Una restauración y un futuro uso cultural
Patrimonio
El Pabellón Real, proyectado por Aníbal González hace un siglo, estará un año en obras para recuperar sus deterioradas fachadas
El coste asciende a 1,15 millones
Un año de obras y una intención a medio plazo: que el Pabellón Real tenga un uso cultural, como el resto de los edificios de la Plaza de América. El alcalde, Juan Espadas, visitó en la mañana de ayer la construcción realizada por Aníbal González entre 1914 y 1916 para anunciar el inicio de la restauración de sus fachadas, que nunca se han intervenido desde su realización. Las tareas, que durarán un año, requerirán de la participación de restauradores especializados por tratarse se un material tan delicado como es la cerámica. Se trata, junto con Santa Clara o la Fábrica de Artillería, de una de las actuaciones más ambiciosas del Consistorio en su patrimonio. El coste de los trabajos, adjudicados a la empresa Díaz Cubero, asciende a 1.150.000 euros.
La Gerencia de Urbanismo ha redactado el proyecto técnico de intervención a partir de un análisis y estudio exhaustivo de los daños que presenta la edificación, aportado por el Instituto de Cultura y Artes de Sevilla, que fue publicado hace un año por este periódico. Según este diagnóstico, se han previsto, sobre todo, labores de conservación, para preservar la integridad de las piezas originales y mejorar sus condiciones mediante limpiezas, consolidaciones y reintegraciones. Puntualmente, se llevarán a cabo también trabajos de restauración en los que se emplearán las mismas técnicas, calidad de materiales y colores que las empleadas originalmente sobre los elementos que no puedan conservarse y hayan de ser reemplazados.
El proyecto identifica en el edificio, realizado en un estilo gótico isabelino, inspirado en la Capilla Real de Granada, grietas y fisuras, pérdida de piezas, elementos fracturados, falta de adhesión, debilitamiento de los soportes, pérdida del vidriado generalizada, proliferación de microorganismos, bacterias, hongos y algas, vegetación abundante, incrustación de elementos ajenos como mallas metálicas o clavos, suciedad superficial, o intervenciones defectuosas.
Todas estas afecciones que ahora serán subsanadas, según el proyecto, tienen unas causas de "tipo social", como las intervenciones llevadas a cabo por el hombre, la falta de mantenimiento o la contaminación; las "técnicas", relativas a defectos de fabricación de las piezas, calidad de los materiales y su puesta defectuosa; las "físico-químicas", debido a los agentes climáticos, las humedades y la contaminación atmosférica; las "biológicas", por la acción de los seres vivos y sus residuos, todo relacionado directamente con la humedad; o la "degradación intrínseca de los materiales", a consecuencia del envejecimiento propio del paso del tiempo.
Para acabar con los problemas de humedad, principalmente por el riego, se cavará un foso perimetral que aísle las fachadas del entorno y ayude a la desecación por ventilación de los muros. Además, donde sea necesario, se pavimentará con un acerado de un metro para alejar el aporte de agua. Por último, se aplicará un tratamiento con inyecciones en la base de los muros para eliminar la humedad.
La restauración se completará con la instalación de un tratamiento combinado para la exclusión de aves.
Tanto el alcalde como los técnicos responsables del proyecto de la Gerencia de Urbanismo y de la empresa adjudicataria destacaron durante la visita la delicadeza que requiere la ejecución de la restauración. "Es un proyecto de protección y puesta en valor de nuestro patrimonio histórico que supone el cumplimiento de uno de nuestros compromisos de gobierno y de los acuerdos para la aprobación del presupuesto con el grupo político Ciudadanos. Es una inversión necesaria que vendrá acompañada posteriormente de un estudio sobre futuros usos que pueda tener este equipamiento vinculados al entorno del Parque de María Luisa en el que se ubica", explicó Espadas.
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