Sanz tensiona su pacto con Vox
El Macero
El alcalde habla de la “deriva” de Abascal, lo que abre una crisis interna con sus socios en la Plaza Nueva que pone en jaque el acuerdo presupuestario firmado
Las escrituras ante notario que ponen en serio jaque a un sector del PP de Sevilla
Los gastos en comidas y copas con dinero público del PP de José Luis Sanz y Juan Bueno

A la par que se busca una cabeza de turco dentro del Partido Popular de Sevilla tras desvelar este periódico que durante los años más duros de la crisis económica sus dirigentes despilfarraron las asignaciones de su grupo en la Diputación en sobresueldos y otros fines muy diversos, el alcalde ha provocado un incendio político con sus socios de Presupuesto al opinar que “teme que la deriva de Santiago Abascal” afecte al Ayuntamiento de Sevilla. Unas declaraciones que han sentado como un tiro en Vox, cuyo grupo municipal ha aguantado el tirón sin cargar contra el gobierno municipal estas últimas dos semanas en las que se han ido conociendo los detalles de una contabilidad interna que ha puesto en la diana tanto a José Luis Sanz como a su mano derecha, Juan Bueno, por el destino que se le dio al dinero público.
Tras razonar que “es poco comprensible y no termina de entender” el alineamiento de Abascal con Trump y Putin, el primer edil popular expuso en una respuesta al periodista Federico Jiménez Losantos que “podría ser que ahora intentaran marear un poco la perdiz o hacer cortinas de humo pagándola con el PP, poniéndoles las cosas más difíciles en los ayuntamientos donde gobierna o las Comunidades Autónomas donde han aprobado los presupuestos”.
Continuando con sus referencias a Vox, Sanz comentó en el evento celebrado a final de la semana pasada que espera “que ahí haya alguna cabeza buena y que se dediquen a lo que se tienen que dedicar, que es a mejorar los muchos problemas que tenemos en este país”. Fue más allá. El alcalde hizo “un llamamiento a la responsabilidad” a Vox como hizo para “conseguir este acuerdo presupuestario que nos ha permitido tener un Presupuesto para 2025. Apelé a que se pusieran por delante los intereses de la ciudad de Sevilla a los de cada fuerza política”.
Detalló que el acuerdo se aleja de lo ideológico y se centra en la gestión y en solucionar los muchos problemas que tiene la ciudad, “lo hubiera firmado cualquier sevillano”. Sin embargo, Sanz apuntó que tiene “el temor de que esta deriva, de Abascal concretamente, pueda crear problemas en ayuntamientos como el de Sevilla. Insisto, apelo a la responsabilidad y creo, o quiero pensar, que van a seguir como hasta ahora, anteponiendo los intereses de Sevilla a sus intereses personales”.
Estas declaraciones corrieron como la pólvora en Vox. Desde los despachos de la Plaza Nueva hasta la sede nacional en Chamartín. Un importante malestar que pone en riesgo el pacto presupuestario refrendado hace sólo unos días. Una alianza que va más allá del visto bueno a las cuentas de la ciudad para este año, pues incluye un compromiso para sacar adelante una quincena de proyectos: desde los desarrollos urbanísticos del barrio portuario y del canal de la Expo y el soterramiento de la Ronda Urbana Norte, a la creación de una oficina de apoyo a la natalidad o la ampliación de la plantilla de la Policía Local. Este acuerdo de estabilidad se encuentra en el alambre tras unas palabras del alcalde “que se dejó llevar por la entrevista”, como sostienen desde su entorno.
El grupo municipal no quiso hacer sangre tras conocerse que el PP despilfarró dinero público
Lo que más ha cabreado en Vox es que Sanz hablase de “deriva” al referirse a Abascal, y más después de que el grupo municipal no haya querido hacer sangre en los últimos días tras conocerse los sobresueldos y desvíos de fondos públicos que ponen el foco del escándalo en Sanz. Internamente sostienen que la deriva es la del PP local, “sumido en una guerra civil que puede generar graves problemas en la ciudad”. Desde la formación que lidera en Sevilla Cristina Peláez tienen sobre la mesa una importante disyuntiva que resolver en las próximas horas: romper relaciones públicamente con los populares o aguantar el tirón para sacarle rédito político al acuerdo de estabilidad firmado.
El silencio del grupo municipal fue roto la semana pasada por el presidente del partido en Andalucía. “Que dimitan todos”. Así de tajante se mostró Javier Cortés tras desvelar Diario de Sevilla que el PP de Sanz y Bueno disparó el gasto en hostelería durante la crisis económica. Los populares contaron con 1.100.000 euros para el funcionamiento del grupo municipal de 2011 a 2015. Con ello se pagó, entre otras, una presentación de Cristóbal Montero.
En la red social X, el dirigente andaluz de máxima confianza de Abascal sostuvo que “la porquería del bipartidismo sale de nuevo a la luz, la mierda que hay debajo de las alfombras del Ayuntamiento de Sevilla por capítulos, y parece que aún hay cajones por abrir, nos desayunamos con las juergas del PP pagadas con tus impuestos”. El presidente de Vox en Andalucía también expuso que “nosotros lo tenemos claro, el dinero público es sagrado y cualquier político que meta la mano en la caja no es digno de representar a un solo español”. El mensaje finalizaba pidiendo la dimisión del alcalde, del delegado de Hacienda y de la directora de la Agencia Tributaria de Sevilla, Asunción Fley.
Hasta la fecha, el grupo municipal sólo ha exigido al alcalde que incremente el control de los fondos públicos y máxima transparencia en la gestión. Todo ha cambiado con las declaraciones de Sanz.
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