El sector hotelero se lanza a la búsqueda del turista local
El Kivir estrena estrategia con una oferta para sevillanos que ayude a incrementar su ocupación y amortiguar la pérdida de otros mercados cercanos a raíz de los nuevos confinamientos
¿Por qué reabren algunos negocios cuando otros están pensando en el cierre?
La oferta ha saltado en las redes sociales este jueves: habitación doble con desayuno en hotel boutique de cuatro estrellas + cóctel en una terraza exclusiva con vistas por 75 euros. Se llama Kilómetro cero y ha sido lanzada por el hotel Kivir pensando en el público local, pues uno de los requisitos de la promoción es residir en la provincia de Sevilla.
La evolución de la pandemia, que impone cada vez más confinamientos selectivos, obliga a los hoteles sevillanos a restringir aún más su potencial mercado y una de las estrategias que estrena este establecimiento se centra en cubrir los huecos con clientela de aquí deseosa de desconectar y disfrutar también de la ciudad y su paisaje por un precio asequible.
El precio supone una rebaja de aproximadamente el 40% del coste habitual en octubre de las habitaciones del hotel Kivir que justo en la pandemia cumplió su primer año de apertura y que se mantiene desde que reabrió sus puertas en julio con una ocupación más que aceptable en su treintena de habitaciones. Según comenta Alejandro Rodríguez, director general de la empresa, este público local ya existía y ahora se busca fidelizarlo para amortiguar las pérdidas que, en vista de la situación, seguirán registrándose en lo que queda de año.
Una estrategia que, tal vez con menos marketing, persiguen todos los hoteles sevillanos que no cubren sus necesidades con el cliente de empresa, el que primero encendió las luces cuando empezaron a reabrir las puertas tras el confinamiento y que sigue manteniendo la ocupación a la espera de un incremento del turismo. Hay otros hoteles como el Silken Al-Ándalus que ha sido pionero en la conversión de habitaciones en oficinas, espacios para el teletrabajo, una tendencia a la que se ha sumado también Meliá con sus establecimientos de Los Lebreros y Sevilla. Además, los hoteles que cuentan con terrazas ofertan éstas como un atractivo también para el sevillano. Es el caso de hotel Doña María o el de la Torre Sevilla, entre otros.
Se trata de reinventarse, iniciar nuevas estrategias y aguantar la crisis, que ha obligado a los equipos directivos de los hoteles a hacer un completo máster en gestión. “Mientras algunos hoteles están pensando en cerrar de nuevo nosotros abriremos el 29 de octubre del hotel Bécquer”, comenta Alejandro Rodríguez, que también dirige dicho negocio de la calle Reyes Católicos. Su estrategia ha sido esperar para ver el comportamiento del mercado y, a pesar de que las previsiones del sector no son nada optimistas, darán el paso sabiendo que noviembre y diciembre serán “meses perdidos”. Números rojos pero, de contrapartida, un hotel preparado para afrontar la primavera, en la que todos confían en una nueva etapa de recuperación.
El reto está, según confiesa Rodríguez, en perder menos abierto que cerrado. Muchos de los negocios que actualmente están reabiertos -el pasado puente festivo era un tercio de los existentes en la capital- no han logrado este fin y es por ello que muchos se plantean nuevos cierres o incluso su venta o alquiler.
La experiencia de los hoteles que han dado el paso en los últimos meses demuestra que abrir es un reclamo también para que las reservas vayan aumentando, lo que explicará por qué algunos se lanzan a la aventura con un colchón incluso inferior al 10% de la ocupación. Sin embargo, la razón de no perder posiciones en los buscadores de internet, en esta era de lo digital, es algo cuestionable en estos momentos, pues puede comprobarse que hay negocios que siguen cerrados y que ocupan las primeras posiciones en cuanto a valoración. Así en Tripadvisor, por ejemplo, el mejor puntuados por los viajeros actualmente es Gravina 51, establecimiento que aún no ha reabierto. Los algoritmos que usa esta plataforma no se ha adaptado a la situación.
Otro de los principales problemas a los que se enfrentan los hoteles sevillanos es el poco margen con el que cuentan para gestionar las reservas. Éstas se producen a última hora y obligan a improvisar. “Es inútil hacer previsiones, todas las que hicimos en el confinamiento no se cumplieron, para hacerlas tendríamos que tener patrones y esta situación es inédita”, explica el director de los hoteles Kivir y Bécquer. Sus equipos han hecho un máster en operativa y también en recursos humanos. Poner el foco en el día a día es necesario también por una cuestión psicológica, para evitar aumentar la frustración del personal cuando los objetivos no se cumplen o es necesario adaptarlos.
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