La rehabilitación de las Atarazanas se desbloquea

Adepa pacta retirar la denuncia que paralizaba la licencia de obra y se tramitará un nuevo proyecto con cambios

Las obras deben comenzar a primeros de 2019 y acabar en 2021

Ana Sánchez Ameneiro

30 de diciembre 2017 - 02:34

Sevilla/No se excavará todo el edificio de las Atarazanas hasta su cota cero (nivel siglo XIII), sino únicamente dos de las siete naves del astillero medieval del barrio del Arenal. Esta es una de las principales concesiones de la asociación Adepa que ha permitido desbloquear la recuperación del monumento, ya que la licencia de obras para su reforma estaba paralizada cautelarmente por orden judicial desde octubre de 2016, tras la denuncia de la citada entidad conservacionista.

El acuerdo supone la modificación del proyecto inicial del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra -no acudió a la rueda de prensa al estar de viaje-, la tramitación de un proyecto nuevo y la retirada de la demanda judicial que había puesto Adepa.

Sólo se excavarán hasta la cota original (siglo XIII) dos de las siete naves del edificio "Teníamos un gran proyecto y ahora tenemos otro proyecto de consenso" (Cultura)

La tramitación de un nuevo proyecto sitúa el inicio de las obras en el primer trimestre de 2019, con el mandato del alcalde Juan Espadas en su fase final, y se espera que puedan concluir en 2021. La consejería de Cultura recalcó ayer que todo dependerá del tiempo que necesite el arquitecto para modificar un documento de esta envergadura y de lo que tarde la tramitación del nuevo en el Colegio de Arquitectos, la comisión de patrimonio y Urbanismo.

El presupuesto no cambia: La Caixa seguirá poniendo 12,8 millones (10 millones más impuestos y 800.000 euros para el mirador arqueológico).

"Teníamos un gran proyecto y ahora tenemos otro proyecto de consenso", dijo el consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, en rueda de prensa tras la firma, y ratificó que la presidenta, Susana Díaz, ha estado detrás para lograrlo. Los firmantes del pacto son la Consejería de Cultura (propietaria del monumento), la Fundación bancaria La Caixa (que tiene la concesión del edificio, y pone el dinero para la reforma y para la posterior implantación de un centro cultural) y la Asociación para la Defensa del Patrimonio de Andalucía (Adepa).

El alcalde, Juan Espadas; el director territorial de La Caixa en Andalucía Occidental, Rafael Herrador; el consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, y el presidente de Adepa, Joaquín Egea, se mostraron ayer pletóricos por el acuerdo alcanzado.

Los cambios

Básicamente, el proyecto cambia en los siguientes términos. La medianera del edificio que coincide con un fragmento de la muralla almohade se excava a su cota original hasta llegar al nivel del siglo XIII. Se excavan hasta la esa misma cota 2 de las siete naves del monumento: la 6 y 7. La escalera que iba en el centro del edificio se mueve de sitio para colocarla "en un lugar que no distorsione la visión transversal" del edificio. Y la cimentación se hará con un sistema alternativo que "no interfiera en la conservación de la integridad de los pilares" y, en caso de que sea necesario un refuerzo,éste se hará bajo la cota original del astillero. El edificio lo mandó construir Alfonso X con 17 naves de las que hoy sólo quedan en pie las siete citadas. Por lo demás, se mantienen dos puertas de acceso por la calle Dos de Mayo y la terraza superior (los detalles pueden verse en la edición digital).

El edificio tendrá un uso cultural, como se marcó en 2014, pero aún está por definir. Lo ratificó el consejero, quien sostuvo que "la voluntad es que tenga la vocación americanista que tuvo en sus inicios" y que uno de los elementos a contemplar es la propuesta hecha por la iniciativa ciudadana para conmemorar el quinto centenario de la vuelta al mundo.

"Gracias por este regalo de fin de año", dijo Espadas, quien avanzó que el Ayuntamiento va a participar en la definición del uso cultural definitivo que se dé a las Atarazanas. "No seremos convidados, sino copartícipes de su gestión, actividad y desarrollo cuando la obra haya terminado. El Ayuntamiento de Sevilla quiere estar ahí". Joaquín Egea, de Adepa, felicitó sobre todo "a la presidenta de la Junta, que ha estado detrás y ha sido una de las grandes impulsoras" de este acuerdo para recuperar "la catedral civil de Sevilla" que son las Atarazanas. Egea admitió que no se ha recogido todo lo que pedían: "Es un acuerdo no una imposición. No es el proyecto de Adepa, pero nos agrada muchísimo; no recoge todo lo que pensábamos". Con todo, elogió que se haya contado con la participación de la sociedad civil y pidió que esto sirva de ejemplo para los asuntos que se aprueban en las comisiones provinciales de patrimonio.

Rafael Herrador, de La Caixa, reconoció la labor del arquitecto, que empezó a trabajar en el edificio en 2008, siguió en 2014 y ahora se le encomienda el cambio de proyecto.

El consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, señaló que este acuerdo, que se va a cumplir punto por punto, demuestra que "nada es imposible", agradeció el trabajo a todo el equipo de la Consejería que ha trabajado duro para desbloquear la rehabilitación de un monumento sublime.

La compensación al arquitecto

La Fundación La Caixa aseguró ayer que el proyecto inicial no va a salir gratis y que el arquitecto tendrá su compensación económica como es natural, aunque no la desveló. "Gratis no trabaja el arquitecto, ya negociaremos", dijo. Tras ganar un concurso de ideas en 2009, Vázquez Consuegra redactó el proyecto de obras, que ha sufrido infinitos obstáculos administrativos y políticos. Zoido evitó darle licencia de obras y no fue hasta enero de 2016 cuando el Ayuntamiento de Espadas dio la esperada licencia, tras el visto bueno de la Comisión de Patrimonio. Adepa planteó una batalla contra el proyecto y, en lugar de discrepar, entró en duras descalificaciones contra el arquitecto. El juzgado que paralizó la licencia de obras en octubre de 2016 no entró a valorar la legalidad o no del proyecto. Se limitó a ordenar la suspensión cautelar de la licencia por los intereses en conflicto, ya que Adepa denunciaba supuestos daños que iban a producirse en el edificio. En su auto de paralización cautelar de la licencia, el juez de lo Contencioso-Administrativo 9 dejó claro que "el objeto de la presente resolución no es la valoración arquitectónica del proyecto de la licencia de obras concedidas sobre las Reales Atarazanas -que no es competencia de este juzgado- ni en este momento el examen de la legalidad del mismo -que será analizado en el procedimiento principal- sino que el objeto es determinar si la ejecución de la obra supondría la pérdida de la finalidad legítima de recurso y la ponderación de los intereses en conflicto" (página 4 del segundo apartado de los Fundamentos de Derecho).

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