El senegalés Jimmy, de desatar una ola de solidaridad en Sevilla a ser denunciado por 'inquiocupa'
La casera del vendedor ambulante al que quemaron el puesto en Los Remedios asegura que éste le debe unos 30.000 euros de alquiler
El africano admite las deudas por la caída de las ventas, pero afirman que la cantidad que debe es muy inferior a la que le reclaman, sin precisarla
El incendio de su puesto desató una campaña de recogida de fondos que recaudó unos 10.000 euros
Jimmy es el nombre con el que se conoce a un ciudadano senegalés que desató una oleada de solidaridad en Sevilla cuando le quemaron el puesto en el que se gana la vida como vendedor ambulante. Aquello ocurrió hace ya más de tres años en la avenida de la República Argentina, frente a la Jefatura Superior de Policía. Los propios agentes de la Policía Nacional lideraron una campaña de recogida de fondos para ayudarle, a la que se sumaron decenas de ciudadanos anónimos. Jimmy logró reunir unos 10.000 euros.
Tres años más tarde, ha sido denunciado por su casera por el impago continuado del alquiler. Según asegura esta mujer, Amparo Meléndez, el senegalés se ha convertido en un inquiocupa, como se conoce a la modalidad en la que los inquilinos pagan en un primer momento el alquiler pero luego dejan de hacerlo. Según la propietaria, Jimmy le debe unos 30.000 euros, algo que el senegalés niega. Admite que le debe dinero y no sabe precisar cuánto, pero asegura que le ha hecho varios pagos de 3.000 euros en mano y que tiene los recibos.
Jimmy lleva aproximadamente seis años viviendo en el piso de Amparo, en Sevilla Este. "Al principio pagó bien, pero luego ya fue dejando de hacerlo. Pagaba con retraso y no abonaba la mensualidad completa. Ponía excusas como que se había estropeado su furgoneta o que uno de sus hijos había terminado la carrera de Económicas y tenía que comprarle un traje", asegura Amparo, que cuenta que fue a raíz de la pandemia cuando comenzaron verdaderamente problemas. "Me llegó a exigir que le perdonara el alquiler porque no vendía nada". Jimmy confirma que a raíz del covid sus ventas bajaron considerablemente.
"Cuando le alquilé el piso, me dijo que era representante de bisutería, tanto él como la mujer. Y viajaba mucho supuestamente. De hecho me decía que no podía pagarme una semana porque estaba de viaje. Cuando vi la noticia de que le habían quemado el puesto me di cuenta de que me había estado engañando. Lleva allí casi treinta años con el puesto", insiste la casera, que desconfía incluso del incendio. "¿Dónde estaba él? Si el quiosco estaba montado y con los enseres allí, lo lógico es que él estuviera allí para que no le robaran, ¿cómo es que le metieron fuego? También lo he visto con un puesto en el mercadillo de Alcosa, sé que sus hijos están trabajando. Ingresos hay en la casa".
La casera asegura también que su inquilino ha hecho en los últimos años al menos dos viajes prolongados a Senegal, algo que el propio Jimmy confirma. "La primera vez fui a tratarme de un problema médico porque tenía allí a un especialista en medicina natural. La segunda vez porque falleció mi madre y estuve allí con mi familia". Amparo cree que si tiene dinero para viajar, también debe tenerlo para pagarle el alquiler, mientras Jimmy se queja de que su casera le ha subido la renta y ha pasado de unos 820 euros a superar los 900.
La vivienda de la polémica es un piso de 115 metros cuadrados con cuatro habitaciones, dos cuartos de baño y aire acondicionado, en la que reside Jimmy con su esposa y sus hijos. Amparo Meléndez asegura que necesita la casa para instalar en ella a su madre, de la que tiene que cuidar porque tiene la movilidad reducida y que vive en un bloque sin ascensor. La situación la ha llevado a estar en tratamiento psicológico, ante la impotencia de no poder hacer nada para echar al presunto inquiocupa de su vivienda. "Recaudó más de 10.000 euros y yo no he visto nada de ese dinero, podría haber empleado algo en pagarme a mí, que también lo necesito. Quiero que los sevillanos sepan lo que hay detrás de aquella historia solidaria, que no todo es lo que parece".
Ambas partes están enfrentadas en un conflicto que se tendrá que resolver en los tribunales, donde ya hay varias denuncias cruzadas. El senegalés denunció a la dueña de su piso por amenazas, pero ésta salió absuelta y asegura que jamás le amenazó. "Yo lo único que hacía era pedirle que se fuera de mi casa, que estoy con tres préstamos y una madre que se cayó el año pasado y no puedo más, necesito a mi casa para que mi madre no esté prisionera en su casa". Dice que le llegó a ofrecer otra casa en Rochelambert, pero éste se negó porque estaba demasiado lejos del colegio de su hija. "No quería levantarla una hora antes para llevarla al colegio".
Amparo denunció después a Jimmy por estafa porque asegura que le presentó una documentación que no era acorde a la realidad, "cuando no tenía nada a su nombre". El senegalés asegura que tenía su casa en Triana. También le puso otra por denuncia falsa por las supuestas amenazas que el hombre llevó a los tribunales. Aparte de esto, ha denunciado también el uso del garaje por parte del inquilino que no paga (el aparcamiento no está en el contrato), y además le ha denunciado administrativamente porque circula con una furgoneta sin pasar la ITV desde hace tres años. "No entiendo qué tiene eso que ver con todo esto", se queja el africano, que insiste en que va pagando el alquiler cuando puede.
La propietaria ya tuvo problemas hace un año con los okupas, pues le entraron en una casa suya en el Cerro del Águila. En aquella ocasión llegó a denunciar a la Policía por no actuar contra las personas que irrumpieron en la vivienda.
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