El reto de restaurar el interior de la Giralda
El Cabildo concluye la rehabilitación de las cuatro caras exteriores y entre 2025 y 2027 se afrontará una actuación en las rampas y la caña interior y en el cuerpo de campanas
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Con el desmontaje total este jueves del andamio que cubría la cara norte ha finalizado la restauración integral de la Giralda en su exterior. Pero los trabajos promovidos por el Cabildo no quedarán ahí. Tal y como publicó este periódico, las tareas continuarán en los próximos años en el interior y en el cuerpo de campanas, con la revisión del Giraldillo incluida. Se trata de un reto importante porque se va a tener que compaginar la visita cultural, de cuyos ingresos se nutre la restauración, con las obras en sí. El Cabildo se encuentra estudiando la mejor fórmula para que sean compatibles, ya que como se ha hecho con el exterior, donde no se ha querido ocultar por completo la torre ala visión, en este caso habrá que compaginar la visita con las obras. Durante todo este año se harán los estudios necesarios para llevar las a cabo y se prepararán los proyectos, ya que la idea es retomar la rehabilitación en 2025 para concluirla en 2027.
Así lo ha asegurado este jueves el canónigo Francisco Román, delegado de Administración y Patrimonio, que junto al arquitecto Eduardo Martínez Moya, ha presentado los principales resultados de las cuatro intervenciones en las caras de la Giralda, que ya fueron avanzados hace unas semanas por Diario de Sevilla. "Es una de las cosas que estamos pensando porque todos los turistas que vienen a la Catedral lo primero que preguntan es cómo se llega a la Giralda. Hay opciones, como hacerlo en unos horarios, pero es algo que tenemos que decidir", ha insistido Román, quien ha enfatizado cómo desde que se decidió intervenir la torre se tuvo claro que se haría por caras para no privar ni a los sevillanos ni a los turistas de la visión generalizada del monumento que es emblema de la ciudad. Esta ha sido una de las singularidades de la obra en la Giralda. Las otras son la existencia de un comité de expertos que ha asesorado al Cabildo en todo momento y los exhaustivos estudios e investigaciones que se han realizado y que han convertido a la torre en el monumento almohade más y mejor estudiado del mundo.
La restauración de la Giralda comenzó en 2015, dos años antes de instalar el primer andamio. Entonces, en una revisión rutinaria, se comprobó el delicado estado en el que se encontraba. En el año 2017 se comenzó con la restauración de la cara Oeste, en el año 2018 se restauró la cara Sur, en el año 2019 se intervino en la cara Este y tras la interrupción por la pandemia del Covid, el pasado año 2023 se recuperó la actuación planificada sobre las cuatro caras exteriores de la Giralda con las obras sobre la cara Norte, recién finalizada. La inversión total afrontada por el Cabildo Catedral de Sevilla desde el año 2017 hasta la actualidad se aproxima a la cifra de tres millones de euros, sufragados en exclusiva, por los ingresos derivados de la venta de entradas a la visita cultural.
Eduardo Martínez Moya como responsable de los trabajos ha desgranado algunos de los principales hitos de la compleja y ambiciosa intervención. Como la aparición de restos de la decoración almohade, de los que informó este periódico en primicia, la recuperación de la geometría original de los paños de sebka, la sustitución del zuncho de hierro instalado tras el terremoto de Lisboa y que ya había perdido su función por uno nuevo de acero inoxidable, la consolidación de los diferentes elementos, la reintegración de volúmenes y formas, la limpieza generalizada de las y elementos pétreos y decorativos. "Ahora podemos ver la Giralda tal y como la vieron sus constructores, exceptuando la decoración pictórica", ha señalado.
Respecto a las instalaciones se ha completado la renovación de las rejas de protección en el cuerpo de campanas, también se han sustituido las rejas de protección de los balcones. En referencia a la protección frente al rayo, se han completado los anillos equipotenciales que se iniciaron en las obras del 2017 y se
ha ejecutado una última línea de descarga por la cara Norte.
En cuanto a las intervenciones futuras, será importante la intervención que se haga en las estructuras metálicas que soportan las campanas, que ya tuvieron que ser intervenidas puntual y parcialmente de emergencia en el año 2021, debido a la peligrosidad manifiesta en las estructuras correspondientes a la
campana Santa María la Mayor.
Los trabajos en el interior afectarán a todas las rampas. Se tratará el pavimento, las bóvedas o las cámaras del interior de la caña central almohade, que también se conserva en el cuerpo de campanas. En cuanto al Giraldillo, Martínez Moya declaró a este periódico que hay que esperar a los estudios correspondientes para saber cuál será su alcance: “Necesita una intervención. Entendemos que no será como la de 2005, pero necesita ayuda”.
La inversión prevista en estas fases se espera que sea, al menos, similar a la ya realizada.
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