San Luis de los Franceses: sellar el exterior para restaurar el fabuloso interior

La Diputación de Sevilla tramita la intervención en la cúpula, los cuerpos bajos de las torres y el muro medianero con el colegio de la Salle

La iglesia de San Vicente de Sevilla recupera las pinturas de su retablo primitivo

La fabulosa cúpula de San Luis de los Franceses.
La fabulosa cúpula de San Luis de los Franceses. / Antonio Pizarro

Una importante intervención en el exterior para acabar con las filtraciones y poder actuar en el fastuoso interior. El área de Cultura y Ciudadanía de la Diputación de Sevilla ha puesto en marcha un proyecto de restauración integral del emblemático conjunto monumental de San Luis de los Franceses. Estos trabajos abarcarán la cúpula, los cuerpos bajos de las torres de la fachada y el muro medianero con el Colegio de la Salle. El objetivo principal es eliminar las filtraciones de agua que están afectando gravemente a los frescos del siglo XVIII del pintor Domingo Martínez, ubicados en el interior del templo. Las actuaciones ya se encuentran en fase de adjudicación y una vez que comiencen tendrán un plazo de ejecución de 19 meses. El presupuesto asciende a 773.697 euros.

La iglesia de San Luis de los Franceses es un espacio de una belleza singual en el que se sublima el mejor barroco europeo con la gracia de la albañilería sevillana, como ha resaltado recientemente el historiador del arte Juan Luis Ravé, responsable de la colección con los fondos de la Diputación que se ha inaugurado hace una semanas en el conjunto, en una entrevista en este periódico. El exterior del templo se restauró para el año 1992 y el interior, aunque quedaron algunas cosas por hacer, en el año 2008. Ahora, se intervendrá sobre la cúpula de la iglesia debido a las humedades aparecidas interiormente en el tambor de la misma en su lado noroeste y que afectan directamente a las pinturas murales. Desde el área de Cultura de la institución provincial, cuyo diputado es Casimiro Fernández, se tiene claro que el interior de San Luis, sobre todo los frescos y los retablos de Duque Cornejo, necesitan de una restauración. Pero para poder acometerla, antes hay que sellar por completo el exterior.

Pérdida de pintura por las filtraciones de agua de la cúpula.
Pérdida de pintura por las filtraciones de agua de la cúpula. / Antonio Pizarro

El objetivo del proyecto redactado por el arquitecto Jacinto Pérez Elliot, por tanto, es la eliminación de las filtraciones que se han venido detectando en la cúpula de la iglesia ue están dañando seriamente los frescos y especialmente del tambor de arranque de la misma. Estas pinturas decorativas del pintor Domingo Martínez, realizadas en el siglo XVIII para ornamentación de la Iglesia, on parte del discurso iconográfico de toda la construcción jesuita. Como explicaron a este periódico tanto Pérez Elliot como Victoria Pantoja, aparejadora y responsable de ejecución, cuando se restauró en 2008 el interior “sólo se llegó hasta el arranque de la cúpula”, algo que es visible por el cambio de tonalidad. Una vez eliminada la fuente que viene produciendo las humedades interiores se pretende igualmente restaurar la piel de tejas cerámicas que revisten la cúpula, así como los elementos de fábrica de ladrillo visto y molduras y elementos decorativos de la misma.

La espectacular cúpula de San Luis.
La espectacular cúpula de San Luis. / Antonio Pizarro

Los cuerpos bajos de las torres

La segunda pata de la actuación es la restauración de los cuerpos bajos de las torres, cuyo proyecto ha sido redactado por la restauradora Iria Vilela Garnelo. Esta intervención completará la recuperación de estos elementos, ya que en el año 2023 se repararon los cuerpo superiores debido a desprendimientos que hubo en el año 2018. Finalmente, la intervención sobre el muro medianero que la iglesia ofrece al patio delantero del Colegio de La Salle se acomete debido a distintas patologías que han venido apareciendo estos últimos años.

El arquitecto ha explicado a este periódico la importancia que para el conjunto del templo va a tener la intervención en la cúpula, que es de una sola hoja sin cámara interior, similar a la de la iglesia del Salvador, también de Figueroa: “Una vez que pongamos los andamios tenemos que ver por dónde está entrando el agua. Seguramente será por la cornisa del oeste, que es la que está más expuesta. Entendemos que la filtración es por la presencia de vegetación que enraíza y estalla. Esperamos no tener que levantar las tejas. En el interior no hay grietas ni fisuras, por lo que la bóveda debe estar trabajando perfectamente”. Durante las obra se limpiarán y repararán también todos los elementos decorativos.

