Sanz construirá dos albergues en el Polígono Sur y San Jerónimo
el objetivo es que estos espacios no se concentren en la macarena
Los edificios para personas sin hogar cuentan con una ayuda de la Junta que sufraga la mitad de los tres millones que cuesta ponerlos en pie
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Una de las promesas electorales que realizó José Luis Sanz antes de llegar a la Plaza Nueva fue descentralizar los albergues de la Macarena como respuesta a las denuncias vecinales sobre la degradación del barrio debido a la falta de seguridad y la limpieza. Ya lo tiene todo listo. El alcalde popular construirá dos edificios para personas sin hogar en el Polígono Sur y San Jerónimo. Para ello cuenta con dos subvenciones de la Junta de Andalucía, una de 120.000 euros para las asistencias técnicas que permitan elaborar el proyecto y otra de casi el 50% del coste de la construcción de los dos inmuebles municipales, que supera los tres millones de euros.
La idea se la trajo Sanz de una de sus visitas a la capital de España. Pequeños centros descentralizados con habitaciones compartidas. El objetivo es que las personas sin techo reciban una atención personalizada que les permita dar el salto a la vida independiente. Por cada usuario hay un profesional que trabaja con ellos 24 horas aspectos como la inserción profesional, salud mental, patología dual (adicción y trastorno) y búsqueda de otras oportunidades.
La intención del gobierno municipal es que ambos “espacios de resiliencia”, como se recoge en la documentación a la que tuvo acceso este periódico, estén funcionando antes de que termine 2026. Según el último conteo realizado por el Ayuntamiento de Sevilla, en la ciudad hay cerca de 800 personas en la calle.
El primero de los albergues ocupará una parcela de 3.776 metros cuadrados en la calle Portobelo, que pertenece al Polígono Sur y se encuentra a escasos metros del polígono Hytasa, zona en la que el anterior gobierno socialista se vio obligado a rechazar un espacio similar por la avalancha de protestas de los vecinos y comerciantes. El proyecto básico del edificio para la atención y alojamiento de personas sin hogar contempla un diseño orientado a favorecer la intimidad personal de sus residentes “con objeto de fomentar el empoderamiento personal”, y a la vez ofrece la posibilidad de participar en actividades de vida en comunidad y de inserción social. Asimismo, cuenta con espacios específicos para la atención a personas sin hogar convalecientes.
En el programa de necesidades aparece que se trata de un espacio de convivencia para dos personas con baño compartido y capacidad para 24 usuarios. Contará con una zona de personas convalecientes para cinco beneficiarios; cocina, comedor, lavandería y zona de esparcimiento comunitario; salas para desarrollar sesiones formativas y talleres; zonas verdes con posibilidad de huertos urbanos; zona para animales de compañía; y despachos para el personal.
Los arquitectos del proyecto apuntan que el edificio se posiciona de manera discreta “en una pieza sencilla de una sola planta exenta que se adapta a la forma alargada de la parcela”. Esa planta baja se ordena a partir de un vestíbulo principal donde se ubica el acceso principal y el control, desde el que parte un pasillo que distribuye las habitaciones dobles, con baño incluido, para disponer en el extremo la zona de comedor y taller, que podrán utilizarse de forma conjunta o diferenciada y la zona de servicio con cocina, lavandería y almacén.
En la memoria se explica que un acceso secundario comunica con la zona de servicio o el área de veterinaria para ubicar a los animales de compañía, que también dispondrán de un espacio en el exterior. Colindante con el acceso principal se dispone un área para personas convalecientes con un puesto de enfermería y una sala de visitas o lectura.
La propuesta busca espacios limpios, diáfanos, “libres de cualquier retórica que permitan adaptar su uso a las necesidades del programa”. La iluminación de las estancias principales queda garantizada por la disposición perimetral que le confiere luz y ventilación natural.
El volumen exterior se muestra cerrado mediante una envolvente de paneles prefabricados. Los arquitectos destacan que predominan las zonas acristaladas hacia la fachada principal y el resto con huecos verticales. “Esta configuración da al edificio un carácter doméstico que le imprime carácter residencial, sin que destaque su diseño para no estigmatizar a los usuarios. Las áreas que aparecen completamente acristaladas cuentan con cerramiento de tipo U-Glas”.
