Carlos Navarro Antolín
La pascua de los idiotas
Movilidad
Más zona azul para intentar reducir a los gorrillas. Ante el aluvión de peticiones realizadas por los vecinos de distintos barrios para que se incrementen las zonas de la ciudad con aparcamiento regulado, el Ayuntamiento de Sevilla ya trabaja en su ampliación (y eliminación en algunas calles) con el horizonte del verano del año que viene, no descartándose cambios puntuales antes de esa fecha.
Desde la delegación de Movilidad sostienen que una asistencia técnica y un estudio económico servirán para decidir el listado definitivo de la zona azul en los diferentes distritos. No solo se analiza las nuevas calles que contarán con aparcamiento regulado, también se examina aquellas en las que deben ser eliminados. El actual contrato está prorrogado hasta mediados de 2025, por lo que ese es el plazo máximo que el equipo de José Luis Sanz maneja para concluir el estudio.
El gobierno municipal asevera que se han recibido muchas peticiones de sevillanos que quieren que se implante la zona azul en sus barrios para poder aparcar. Un caso concreto es el distrito Macarena, que ya se encuentra en fase de estudios aunque aún no se puede concretar un listado de calles. Los técnicos analizan las peticiones vecinales para ver en que calles se pueden incluir aparcamientos regulados.
La vinculación de la zona azul con los gorrillas viene de lejos. Desde que Alejandro Rojas-Marcos intentara, a principios de los años noventa, atajar el asunto ordenando a la Policía Local que detuvieran a los aparcacoches –una medida absurda, puesto que eran puestos en libertad sistemáticamente por los jueces al no haber cometido ningún delito–, cada alcalde ha intentado combatir esta práctica ilegal de alguna u otra manera. Nadie ha conseguido erradicarlos y podría decirse que con los años el fenómeno ha ido incluso en aumento.
La zona azul siempre ha estado rodeada de polémica. Se implantó en Sevilla en 1985, pero después de la batalla legal que lideró Javier Arenas (por entonces concejal del PDP en el Ayuntamiento) fue desmantelada ante la ausencia de un marco legal adecuado. El Plan de Regulación del Estacionamiento en Superficie, conocido como el plan RES, arrancó en un conjunto de calles de la zona centro que sumaban un total de 1.000 plazas de aparcamiento aproximadamente. El cambio en la legislación en materia de tráfico y aparcamiento facilitó que, el mismo partido que luchó contra la zona azul, fuese el que la implantase en mayo de 1999.
El sistema comenzó a funcionar de nuevo en unas 140 calles situadas en el perímetro conformado por Torneo, Arjona, paseo de Cristóbal Colón, paseo de las Delicias, avenida General Sanjurjo, avenida de la Constitución, Fernández y González, Plaza Nueva, Tetuán, Velázquez, Alfonso XII y San Laureano.
Hace diez años, entró en vigor una ampliación ideada por el popular Juan Ignacio Zoido que afectaba a casi 190 calles, avenidas y plazas sometidas a esta figura de pago. A través de esta medida, la sociedad Aparcamientos Urbanos de Sevilla (Aussa), participada en un 51% por la sociedad municipal Transportes Urbanos de Sevilla (Tussam), pasaba a explotar 7.553 plazas de estacionamiento como zona azul a partir de las 4.112 que hasta entonces estaban sometidas a esta figura. La ampliación de la zona azul derivó en un intenso debate público y político con partidarios y detractores.
La última actualización de la Ordenanza Fiscal Reguladora de la Tasa de Estacionamiento Regulado de Vehículos fue en enero del año pasado e incluía vías que no contaban con plazas de aparcamiento porque son peatonales o de difícil acceso, pero sus residentes sí tienen derecho a ocupar plaza y solicitar los abonos. Se trató de Costa de la Luz, Antonio Puerta, José María Obando y Obispo González García. Las cuatro calles del barrio de Nervión.
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