Calle rioja
Francisco Correal
El filósofo de Cerro Muriano
"Lo estipulado en el acuerdo firmado a tres en diciembre de 2018 no se cumple". Así de contundente se muestra Adepa tras estudiar el proyecto de ejecución de las Atarazanas. La asociación conservacionista, que ya consiguió que la Justicia paralizara el anterior proyecto por los daños irreversibles que podría causar en el astillero del siglo XIII, advierte de manera taxativa que lo que se acordó en la negociación con la Junta de Andalucía, propietaria del inmueble; y La Caixa, promotora del proyecto, ha de ser respetado. "En esa negociación se cedió por todas las partes y quedó cerrado el acuerdo. No vamos a hacer más acuerdos", ha señalado el presidente de Adepa, Joaquín Egea.
Adepa ha remitido a la Consejería de Cultura un documento en el que se recogen los cinco puntos que fueron consensuados en los documentos de 2017 y 2018 y que ahora, aseguran, no se han respetado.
El primero de ellos tiene que ver con la excavación arqueológica de dos de las naves. Según Adepa, los muros de contención deben ir por detrás de las pilastras. "Uno de los principales objetivos de la intervención es recuperar la escala original de los astilleros, para lo que se considera fundamental que se puedan ver en su integridad todos los elementos arquitectónicos, como las pilastras y las bóvedas". Adepa asevera que esto no sería posible si más de la mitad de las pilastras que se excavan quedan ocultas tras un muro de hormigón.
Uno de los principales caballos de batalla de Adepa durante la negociación fue que había que respetar la entrada natural del edificio, por la calle Temprado, para mantener la direccionalidad de las naves. "Tanto funcional como constructiva e históricamente, la edificación se ha mantenido de este a oeste, buscando la salida natural al río. Este sentido debe ser perfectamente apreciado por el visitante", sostiene Adepa.
La lectura histórica es acceder por el edificio neoclásico de XVIII, pasar por las naves rebajadas del Aposentadero de Indias del XVI, apreciar las naves recuperadas del astillero cristiano de finales del XIII y terminar frente a la muralla islámica del XII.
El proyecto presentado mantiene el vestíbulo general y los núcleos verticales en las inmediaciones de la calle Dos de Mayo, cambiando el eje de la visita a norte-sur. "El texto aprobado por la comisión de seguimiento exige la consideración del acceso principal por Temprado, relegando el de Dos de Mayo a secundario y de evacuación. Entendemos que para dar cumplimiento a los acuerdos de diciembre de 2018 deberán presentarse nuevos planos modificados".
Adepa añade que el proyecto utiliza cuatro de las arcadas de la calle Dos de Mayo, cuando se acordó que fueran dos a lo sumo, eliminando además los cierros del XVIII en toda la calle. "En el acuerdo se eliminaba cualquier posibilidad de acceso por la librería. Se hablaba de limitar exclusivamente a dos arcadas el acceso secundario y se decía textualmente que 'se potenciará una relación más directa de la entrada por la calle Temprado, con el control de acceso y los accesos verticales a la sala de armas del XVIII', algo que no se ha realizado".
En el acuerdo de diciembre de 2017 se afirma que junto a la Sala de Armas se mantendrá la Sala de Mandos por ser una aportación interesante, al igual que la escalera.
Adepa indica que en el proyecto de ejecución la Sala de Mandos aparece unas veces como almacén, "al utilizarse un estudio desfasado del 2015", y otras veces como control. "Al no haberse presentado las mediciones del proyecto desconocemos cómo se hará la conservación. Mientras, la escalera del XVIII queda al margen totalmente del proyecto, sin relación que veamos, con la entrada a la Sala de Armas".
En el acuerdo de 2018 se recomendaba conservar la configuración de uso y valores de la Sala de Mandos. En cuanto al hueco abierto a la fachada de Temprado, se habla de que a atura deberá ajustarse al resto de las ventanas existentes y sus elementos decorativos".
Por último, Adepa indica que en el acuerdo de 2017 se contempla el mantenimiento de elementos como las cristaleras, los raíles y las cerámicas en la planta baja, así como la reposición de las que han desaparecido. "En ningún caso se hace referencia a este acuerdo".
El presidente de Adepa, Joaquín Egea, ha advertido a este periódico que estos obstáculos son "insalvables" y pide que se reconsidere el proyecto para corregirlos. "Estamos expectantes. En la Comisión de Patrimonio de ha aprobado pero a la vez piden más documentación. Tienen que modificar el proyecto para que se ajuste a lo acordado y si no lo hacen nos deben explicar muy bien porqué han adoptado estas soluciones".
Egea añade que si el Ayuntamiento de Sevilla diera licencia de obras para este proyecto estaría incumpliendo el acuerdo y sostiene que no están pidiendo nada nuevo, "sólo que se cumpla lo que está por escrito".
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