El espacio libre exterior se dispone ajardinado con posibilidad de varias zonas de estancias pavimentadas y mobiliario, “lo que permitirá a los usuarios disfrutarla como zona de recreo, incluso realizar talleres ocupacionales”. Para reforzar esta idea, el proyecto dispone de zonas preparadas para destinarse a huertos urbanos con las infraestructuras necesarias. El edificio principal contará con una superficie construida de 780 metros cuadrados, ocupando 105 los soportales exteriores cubiertos y 19 el edificio auxiliar. La zona de huertas dispondrá de 1.155 metros cuadrados, los jardines con 669 y los espacios exteriores solados 1.152.
El gobierno municipal ha elegido una ubicación que llama la atención por su cercanía al frustrado proyecto para levantar un centro para personas sin hogar en el número 6 de la calle Raso, dentro del polígono Hytasa. A principios de 2022, el promotor rechazó el contrato ante la avalancha de protestas por parte de vecinos y comerciantes de la zona porque se trataba de un suelo industrial, en contra de lo que marcaba el pliego de condiciones del contrato. “No sólo no era el lugar más idóneo para ello, sino que además incumplía varios aspectos del pliego de adjudicación del concurso”, señalaron desde la comunidad de propietarios de ese espacio industrial. El objetivo era el mismo que ahora, dispersar este tipo de servicios sociales para que no se concentren en la Macarena.
El segundo albergue se construirá en la calle Galán Merino, en el barrio de San Jerónimo. Ocupará una parcela de 3.774 metros cuadrados (casi calcada al otro centro) que se encuentra cerca de la sede de la Agencia Espacial Española, situada en el edificio CREA, y de las Naves de Renfe, que contarán con una incubadora de empresas espaciales. Los arquitectos han usado los mismos datos de partidas, el programa de necesidades, la descripción general de edificio y las superficies del centro para personas sin hogar que se levantará en el Polígono Sur.
Estos dos proyectos se suman a la operación urbanística que pasó esta semana por el consejo de gerencia de Urbanismo y cuyo fin último es levantar un edificio para realojados a escasos metros del asentamiento chabolista más antiguo de Europa. Hasta el momento se desconoce si será para los últimos pobladores del Vacie. En el documento que adelantó Diario de Sevilla, Urbanismo proponía al Pleno la aprobación definitiva del estudio de detalle de la parcela M2, calificada de servicios públicos y enclavada en la calle Parque Sierra de Castril. Emvisesa remitió a la Gerencia un escrito en el que manifestó su intención de promover en esa zona del barrio de Pino Montano 58 viviendas protegidas en alquiler de tipo coliving en un régimen especial con destino a colectivos vulnerables como las familias sin hogar, los realojos, la reinserción social y las familias con menores. El visto bueno quedó aplazado ante “las dudas” de los grupos de la oposición.
En la actualidad no existe en la ciudad ningún edificio formado íntegramente por colectivos vulnerables. Sin ser igual, el modelo más similar fue levantado en el barrio de Sevilla Este por el gobierno municipal anterior. Bautizado como RUE 32, fue la primera promoción de estas características en Andalucía. No sólo es un sistema de gestión de la vivienda, también una forma de vida que eligen, fundamentalmente, menores de 35 años con necesidad de independizarse. Pero también separados y divorciados sin recursos para afrontar una vida en solitario, emigrantes retornados que necesitan una ayuda tras su regreso, estudiantes, investigadores y docentes desplazados y mayores de 55 años, principalmente, solos.
A estos tres proyectos hay que sumar que la Iglesia de Sevilla abrirá un centro de atención a personas sin hogar a los pies de la Giralda. La obra social promovida por el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular consistirá en un ambicioso proyecto de atención a personas sin un techo bajo el que pasar la noche. El centro se abrirá en la sede que la organización Cáritas tiene en la calle Don Remondo. El edificio será adaptado para que las personas necesitadas puedan recibir las primeras atenciones. Se da por hecho que uno de los colectivos principales que será atendido en este centro será el de inmigrantes recién llegados a España con necesidades básicas que cubrir: higiene y un lugar donde pasar la noche. Incluso las primeras noches de estancia en el país. No se trata de un centro específico para inmigrantes, pues Cáritas tiene otros programas de atención para estas personas, pero sí se admite la posibilidad de que se puedan beneficiar de esta iniciativa.
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