San Jerónimo, crónica de un abandono

El entorno del monasterio y la biblioteca del barrio lleva años presentando un estado deplorable y urge una reforma

Las barras de calistenia que fueron retiradas en mayo siguen sin reponerse

La entrada a la biblioteca de San Jerónimo.
La entrada a la biblioteca de San Jerónimo. / José Luis Montero

En la calle Marruecos hay una portada que formaba parte de las antiguas entradas al monasterio de San Jerónimo de Buenavista. El estado que presenta no puede ser peor. Parece una ruina de una ciudad bombardeada, o destrozada por algún seísmo o catástrofe. Pero lo malo no es eso, sino que lleva así más de una década. La puerta da acceso a la biblioteca pública del barrio. A un lado de la misma se lee la inscripción "Biblioteca Pu... Municipal". Lleva años sin que nadie coloque las letras que se han caído. "Yo siempre la recuerdo así, desde que era chico", dice Enrique Perea, arquitecto y vecino del barrio, que acompaña a este periódico en un paseo por San Jerónimo.

La portada está apuntalada para que no se caiga. Junto a ella está la entrada al cementerio inglés, que tenía unas vallas por encima del muro que han sido sustraídas. La cruz de metal sobre la puerta del camposanto aguanta. Si uno se adentra hacia la biblioteca, cruza hacia una zona sin asfaltar de la calle Cataluña, que le llevará, paralela al monasterio, hasta la avenida que discurre junto al río. El convento está protegido con un muro, que el arquitecto precisa que no es antiguo sino que se levantó hará unos cuarenta años para perimetrar el edificio. "Sería de agradecer que el muro fuera algo más bajo, que se pudiera ver desde fuera, que la gente pudiera contemplar lo que hay detrás", incide Perea.

El monasterio de San Jerónimo, desde fuera.
El monasterio de San Jerónimo, desde fuera. / José Luis Montero

El monasterio lleva muchos años cerrado y no puede ser disfrutado por los vecinos. "Recuerdo que, cuando era pequeño, se celebraban en él los carnavales del barrio". A principios de 2023 se anunció la rehabilitación del edificio, que tenía problemas estructurales. Los trabajos contemplaban una serie de reformas y empezaban por solucionar las humedades por capilaridad y la filtración de agua de la lluvia en el claustro, la renovación de la red de saneamiento y la restauración de pavimentos tanto en el claustro como el deambulatorio bajo. Estas obras contaban con un presupuesto de 1,8 millones de euros de los fondos Feder y en teoría iban a durar diez meses. Más de un año y medio después, el edificio sigue cerrado y sin plazo para la reapertura.

El lateral del monasterio que da a la calle Cataluña es una zona sin asfaltar que a día de hoy sirve de aparcamiento y para esparcimiento de los vecinos que pasean sus perros por este lugar. Sólo con que se asfaltara, ya la zona cobraría mejor aspecto. Junto al convento está la biblioteca pública. "¿Cree que esta entrada invita a que venga alguien a leer un libro aquí?", se pregunta este vecino. Al final de la calle, en el solar frente al monasterio hay otra muestra de abandono y ruina. Cierto es que es un solar privado, pero el estado que presenta es deplorable y en nada ayuda a mejorar la imagen del recinto.

El espacio en el que estaba el parque de calistenia.
El espacio en el que estaba el parque de calistenia. / José Luis Montero

Llegamos al paseo del río. No queda rastro del parque de calistenia que el Ayuntamiento retiró la pasada primavera, alegando el mal estado de las instalaciones. Según el Consistorio, los elementos se retiraron tras recibir numerosas quejas. La edil Evelia Rincón, anunciaba entonces que ya se estaban redactando los nuevos pliegos para poner los nuevos. Eso fue en mayo. Cinco meses después, no se ha colocado ni una sola barra en este lugar. La asociación de vecinos de San Jerónimo indicó entonces su "consternación" por la retirada del parque de calistenia, que "utilizaban muchísimas personas a diario y cumplían una buena función tanto para jóvenes como para mayores".

El paseo del río tiene una iluminación escasa. Ahora que se aproxima el cambio de hora y los días serán más cortos, la zona se quedará a oscuras durante buena parte de la tarde. Los vecinos creen que hay una preinstalación hecha para colocar más farolas, pero no se ha puesto ni una más desde que se inauguró la zona, a finales de la década de los dos mil. El recorrido termina en el parque de San Jerónimo, donde los robos y el deterioro son patentes en uno de los monumentos más representativos del barrio, el Huevo de Colón. "Es un tema ya muy trillado y machacado, pero lo cierto es que aquí no se combaten los robos, que son continuos, ni el deterioro. No se repara, no hay limpieza, lo hemos comentado ya mil veces pero sigue todo igual".

Abandono en San Jerónimo.
Abandono en San Jerónimo. / José Luis Montero

San Jerónimo sigue siendo un barrio con mucha vida, a pesar del deterioro no sólo en los edificios públicos. También hay zonas muy venidas a menos en las que se han detectado la presencia de ocupas y de mafias que alquilan habitaciones y pisos ocupados. Pero la zona nueva del barrio es ahora mismo uno de los espacios más atractivos, llena de tiendas y restaurantes, que por las tardes se llena de familias con niños. Está a un paso del CREA, un edificio destinado al emprendimiento y muy ligado al barrio, ya que muchos vecinos se han formado como empresarios allí en los últimos años. Ahora será la sede de la Agencia Espacial Española y esas labores de asesoría y formación de empresas se trasladan a las naves de Renfe, ligadas al barrio desde su fundación y abandonadas durante décadas hasta que ahora han sido reformadas. "Una de las naves está sin uso. Yo propongo que se puedan celebrar actividades como el carnaval, la velá o la Navidad, para que los vecinos hagan uso de estos edificios antiguos.

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