Un secuestro en plena pandemia en Sevilla

El juez procesa a cuatro personas que raptaron a una mujer en venganza por la supuesta quema de un coche

La víctima sufrió cortes en la cara y un golpe en el ojo y fue llevada a una chatarrería de Bormujos, donde la liberó la Guardia Civil

La chatarrería de Bormujos a la que llevaron a la víctima.
La chatarrería de Bormujos a la que llevaron a la víctima. / Juan Carlos Muñoz

"Abre, puta, la puerta, vengo sola". Fue lo que oyó una vecina de Coria del Río un instante antes de que cuatro personas tiraran la puerta de su casa abajo y entraran en el domicilio. Eran las nueve y media de la mañana del 13 de abril, lunes después de Semana Santa, en plena pandemia y cuando aún no habían pasado los días más duros del confinamiento. "Tú le has quemado el coche a Juan", le decían mientras la golpeaban. Luego la sacaron a la fuerza de la vivienda y la subieron a un Porsche Cayenne.

Mientras circulaban, reventó una rueda del vehículo y los secuestradores se dirigieron, con la víctima a bordo, a la chatarrería de uno de ellos, ubicada en Bormujos. Allí obligaron a la víctima a firmar la resolución de un contrato de compraventa del Porsche Cayenne que antes había firmado con el chatarrero, y por el que había pagado 8.800 euros de un precio pactado total de 10.000. "O firmas o cobras", le amenazaron.

Poco después, la Guardia Civil se presentó en la chatarrería. Un vecino de la víctima había sido testigo del secuestro y llamado a la Policía. Los agentes encontraron a la mujer en el interior del negocio. Sufría arañazos en la cara y hematomas. Aunque la amenazaron, no llegaron a golpearla con un martillo. Tres de los sospechosos fueron detenidos. Entre ellos se encuentra el chatarrero, así como otro varón y una mujer. Todos ellos tienen edades comprendidas entre los 32 y los 37 años.

Ahora, tres meses después, la juez de Coria del Río que investiga el caso ha procesado a estas tres personas más y a una cuarta, una mujer, como presuntos autores de un delito de secuestro y otro de extorsión. Tres de los investigados permanecen en prisión provisional y la cuarta implicada es la única que está en libertad.

En su auto de procesamiento, la juez otorga gran credibilidad a la declaración de la víctima, a quien representa el abogado José Antonio Cumplido. "Ofreció un relato concreto, detallado y coherente de los hechos sufridos", apunta la magistrada, que también detalle que esta versión coincide con la de dos testigos, uno de ellos protegido.

Uno de los testigos vio sólo a dos personas en el momento de salir del portal y montar a la mujer en el Porsche Cayenne. Sin embargo, el testigo protegido aseguró que vio a cuatro personas, dos hombres y dos mujeres, y que ninguno de ellos "era el amigo o novio de la víctima, a quien conoce de haberlo visto en otras ocasiones y, concretamente, la noche anterior".

Otro de los indicios que incriminan a los investigados es "la situación en que la Guardia Civil describe que encontró a la víctima en la chatarrería, nerviosa y sollozando, con signos de haber sido golpeada". Estas lesiones estarían después corroboradas por el parte médico expedido el mismo día de los hechos, que refleja heridas compatibles con los golpes descritos por la víctima, así como el informe médico forense posterior. La juez también tiene en cuenta el reportaje fotográfico que la Guardia Civil hizo en la vivienda, con "indicios de daños producidos en la puerta".

La juez del caso también halla indicios del delito de extorsión. Uno de los imputados reconoció que se firmó la resolución de la venta del Porsche, aunque defendió que había sido voluntaria. "Se ha de entender que la resolución de la venta no es controvertida. Lo será el cómo se firmó dicha resolución, que habrá de determinarse" más adelante, añade la magistrada en el auto.

El documento judicial continúa diciendo que los investigados, salvo uno de ellos, admitieron haber ido aquel día a la casa de la víctima. La presencia de esta cuarta persona no está clara en el domicilio, pues aunque todos los implicados negaron que estuviera allí, éste sí que lo admitió en la primera declaración ante el juzgado de Instrucción número 18 de Sevilla. La víctima y el testigo protegido aseguran que sí estaba allí.

Por ello, la juez estima que hay indicios suficientes para procesar a los cuatro sospechosos por los dos delitos: el secuestro y la extorsión. También acuerda mantener la prisión provisional para los tres implicados que permanecen privados de libertad, y cita a los cuatro investigados a declarar para los próximos días.

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