A punta de bisturí
Señor, ten Piedad
Guillermo Aguirre Echanove siempre soñó con tener un trabajo de 8:00 a 15:00 que le permitiera tener tiempo para pintar "con independencia", que es lo que le ha gustado hacer desde niño. El sueño se ha cumplido para este sevillano y empleado de Cajasol, aunque con algunas cortapisas como tener una familia numerosa que le obliga a compatibilizar su estudio de pintura como cuarto de juegos para sus hijos y "a sacar tiempo de debajo de las piedras" para las inquietudes artísticas que le ocupan desde niño a este sevillano de orígenes vascos. Artísticas y humanas, porque el hilo conductor que vertebra su obra, que en la actualidad está expuesta en la Taberna Baños (c/Baños 32) o puede verse en su blog (aguirreechanove.blogspot.com), es la dignidad que intenta reflejar en sus retratos. Una dignidad humana "que no confiere el poder económico" y que él, asegura, puede captar con una mirada. "La cara te puede engañar un momento, pero sí miras en el fondo de los ojos... En mi trabajo, trato con cientos de personas y he aprendido a conocerlas", afirma. De ahí que sus obras, salvo dos retratos hiperrealistas de dos personas mayores, son cuadros de personas de color -fruto de sus viajes a África-, con las caras pintadas, en un marco figurativo que se mezcla con la abstracción para expresar las sensaciones que le provocan "algunas actitudes, miradas, formas de vivir...".
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