Los cuerpos bajos de las torres de las fachadas.
Los cuerpos bajos de las torres de las fachadas. / Antonio Pizarro

En cuanto a los cuerpos bajos de las torres, que cuentan con un importante trabajo de cantería, las principales causas de deterioro que se observan son alteraciones ambientales, que han propiciado las naturales causas de alteración que se derivan de las variaciones climáticas, temperatura y humedad. “La presencia de agua es decisiva, ya que es un componente importante en las reacciones de alteración y sirve de disolvente para gran cantidad de especies químicas que interaccionan con la piedra. Además, la presencia de agua en fase líquida y gaseosa permite un rápido transporte de materia entre la roca y el medio ambiente por lo que el proceso de degradación es continuo”.

Las principales alteraciones que presenta la piedra son eflorescencias; sulfatos y carbonatos; costra negra y organismos y biodegradación. “Además, la piedra presenta una película polmérica que no la deja respirar. Impide la evaporación del agua”, añade Pérez Elliot.

Detalle del estado de la cúpula.
Detalle del estado de la cúpula. / Antonio Pizarro

Las consecuencias de estas alteraciones en la piedra provocan manchas y costras y, en algunos casos, disgregación y rotura interna. Exfoliación, arenización y descohesión. Pérdida de soportes. Aparición de costras negras debido a la ubicación urbana y con tráfico: la fachada presenta este tipo de daño localizado en varias zonas de las torres. En algunas juntas que unen sillares del material pétreo se aprecia pérdida de mortero de unión original; en algunos casos se percibe intervenciones de restauración anteriores donde ha sido repuesto con mortero nuevo. La suciedad superficial acumulada es apreciable en toda la superficie del monumento siendo más acusada en las zonas con relieve. Estos depósitos de polvo cataliza la humedad y desencadena algunos de los procesos degradantes antes descritos.

El proceso de intervención conllevará:

  • Limpieza. Su principal objetivo es la conservación y preservación del material pétreo. La eliminación de los estratos de suciedad y costras se realizará combinando métodos mecánicos, manuales y si fuera necesario; como último recurso, químicos.
  • La eliminación de sales. La finalidad del tratamiento es la erradicación de las sales solubles depositadas sobre la piedra o en su interior. Se trata de uno de los agentes de alteración más nocivos para la piedra y pueden comprometer el éxito de tratamientos posteriores de consolidación e hidrofugación.
  • La eliminación de líquenes y musgos. La finalidad de este tratamiento es la erradicación de la contaminación microbiológica en la superficie pétrea en aquellas zonas que lo requiera.
Las torres de la fachada.
Las torres de la fachada. / Antonio Pizarro
  • Consolidación. El objetivo de los tratamientos de consolidación del material pétreo perseguirá la restitución, en la medida de lo posible, de la cohesión mecánica superficial perdida, buscando la máxima penetración del producto, la adhesión entre la zona alterada y sana de la piedra y evitando la formación de películas superficiales.
  • El sellado y la unión de grietas. La finalidad de este proceso será siempre favorecer la protección del material pétreo evitando las vías de penetración del agua.
  • La reintegración volumétrica. Esta intervención se hará puntualmente sólo en aquellas piezas, en zonas de relieve, que sea necesario por criterios de conservación de las mismas o por su estabilidad expositiva, y en lagunas y faltas que por su impacto visual requieran la recuperación del volumen.
  • Tratamiento hidrofugante. El objeto será favorecer la conservación del material pétreo, evitando o retardando la acción de los agentes medioambientales o antrópicos de deterioro. Este proceso se realizará con productos y métodos estables y compatibles; que no alteren las propiedades físico-químicas del material pétreo, no produzcan residuos que puedan dañar la superficie y no den lugar a la formación de productos nocivos al envejecer.
La fachada de la iglesia de San Luis de los Franceses.
La fachada de la iglesia de San Luis de los Franceses. / Juan Carlos Muñoz

Con estas reparaciones, sólo quedaría por restaurar la impresionante fachada de la calle San Luis para completar las intervenciones en el exterior.

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