Una sentencia ratifica la reordenación de los veladores de la Avenida
El uso de la vía pública
El dictamen del TSJA respalda que el Ayuntamiento pueda limitar e incluso suprimir las terrazas si existe causas de interés público
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Reordenación ratificada. La Justicia ha dictado una sentencia que mantiene la reordenación de los veladores decretada por la Gerencia de Urbanismo para los bares de la Avenida de la Constitución. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha rechazado el recurso interpuesto por los establecimientos Sotovento Café S.L.U., Oniroma S.L.U. y Zona Café S.L.U. contra la desestimación al acuerdo de la comisión ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo por la que se aprobó la reorganización de las mesas y sillas hace ahora algo más de cinco años.
La sentencia es rotunda. El TSJA desestima íntegramente el recurso realizado por los tres establecimientos de hostelería, argumenta que se produce la vulneración de los principios de necesidad y proporcionalidad establecidos en la Ley de Garantía de la Unidad de Mercado (LGUM), alegando los principios de intervención de las administraciones públicas para el desarrollo de una actividad, en el ejercicio de sus respectivas competencias, para la protección del interés público, optando por la medida menos restrictiva.
El tribunal defiende que el uso autorizado (la licencia) debe ajustarse a las necesidades de protección del bien de que se trate, “que en este caso es el viario de Sevilla en uno de sus parajes más característicos”. De esta forma, supedita el uso privativo del espacio público al uso general común, pudiendo limitar el primero e incluso suprimirlo por existir causas razonadas de interés público.
En definitiva, la sentencia defiende la necesidad de las medidas adoptadas por la administración por razones de interés público, considerando que se requiere el sacrificio de usos privativos en aras de la mejora del uso común general, puntualizando también la ausencia de alternativa eficaz a la redistribución del espacio.
Por todo ello, el tribunal rechaza considerar vulnerado el principio de necesidad alegado por los recurrentes y no comparte el argumento de éstos respecto a perjuicios graves y manifiestos ni de lesión desproporcionada en el derecho a ejercer una actividad económica. Asimismo, especifica que no le consta que las medidas aprobadas por la administración hayan conllevado a la extinción de ninguna actividad económica o negocio en este viario, ni puede cuantificar el impacto de tales medidas en los negocios porque no se aportan elementos de prueba alguno. Defiende, en última instancia, el deber de garantizar la accesibilidad de la colectividad de transeúntes en general.
En definitiva, apuntan que la sentencia desestima el recurso en su integridad. El TSJA no impone costas a los hosteleros y recuerda que cabe recurso ordinario de casación.
En la Avenida se redujo un 27,6% las mesas y un 41% las sillas, así como el uso de elementos auxiliares. En este espacio se exige también la presencia de separadores para el acotamiento y distinción de las terrazas siguiendo un modelo dado desde el propio Ayuntamiento. Sólo en esta céntrica vía había licencia para instalar un centenar de mesas y más de 350 sillas, aunque era evidente que en algunas horas del día y en determinadas fechas festivas la ocupación era bastante mayor. Las terrazas contaban también con sombrillas y numerosos elementos adicionales, como pizarras, separadores y otros reclamos publicitarios que distorsionaban notablemente el paisaje del centro, amén de dificultar la circulación en una vía que cuenta con el paso del tranvía, carriles bici y espacios peatonales.
Tras semanas de negociación, la Gerencia acordó con los hosteleros la eliminación de 76 mesas y 214 sillas (la mitad de la propuesta inicial) con el objetivo de garantizar la accesibilidad, los itinerarios peatonales y mejorar el paisaje. La mayoría de los establecimientos de hostelería han instalado separadores para el acotamiento y distinción de las terrazas siguiendo un modelo realizado por los técnicos del servicio de reordenación de la vía pública que recuerda a las rejas de las casetas de Feria. Ancladas al suelo, permiten controlar que los bares instalen más mobiliario del permitido en la licencia.
Otro de los retos que ha afrontado la Gerencia en los últimos años ha sido la reordenación este enclave monumental que hoy cuenta con otra estética. Hace cuatro años se aprobaron unos nuevos criterios para regular los elementos publicitarios de los comercios, que han tenido que adaptarse por obligación a estas normas, en un enclave muy afectado por el aumento del turismo. El proceso arrancó con una fase de adecuación voluntaria, en la que actuaron menos de la mitad de los comercios, y luego Urbanismo intervino retirando los elementos publicitarios directamente. Un estudio previo a la aplicación de esta medida detectó que el 82% de los elementos publicitarios existentes en la Avenida de la Constitución, la Puerta de Jerez y la calle San Fernando no se ajustaba a la ordenanza municipal.
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