El rompecabezas del presupuesto de Sevilla
El Macero
Sanz arranca las negociaciones con una disyuntiva: convencer a Muñoz asumiendo el grueso de sus enmiendas o a Peláez con su entrada en el gobierno
Cristina Peláez: "No estamos ansiosos por entrar en el gobierno, es un relato del PP"
José Luis Sanz ha comprobado que gobernar en minoría en un Ayuntamiento como el de Sevilla es un camino de espinas. Tras la aprobación de las ordenanzas fiscales para 2024 con el apoyo del PSOE, las negociaciones políticas se centran ahora en lo que ocurrirá con el presupuesto municipal para el próximo año. El gobierno municipal arranca hoy una ronda de contactos con todos los portavoces de los partidos para lograr al menos el voto favorable de uno de los tres grupos municipales con representación en el Salón Colón. Se repite el mismo dilema de hace unas semanas: ¿el Partido Popular quiere tener como compañero de viaje al PSOE o a Vox? Para convencer al primero, deberá asumir el grueso de sus enmiendas; al segundo tendrá que abrirle la puerta de su gobierno como hicieron los populares en otros ayuntamientos del país.
“Sabemos dónde está cada uno y que hay que debatir y discutir mucho”, admiten desde la delegación de Hacienda. Las primeras cuentas de Sanz pretenden poner las bases para mejorar la limpieza, la seguridad, los problemas de movilidad y la actuación en barrios de atención preferente. Dentro del gobierno popular argumentan que será un presupuesto “lejos de florituras” ideológicas, porque “todos podemos estar de acuerdo en que la falta de limpieza es un problema en la ciudad, y ahí habrá una partida presupuestaria donde se reflejará cómo vamos a arreglar eso; todo estamos de acuerdo en que a esta ciudad le faltan policías locales y en que tenemos un problema de inseguridad porque no se han incrementado las zonas de videovigilancia, y todo eso va a aparecer en los presupuestos para 2024”.
Sanz aspira a poder incorporar iniciativas de cualquier otra fuerza política y entiende que la ronda de contactos que se abre con todos los portavoces para que cada uno pueda hacer sus propuestas, no es el momento de que Vox plantee entrar en el gobierno. Los populares sostienen que un futuro Gobierno central con PSOE y Sumar, con el apoyo de los independentistas catalanes a cambio de una amnistía por las consecuencias legales del referéndum del 1 de octubre, no tiene por qué condicionar la búsqueda de acuerdos con el grupo municipal socialista en el Ayuntamiento. “Entendemos que son realidades diferentes: una cosa es el Gobierno que pueda formar el PSOE a nivel nacional y otra cosa es la estrategia de oposición que tenga aquí”. Tienen asumido que deben hacer muchos esfuerzos a lo largo del mandato para llegar a acuerdos si quieren seguir gobernando en minoría.
La semana pasada, el delegado de Hacienda, Juan Bueno, se preguntó que mientras “estamos trabajando para elaborar unos presupuestos que nos permitan avanzar como ciudad, ¿dónde están las propuestas de Vox más allá de su obsesión con entrar en el gobierno?”. Reiteró que “lo único que les preocupa es entrar en el gobierno a cualquier precio, anteponiendo incluso los intereses de la ciudad a sus intereses particulares y este equipo de gobierno lo tiene claro, Sevilla y los sevillanos están por encima de todo, por encima de cualquier interés personal o partidista”.
En las dependencias del PSOE tienen clara su estrategia respecto a la negociación de los presupuestos. Lo primero es analizar el documento partiendo de la idea de la dificultad de que sea votable por todos los grupos políticos. “Un presupuesto es un modelo de ciudad, es bastante difícil que pueda contentar a Vox y a nosotros. El alcalde debe decidir si aliarse con la extrema derecha o con el Partido Socialista”, argumentan antes de reclamar que las cuentas de la ciudad para el año que viene deben tener plasmadas sus señas de identida.
¿Y cuáles son? Los socialistas explican que frenar la debacle en el tema cultural, potenciar la igualdad, la sostenibilidad y la movilidad, y priorizar los barrios más desfavorecidos de la ciudad. Otro elemento que pondrán sobre la mesa es la memoria democrática, “esa política no puede estar enterrada”. Detallan que los presupuestos deben estar impregnados de todos estos temas si quieren contar con su respaldo. “Aquí no se trata solamente de hacer enmiendas de una partida, sino ver qué modelo de ciudad o apuesta se quiere hacer por Sevilla. Entonces, si podemos sentirnos partícipes o cómodos, optaremos por una posición u otra”. Además, aseguran que las cuentas arrancan con un hándicap: “Todos los pasos que se han dado en estos casi seis meses, que incluyen hasta el desmantelamiento de proyectos emblemáticos”.
En los despachos de Vox mantienen que los presupuestos no se entienden sin las ordenanzas, por lo que consideran que hay un pacto real entre el PP y el PSOE. “Están traicionando a sus votantes, ya que los sevillanos echaron al gobierno de Antonio Muñoz después de ocho años con una ciudad paralizada. Los presupuestos van a ser continuistas”. Entre sus líneas rojas se encuentra el despilfarro cero. “No es populismo, queremos que el Ayuntamiento se gaste el dinero en lo que necesitan los sevillanos. Queremos que se gaste en planes integrales para los barrios, en el asfalto de las calles, las luces, la limpieza o la seguridad. Fuera de esto no debes gastar nada más”. Sobre la posibilidad de entrar en el gobierno, señalan que “se trata de un relato del PP. No estamos ansiosos por eso”.
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