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Las sanciones por 'Blackberry' se abandonan por motivos económicos

Tráfico y movilidad Recorte de los gastos en tiempos de crisis económica

El Ayuntamiento descarta dotar a la Policía Local de teléfonos móviles tipo PDA para multas de tráfico, tras seis meses en pruebas y unos resultados muy rentables

Agentes usan la PDA para multar a un vehículo mal estacionado.
F. Pérez Ávila

10 de mayo 2010 - 05:03

El Ayuntamiento de Sevilla ha decidido no contratar los teléfonos móviles tipo PDA que utilizaron los agentes de la Policía Local en periodo de pruebas durante seis meses, por lo que los funcionarios han vuelto al sistema tradicional del bolígrafo y el boletín de denuncias para sancionar las infracciones de tráfico. Los agentes municipales utilizaron durante un semestre 16 teléfonos móviles de la marca Blackberry para denunciar estacionamientos irregulares y dobles filas, pero el proyecto ha quedado enterrado por cuestiones económicas.

Para la puesta en marcha de este servicio, un grupo de policías recibió un curso de formación sobre el manejo de la PDA. Las terminales de la marca Blackberry pertenecen al modelo 8310, uno de los más avanzados del mercado. 14 de los aparatos en prueba se destinaron a la unidad de tráfico y dos a los distritos. Cada uno de ellos venía acompañado con una pequeña impresora que los policías pueden colocarse al cinto y con la que se imprimen las multas que se entregan a los conductores infractores o se depositan en el parabrisas de los vehículos denunciados en caso de que el conductor esté ausente. La PDA está conectada con el negociado de multas del Ayuntamiento. En el momento en que el policía imprime la denuncia, ésta ya está registrada por la Hacienda local y es imposible retirarla. El dispositivo contiene incluso la firma digital del agente que lo porta, para que ni siquiera tenga que pararse a firmar la denuncia de manera manual. Pues, con sólo introducir el número de una matrícula, la Blackberry identifica al titulardel coche.

El Consistorio incluso se planteó la opción de adquirir más equipos tecnológicos en función de los resultados, pero la actual situación de crisis económica ha provocado que el proyecto se paralice. En concreto, cada equipo cuesta unos 1.000 euros. La iniciativa, en principio, parecía rentable desde el momento en que cada denuncia por doble fila supone una cuantía de unos 200 euros. El aparato supone una gran garantía porque aporta fotografías a la denuncia y no permite el error a la hora de identificar al titular de un vehículo. Según estos datos, parece que los aparatos se amortizarían en poco tiempo.

En los meses de prueba, la recaudación por multas de tráfico se ha elevado considerablemente en el Ayuntamiento. Sólo con PDA, la Policía Local ha interpuesto una media de 2.000 sanciones al mes, que han supuesto una recaudación de más de 250.000 euros mensuales, aproximadamente.

Los cálculos realizados por la Policía Local apuntan que, de ponerse en marcha esta iniciativa de manera definitiva, esto es, si se implantara el sistema y se extendiera a todos los agentes destinados en la unidad de Tráfico, el Ayuntamiento podría tramitar unas 408 multas al día, lo que supondría alrededor de las 148.000 al año y una posible recaudación que superaría los 3,4 millones de euros para las arcas municipales. Pero, de momento, el sistema se abandona.

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