 y, por tanto, conserva restos del palacio primitivo. El palacio fundacional se oculta bajo los muros y cimientos de las 9 casas que ocupan el flanco noroccidental del Patio de Banderas, siendo el inmueble 7-8 el de mayores dimensiones. En concreto, esta casa alberga en alzado más de un tercio de la sala principal del palacio. Se mantiene en un magnífico estado de conservación buena parte del forjado que cubre la pieza central de la sala, así como la alcoba oriental, que, en este caso, se encuentra íntegramente conservada hasta su nivel de coronación mediante una bóveda de nervaduras. Asimismo, tanto su patio interior como las dependencias que lo rodean, podrían pertenecer a las estancias privadas del palacio, siendo la zona pública la que se ha recuperado recientemente en el interior del inmueble 7-8.
La importancia de la casa 10 tampoco es baladí. De todas las casas que formaron parte esencial del conjunto palatino islámico, es la única perteneciente a los recintos fundacionales, junto con la 9, que penetra de manera tosca e injustificable dentro del núcleo de edificación cedida al Ayuntamiento de Sevilla en 1931. Su factura es reciente si atendemos a su configuración como vivienda a inicios del siglo XX, pero sus muros mantienen el alzado íntegro de varias estancias pertenecientes al palacio almohade del Yeso, uno de los iconos de la arquitectura islámica española.
Por otro lado, la casa 9 conserva partes importantes del palacio islámico del Yeso, tales como la alcoba oeste de la nave norte, manteniendo incluso restos importantes de decoración medieval. Mantiene las taquillas de la trífora original de dicha nave, hoy cegada, así como una puerta ornamentada, actualmente cegada que comunicaría con el gran palacio de la casa 7-8.
Con estas incorporaciones, el Alcázar daría un paso más para mostrar su extraordinario pasado. Y con él, el de la ciudad.
La Catedral: una gestión modélica
Por su parte, la Catedral se ha convertido en los últimos años en un referente en cuanto a gestión y a conservación del patrimonio. El impulso dado por el actual equipo rector, con Francisco José Ortiz Bernal como deán y Francisco Román Castro como delegado de Administración y Patrimonio, ha supuesto un nuevo aldabonazo. El presupuesto para restauraciones y obras es el más importante de la historia. En el futuro más próximo, el Cabildo continuará con la restauración de la Giralda, en este caso con su interior y el cuerpo renacentista. Será el momento de bajar el Giraldillo para una nueva restauración y decidir si debe ser la copia que se hizo para la anterior intervención la que pase a coronar la torre de manera permanente. Los expertos creen que así debe ser.
La Catedral deberá hacerse cargo en los próximos años de la gestión del Hospital de los Venerables, valioso inmueble en Santa Cruz que hasta ahora estaba cedido a la Fundación Focus. Allí se podrá instalar el tan necesario y esperado museo catedralicio.
Los retos del Ayuntamiento con su patrimonio
El alcalde popular de Sevilla, José Luis Sanz, ha fijado la conservación, promoción y gestión del inmenso patrimonio de la ciudad como una de las prioridades de un mandato que ya avanza en su segundo año. Entre las tareas más importantes, se encuentra la terminación, si no reelaboración desde cero, de los Planes de Protección del Conjunto Histórico. Sectores tan sensibles como los de la Catedral y el Alcázar no pueden seguir como están. Hay que avanzar en la protección del Regionalismo, pero es necesario ir más allá y no proteger sólo inmuebles concretos, sino la tipología de casa-jardín para evitar la destrucción y la especulación. Además, hay que ampliar esta preservación a zonas como el Porvenir, Heliópolis, el Retiro Obrero, el Tiro de Línea, el Barrio León o la Huerta de Santa Teresa para que no se sigan construyendo adefesios y bloques donde hay viviendas unifamiliares. Especialmente grave es el asunto de la Palmera. La amenaza de los mamotretos sigue latente en este paseo, emblema de la Exposición de 1929. Casi un 70% de las parcelas son susceptibles de aumentar su edificabilidad.
El Ayuntamiento es propietario de un importante número de inmuebles históricos catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC). Hay bastantes de ellos que permanecen cerrados, en la mayoría de los casos a la espera de una costosa rehabilitación y pendiente de un uso. La nueva corporación tiene encima de la mesa el doloroso caso del Mercado de Puerta de la Carne, cerrado desde hace años. También están pendientes las rehabilitaciones darle un uso a las antiguas iglesias de San Laureano o San Hermenegildo, por citar sólo dos ejemplos. El equipo de Sanz deberá definir si apuesta por los usos planteados en el Plan Director del Patrimonio Municipal y afrontar las intervenciones pendientes. Otra tarea será dar un uso completo a la Fábrica de Artillería, otra joya de la ciudad.
La situación por la que atraviesan los museos de la ciudad también deja mucho que desear. Los que son de titularidad municipal, como el centro de la cerámica de Triana, el Castillo de San Jorge o el Museo Bellver, tienen un número muy bajo de visitantes. Hay que replantearse su gestión y hacerlos más atractivos tanto para los sevillanos como para los turistas.
Por otra parte, el Ayuntamiento ya ha dado los primeros pasos para unificar el tan dispar y caótico mobiliario urbano y para recuperar el adoquín de Gerena como pavimento tradicional. La prueba de fuego serán los proyectos que se acometan en la Avenida de la Constitución y en la Plaza Nueva.
La Plaza de España y las Reales Atarazanas
La Plaza de España, joya de la ciudad y probablemente el monumento más visitado de Sevilla merece una mayor y mejor atención. No es de recibo el estado de conservación que presenta. Si el alcalde pretende seguir adelante con su plan para cerrarla y cobrar una pequeña entrada que redunde en su conservación, debe plantear un debate serio y sosegado y, sobre todo, garantizar el acceso fluido de los sevillanos en el recinto, ya que son legión los pasean a diario por el parque y la Plaza de España.
Por su parte, las Reales Atarazanas abrirán sus puertas a mediados del próximo año. La ciudad recuperará uno de sus edificios más valiosos e impresionantes tras décadas de polémicas y obras que nunca se llevaban a cabo. Es importante dejar este pasado atrás y que las Atarazanas se conviertan en un nuevo foco cultural y patrimonial para propios y extraños. Ello debe llevar aparejado una gran reforma en el entorno más próximo para conectar la zona más monumental de la ciudad: el triángulo formado por la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias, con el río.
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