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Los Reyes Magos alargaron su visita recorriendo los barrios

El 6 de enero devuelve la normalidad a una Navidad que será recordada por el año en el que la Cabalgata cambió de fecha por la lluvia y el mal tiempo

La magia de Melchor, Gaspar y Baltasar no entiende de días

Cabalgata de Reyes Magos en Triana / José Luis Montero

Parece que Melchor, Gaspar y Baltasar se han quedado con ganas de pasar más tiempo en Sevilla. Han tenido una agenda muy apretada desde que empezaron a las 10:00 en Pino Montano hasta que Baltasar dejó su carroza en el Centro Deportivo Alcosa sobre las 21:00. Menos mal que son magos y por eso han podido estar en hasta 16 cortejos, muchos de ellos coincidentes en el tiempo pero no en el espacio. Casi a la misma hora que enfilaban la calle San Jacinto estaban por la calle Jerusalén, en el Polígono de San Pablo.

Los niños del Cerro del Águila y Parque Amate acababan casi de estrenar los regalos, cuando ya estaban por las calles de este barrio. En la misma situación se encontraron los de San Jerónimo o San Bernardo, donde la Asociación 144 botellines recorría las calles del arrabal donde San Fernando puso su campamento. Hay mucha historia en las cabalgatas de los barrios y mucho barrio en la historia de la ciudad. Precisamente en Pino Montano llamó la atención el árbol en la carroza que recordaba los 50 años de la Comunidad de Residentes y Propietarios.

Las cabalgatas que se celebran en los barrios tienen mucho de reunión. Inconfundible las abuelas presumiendo de nietos ante la vecina de escalera que ha visto crecer a los padres. En una sociedad donde la mayoría no conocen a los del mismo rellano, las cabalgatas de barrio son tan necesarias como las verbenas y velás para crear sociedad.

Además, el crecimiento de la ciudad desde finales de los años 90 ha hecho que el centro sea, para muchos, aquel lugar al que van para comprar algo muy específico, “lleno de turistas y que cuesta trabajo llegar si no hay líneas de autobuses”. Valdezorras o Sevilla Este son buenos ejemplos.

Las que salieron ayer por la mañana se encontraron con una mañana espléndida de Reyes, un tanto fría pero con el cielo despejado. Por Ciudad Jardín, los Reyes del Centro Cultural y Deportivo La Milagrosa tiraron caramelos y regalos. La mañana fue ajetreada también en Los Carteros, Los Arcos y San José de Palmete-La Doctora. En La Carrasca los niños pudieron ver a los Reyes desde las 13:00.

Tras un descanso para reponer fuerzas, Sus Majestades de Oriente estaban citados a las 16:15 en el Centro Deportivo San Pablo para recorrer el Polígono y Santa Justa. Una cabalgata donde estaban representadas todas las asociaciones del distrito, incluidos los scouts del Grupo VII, abriendo el cortejo delante de la Estrella de la Ilusión.

Pero donde se desbordan las cabalgatas de barrio es en Triana. La Estrella de la Ilusión ya había salido de Monte Pirolo cuando en la parada de Plaza de Cuba los trenes casi se vaciaban, tanto que los empleados del Metro sostenían las compuertas para aligerara la salida de los viajeros.Desde allí una riada a Pagés del Corro para intentar verla en San Jacinto. Algunos era la primera vez que cruzaban el puente para ir a ver a Melchor, Gaspar y Baltasar en Triana.

Entre el público, mientras suenan los tambores y se ve a lo lejos el autobús de la ilusión de City Sightseeing, esta vez para el Club Balonmano Triana, presente desde 1978. Mientras, en uno de los balcones de la calle Pagés del Corro, bailaba un dinosaurio.

Todo sigue siendo mágico. Una niña de unos cuatro años no para de gritar: “Gracias, Reyes Magos, muchas gracias por mis regalos”. Y eso encierra más verdad que los cambios de día, la polémica sobre el número de cabalgatas o los heraldos.

Muchos niños en las carrozas, entre los pajes de los Reyes y beduinos muy jóvenes. Son los que mandan el 6 de enero y las diferentes cabalgatas lo saben. La de Triana tiene una veintena de carrozas y es especialmente llamativa tanto por los regalos que lanzan –Gaspar tiró un jamón de trapo y una pelota de pilates en la esquina de Pagés del Corro con San Jacinto– como por el ritmo de sus pequeños ayudantes. Todo un balón uno de los niños de la carroza de Lilo y Stich al ritmo de Como una potra salvaje.

Triana sabe pasarlo muy bien...y Sevilla Este, Entrepuentes y el Parque Alcosa. Porque, al final, se trata de eso. De cerrar la Navidad con una sonrisa y la ilusión de estos días para tomar la magia necesaria hasta, esperemos, el próximo 5 de enero.

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