La monja guerrera, el Alcázar y un estreno en Netflix el 2 de julio

Una joven huérfana despierta en una morgue y descubre que una secta secreta de monjas cazademonios le ha conferido superpoderes. La elegida, la portadora del halo, se asomará al Alcázar de Sevilla. El argumento pertenece a la serie Warrior nun, que se estrenará el 2 de julio en Netflix. Una producción que, sin duda, será un gran escaparate para Sevilla y su patrimonio histórico artístico, pues se trata de una de las principales apuestas internacionales de esta plataforma este año.

Warrior nun está basada en un cómic manga norteamericano del mismo nombre, obra de Ben Dunn. Pero detrás de la esperada adaptación para televisión está el canadiense Simon Barry, especializado en géneros de ciencia ficción, terror y fantasía. En el reparto hay nombres poco conocidos como la protagonista, Alba Baptista, pero también algunos veteranos como el español Tristán Ulloa.

El equipo desplazado hace ahora un año la capital andaluza rozó las 200 personas y la encargada del rodaje fue la productora Fresco Film Services, que también estuvo en el rodaje de Juego de Tronos en Sevilla para la plataforma HBO. Las localizaciones que ha ofrecido para esta serie de Netflix se sitúan en el Alcázar, donde un equipo de conservadores y restauradores habituales del conjunto monumental ha asesorado y supervisado la grabación de escenas en los Baños de Doña María de Padilla, el Salón del Maestre, el Salón del Almirante, el Salón de los Tapices o el Semisótano del Palacio de Pedro I. El rodaje también se llevó a cabo en el Rectorado de la Universidad de Sevilla y en otras localizaciones andaluzas. La serie también mostrará escenarios de Málaga capital, la Cueva del Tesoro y la Colegiata de Antequera o el Castillo de Almodóvar del Río, en Córdoba, o el Puerto de Algeciras.