Decenas de senegaleses piden una investigación de la muerte del mantero: "Queremos saber la verdad"
"Mamouth Bakhoum no había matado, lesionado ni violado a nadie, ¿por qué lo persiguieron durante un kilómetro?"
Exigen el fin de la persecución de los manteros
Decenas de personas se concentraron este jueves en la plaza de la Gavidia en homenaje a Mamouth Bakhoum, el mantero muerto el pasado domingo en el río Guadalquivir cuando huía de la Policía Local. Además de representantes de la comunidad senegalesa, había también numerosos miembros de distintos colectivos que trabajan en favor de los inmigrantes y partidos políticos vinculados a la izquierda. El acto no sólo fue un recuerdo a Bakhoum, sino que se convirtió en una crítica a la ley de extranjería y a la persecución de actividades como la venta ambulante ilegal.
Comenzó el evento con un desgarrador rezo tradicional senegalés. Las voces agudas de los miembros de esta comunidad resonaron en un impresionante silencio a los pies de Daóiz, héroe de la Guerra de la Independencia española. “España es un país maravilloso, no hay racismo, solo casos aislados. Sólo tenemos que unirnos para cambiar algunas cosas porque nos necesitamos unos a los otros. Ojalá que se haga Justicia para nuestro hermano”, arrancó Sialou Ndiaye, secretario general de la asociación de manteros de Sevilla.
Le siguieron discursos en wólof para los recién llegados, que aún no entienden el español. Especialmente emocionantes fueron las palabras de Vinta Gaye, que habló en nombre de los senegaleses de Sevilla, “con el corazón roto y voz firme”. “Mamouth vivía en Sevilla para labrarse un futuro mejor. Su mujer, su hija, sus padres, sus hermanos, sus seres queridos y sus amigos esperan que una muerte como la suya no se repita jamás”. Gaye exigió “una investigación judicial independiente”, un mensaje que varios representantes de la comunidad senegalesa repitieron.
“Con testigos, imágenes de móviles y cámaras, datos de la autopsia, testimonios de sus compañeros manteros y de los bomberos que sacaron el cuerpo del río”. En ese momento, la multitud aplaudió y reforzó esa petición. “Queremos saber la verdad, ¿por qué se tiró al río”, dijo después el representante de la asociación Sevilla Negra. Para Gaye, la muerte de Bakhoum es un “recordatorio de la realidad que afrontan millones de migrantes en España y Europa. Las leyes perpetúan vulnerabilidad y sufrimiento. Les impiden trabajar de forma legal y segura. La burocracia y procedimientos de asilo complicados, falta de acceso a servicios básicos son barreras para los migrantes. La ley de extranjería se traduce en una criminalización de la inmigración”.
Varios de los senegaleses que intervinieron recordaron las circunstancias en las que se produjo la intervención policial, y que Mamouth murió en el río, en un punto situado a más de un kilómetro del lugar en el que estaba vendiendo, y del que huyó al percatarse de la presencia policial. “Dice el jefe de la Policía que no fue una persecución, sino un seguimiento, ¿qué tipo de seguimiento acabar con una persona lanzándose al río? Recorrió más de un kilómetro perseguido por dos motos, cargado con las camisetas que vendía. No era una persona que había matado, lesionado o violado a nadie. Pudo haber muerto asfixiado, pues no podía más. Hay que aclarar lo que pasó”.
La manta, dijo otro de los asistentes, “es una manera de vivir a la que estamos condenados, pues no nos facilitan los papeles ni la integración”. Tampoco pueden acceder a servicios básicos como la sanidad o la educación. Los representantes de los senegaleses fueron también muy críticos con los medios de comunicación y lamentaron las informaciones que criminalizan a los migrantes. “¿La vida de una persona negra vale 34 camisetas?”, se preguntaron, antes de acabar con otro rezo.
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